Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 12 de enero de 2016
Fantasmas de duda
Fantasmas
de duda.
¿Por
qué me atormentan
con
inquietudes insanas las dudas
de
que tu amor por mí no sea cierto?
Fantasmas
de duda.
¿Cuál
es la razón que sólo pienso
en
que no te voy a perder en lo venidero
dejando
mi corazón
desgarrado
y sin el caudal
de
dicha que aún lo inunda?
Fantasmas
de duda.
¿A
qué darle palabras a poemas de amor
si
tú no los lees, no ves lo que se ve,
aún
el poema está aquí completo para ti?
Fantasmas
de duda.
¿Cómo
no recuerdas todo
nuestro
amor que empezó
en
auroras cenitales
ya
que yo siento que en
una
víspera terminará pronto?
Fantasmas
de duda.
¿Por
qué siento
que
el futuro es distancia
y
qué poco a poco
pierdo
lo venidero
ya
no más ser es estar
siendo
los dos amándonos?
Fantasmas
de duda.
¿Cómo
evitar soñar con las promesas
de
ver en mi luna sus estrellas hechas
de
puras letras y de eternas escenas de amor?
Fantasmas
de duda.
¿Por
qué me someto a esta soledad con penas
dibujando
un mundo que no existe,
un
imposible espacio de reflejos,
con
el amor que anda
sobre
la lluvia o congela el sol
para
renacer de nuevo?
Fantasmas
de duda.
¿Cómo
decirte que mis mañanas
están
trémulas de voces que cantan
el
amor hacia ti,
pero
tú no respondes
te
has ido tendido
en
el río hacia otro lares?
Fantasmas
de duda.
¿Cuál
es la fuente del amor verdadero,
la
del agua quieta plena de verdades,
sin
prejuicios ni traiciones y sin huidas?
Fantasmas
de duda.
¿Cómo
llegar hasta ti,
desnuda
y pura, sin ansias,
con
mis miradas de amor
y
tú me recibas en tus brazos, feliz de tenerme
sin
preguntas con tan sólo silencios?
La
duda, la indecisión,
el
no entendimiento, nos conducen
a
senderos oscuros y olvidados,
pero
permitiendo que
la
felicidad nos inunde en calma
y
por momentos, gozando
y cantando
el amor a la vida.
Tengo
Tengo las manos colmadas
de deliciosos momentos vividos
con intenso amor,
plenas de recuerdos inolvidables
y de penas ya olvidadas.
Tengo mi cielo de día
con un vestido azul y un botón de oro,
de noche con un vestido de luto
y un botón de nácar.
Tengo de día
todo el esplendor y el brillo
por que es cuando llega el amor,
de noche me sumerjo en la invisibilidad
porque es cuando el amor se aleja.
Tengo todos los encuentros fugaces
entre luces distantes
y azares sin respuesta.
Toda mi vida me palpita
encendida entre tus brazos,
cuerpos finos y delgados,
todos miedosos de carne.
Tengo,
desde que naciste,
al son de mis deseos viola de amor,
altar en el Olimpo,
cintura cincelada en nácar verde
y perfil modelado en blanda cera.
Tengo el calor de tus hombros enlazado,
apretado en mis brazos
y me siento en la cima de los cielos
con la tierra.
Crecías hacia dentro de mis dedos
cuando herías mi piel con tu belleza
y al roce y al llamado de tus ojos
tengo en mi alma
todos los poemas alzados
desde mi sangre.
Te tengo en el verde follaje
levantado del árbol
donde pierdo mi albedrío
y en el viento caliente de estío
y en la orilla del amor enamorado.
Tengo mis sentidos
creciendo a tu espalda,
flamígeros cipreses
en hileras por los aires,
un círculo amarillo
me inundaba de cuerpo entero.
Tengo tu figura vedada a mis poemas,
a mis prosas de amor
como un cerco de jóvenes olivos.
Tengo en mi boca tu nombre
y llevando las manos a tu pecho,
amor,
desnudándote,
caminas sobre el muro
que cerca mi silencio.
Tengo un aire domado por donceles,
ramos verdes que rodean mi sosiego
posando un viento en mis labios
que te acercan más a mi
y soy feliz.
Eres mi sol y mis cánticos unánimes,
el brillo de mis bienes ya logrados
y el aire para el vuelo de mis ángeles.
Tú conservas los labios
sobre el musgo
y tu nombre en el silencio,
riela,
espero que no te apartes nunca
y siempre nazcan de tus ojos
el verde azul que refresque mis sentidos.
Tengo,
te tengo,
tengo todo en mí,
eres mi luz en el zócalo del viento
rezagando mi camino,
ancla de oro y cadenas de mis anhelos.
Eres mi música del viento,
tan leve en extensión
al amparar su son
tan breve tiempo.
Te tengo y al tenerte
¡qué sensación tan profunda arranca
de mis entrañas!
¡qué grito de amor
desgarras de mis poros
y mi sangre!
Contigo soy feliz
Contigo soy feliz
(sueño día y noche
con estar a tu lado
y en mi duermevela
busco tu alma clara
y abierta
por caminos anchos
y altos muros
para guardarlo,
escondida sólo para
mí).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(siempre me pregunto
dónde estás,
si tú no estás
ausente
te siento conmigo,
veo tu cuerpo alto
que se termina,
voz como en humo la
llama,
en el aire
impalpable).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(me inspiras tropeles
de versos
que abren las alas
y vuelan levantando
un tembloroso remolino
de cadencias
que nacen de mi amor
por ti,
son frases nobles,
cláusulas marmóreas,
blancas
que lentas pasan
al pensar en ti).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(el silencio nos une,
el hondo que nos hace
llegar
a lo profundo en
nuestras almas
quebrando surtidores
delicados,
en la tierra de
lluvia recién mojada
llamándonos con su
húmeda voz
desde un mundo muy
remoto
a otro mundo muy
lejano
siempre unidos).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(cada amanecer las flores
acaban en rimas,
versos que empezaron
tallos
hasta el jardín más
quedo
van floreciendo por
el amor insólito
que acomete por los altos riscos azules del
aire).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(te siento tan cierto
y mío,
seguro que hoy,
que aquí,
que tu evidencia
es el filo con que me
hiere tu abrazo,
se gastarán tus
caricias en días
y noches blandas
y poco a poco
te voy queriendo más,
amor,
no quiero que te
vuelvas recuerdo,
sombra esquiva entre
mis brazos).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(en nuestro lenguaje
sutil
cuando los cristales
duplican el blanco
disco de marfil de la luna,
nos unimos
y nuestras voces
tiemblan plenas de ansiedad
y muchas veces,
misteriosas frases de
amor
vuelan como visiones
que se ocultan al
llegar la aurora).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(sin querer,
te quiero,
el estar juntos…
tiene saber a poco,
siempre que estoy a
tu lado
cada día quiero más
de ti,
eres mi silencio azul
en las etéreas alas
que descienden por
diáfanas escalas
a las aguas
turbulentas y profundas
que inundan nuestras
almas).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(nuestro paso
armonioso
nos lleva en plena
noche
por el campo abierto.
Los astros nos
observan
con tenue empeño
y las lomas echadas
de bruces
nos miran en
silencio).
Juntos somos uno,
aspiramos la calma
que nos une,
con perfume a trébol
mientras se alborozan
todos los recuerdos
de nuestra vida
juntos
y la luz nos ilumina
de puntillas,
en el alba,
lanzándonos a las
nubes
para amarnos siempre,
como voces.