Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 7 de enero de 2016
Imagen viva
Imagen
viva,
gaviotas
de luz
chisporrotean
sobre tu cabeza erguida.
Mis
manos te buscan
para
acariciar la plata fina de tu pelo
en el
que me cobijo y bruñe
como
una luna de acero
cincelada
en filigrana.
Imagen
viva del amor
que
refulge con luz propia
cuando
estamos juntos
¿qué
tejerá tu memoria madura
de
andar los tiempos,
de
dibujar los caminos
por
donde viniste andando,
buscándome
con prisa
para
aprisionarme en tu pecho?
Imagen
viva,
espejo
atiborrado de recuerdos,
tu
frente estirada en hilos y cenizas
que el
amor colmó
cada
segundo de nuestras vidas.
Imagen
viva
de
horas vividas
en las
que nos buscamos,
uniendo
nuestras manos
entre
nuestros ojos confundidos
y
caricias que juguetean
como
viento escondido en el follaje.
Imagen
viva,
estamos
juntos
consumiendo
nuestros temblores,
desde
esta distancia tan presente.
Imagen
viva,
entre
besos de plata
y
lágrimas encendidas de amor.
Enciende
la leña de tus brazos
para
recibirme entre tus manos.
Rezumas
por mis tiempos vacíos
y mis
sueños ocultos.
Imagen
viva,
seduces
mis formas de arco iris
iridiscentes
al estar junto a ti
cuando
me regalas el trébol
y el
aroma de tus manos
y me
sacudes con el aliento
de tu
brisa azul y ágil.
Imagen
viva,
la
tarde de nosotros dos
se
inunda en un fuego dilatado
donde
se ahogan las ansias
sobre
la nada y juntos,
muy
juntos apagamos lejanías
entre
suspiros y voces
de dulces
y mieles floridas.
Imagen
viva,
no es
tu voz ni el espejo de mi voz,
es un
canto de pájaros picoteando aleros,
jugueteando
indiferencias.
¡Qué
sensación tan profunda
de esta
imagen viva
que nos
trasporta a altas nubes
en
vuelos de amor pleno!
Imagen
viva,
entre
los dos el silencio
en
galopes de plata y música
nos
inunda entre nuestros brazos
y
manos.
Imagen
viva,
donde
amarramos nuestros ojos
a
nuestras alas para volar,
volar
lejos para ser llevados por el viento
a
nuestro mundo de otoños
húmedos
de amor.
Sin
quejas ni llantos,
sí en
dorados espejuelos de nácar,
nuestras
imágenes vivas
elevarán
nuestras almas a ámbitos puros,
sublimes,
luminosos
donde las dudas
y
temores de ser heridos
desaparecerán
por siempre
y
viviremos un presente
con
pasados olvidados.
Un rincón de mi vida
Un
rincón de mi vida,
allí
estarás tú,
en un
escondite en mi alma,
sólo y
reprimido.
No
quiero que golpees
con
desesperación
la
puerta de mi fantasía,
sólo
dame el silencio
que me
conlleva a un ritmo carismático
de
soledad que ansía algo más.
Un
rincón de mi vida
lo
ocupas tú,
el que
fue,
el que
era,
el que
nunca será
mi amor
verdadero.
Tenías
para mí
gotas
de agua amarga
escurriendo
por la pendiente del crista,
buscando
mi fragilidad de mujer.
Quédate
allí,
en el
rincón más oscuro de mi vida,
así no
mojarás
mis
sueños con cada mirar.
Deja
que mis minutos
se
vayan de tu vida,
que mis
horas no te busquen más,
que hoy
me pueda esconder
en la
casa de los días y mañana
podré
emprender una huída
al
lugar de los años
y no te
tendré
más en
el rincón de mi vida.
Mi
ahora pasa,
sin ti
vivo el hoy,
instantes
de una supuesta vida
que se
irán a la esencia
de un
deseo de amor.
Recorro
el valle de los recuerdos,
de
aquellos remansos de tus dulzuras,
el
dulzor de tus palabras,
aquel
acento de tu voz
y me
doy cuenta de que te extraño
pero es
mejor
que
pase el tiempo eterno
en un
mustio alejamiento
y no te
encuentre más
en el
rincón de mi vida.
Te
quiero en el rincón de mi vida,
no como
sombra pareja
que me
sigue apenas raya el sol.
Quiero
olvidarte
en un
impecable adiós
a un
desconocido
en una
oscura lámina
de un
rincón de mi vida.
Eres
ahora
tan
sólo un charco mudo a mis pies,
te dejé
en una estacada negrura,
cruzando
concéntricas tinieblas
¡libre
al fin de ti!
¡tu
rincón en mi vida ya no existe!,
entreluces
doy por fin
con el
sendero que hollaré con fuerza
para
encontrar aquel ser
que me
dará su luz
y su fe
para no vivir
condenada
sin remedio
a tus
veloces fechorías,
pasiones
aparentes,
falsos
besos.
Vuelco
a mi blanca soledad,
blanca,
inmaculada,
ajena a
las falsas maldades,
malévolas traiciones
y como
leve hilo de vida
que
renace en la noche vuelvo a ser yo,
conmigo
misma inocente y pura
¿hasta
cuándo?
no lo
sé todavía,
hacia
un hoy corro,
hacia
un mañana
con
toda mi alma entera y casta,
sin ti
en ningún rincón de mi vida.
Y de a
poco surgirán otra vez los versos,
las
sílabas mudas,
se
oirán desde la lejanía
y los
poemas llegarán tejiendo amores,
reflejando
edenes,
esperas
no estrenadas,
caminos
buscados en una palabra
que en
el papel amanece
como
una virgen radiante.
Caminos cruzados
Caminos
cruzados,
en la
distancia esfumada
nos
encontramos en la vera
del
sendero de la vida,
entre
escaramuzas del destino
que nos
lleva a estar juntos.
Caminos
cruzados,
cuando
la tarde apaga sus colores
y los
astros encienden sus lumbreras
y se
duermen las alas y las flores,
nosotros,
los
solitarios surgimos de improviso,
frente
a frente
y
nuestras miradas se iluminan
llenas
de luz y armonía.
Caminos
cruzados,
de
sendas desconocidas de la vida,
nos
entrelazan en instantes
preciados
de nuestro vivir.
¡Oh
alegría de alegrías!
Nos
miramos en ese lugar preciado
en la
brevedad del tiempo.
Entre
tú y yo nos unió el amor,
allí,
Atenea,
escondida
entre el vergel florido
nos
llevó a estos caminos cruzados
para
que se levantaran las leves tinieblas
y
nuestras miradas se encontraran.
Caminos
cruzados
en un
hoy de nuestra vida,
en
diagonales zigzagueantes
y
oblicuos senderos a través de umbrías
soledades
nuestras vidas
se
enlazaron en segundos milagrosos,
anhelantes
ambos de amar
aunque
sea un instante
en
nuestro tiempo del Hoy.
Caminos
cruzados,
entre
rosedales floridos,
arcos
de glicinas,
enredaderas
de azaleas,
nos
abrazamos entre besos leves
y
caricias suaves.
Y las
palabras surgieron de nuestras almas,
los
pensamientos se hicieron ecos de amor,
entre
ventiscas suaves,
el azul
del cielo
nos
acogió en nuestro amoroso encuentro.
Caminos
cruzados,
sin
piedras ni aristas,
sin
trabas,
sí con
pastos tiernos y suaves
como
brotes de tréboles renacidos
para
que al estar juntos
nos
sintamos en el Edén.
¡No
importa
cuánto
tiempo estemos juntos,
muy
juntos,
sí que
nuestras almas
vuelen
en la fresca brisa
del
estar juntos!
Caminos
cruzados,
amor a
destiempo
que nos
sorprendió
a mitad
del camino.
Este
amor que florece
como
lirio en primavera,
pero
que poco a poco se va esfumando
como
niebla en el otoño de nuestra vida.
Este
amor que se estrella
en la
calma de tus mares
y
palpita como brasa
en el
calor de mi hoguera.
Caminos
cruzados,
con
amor a destiempo
es
lluvia en el desierto,
sol en
la aurora,
canto
de sirenas,
miel
sobre la hiedra.
Nos
abrazamos con gozo y pasión
en el
gramillar y la noche vertió
sus
luces sobre nuestros cuerpos,
salpicándonos
con el verdor del sendero
y el
perfumado chal
de las
blancas azucenas.
Estamos
juntos por fin,
recorremos
los caminos,
unimos
nuestros sueños en uno sólo,
en una
continua nube de música mágica.