Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 14 de enero de 2016
Daga hiriente
Daga
hiriente,
atravesó
mi corazón
y
traspasó los límites de mi cuerpo
en mi
mundo frágil,
me
hirió muy dentro,
lastimando
mi Yo íntimo.
Hemos
vivido juntos,
el tiempo se contaba
apenas
por minutos,
un
minuto era un siglo,
una vida, un instante de amor.
Nos
cobijaban techos,
menos que techos, nubes,
menos que nubes, cielos,
aún
menos, aire, nada.
Daga de
dolor,
inmenso océano de lágrimas
inundó
mares y ríos.
Galerías
enormes de congojas,
pesares,
tristezas,
sin
pisadas de dos, ni estelas recordadas.
Daga
hiriente
como
punzantes flechas afiladas
cursaron
el aire y traspasaron mi pecho
dejando
heridas punzantes en el alma
y las
manos vacías y yertas de amor.
Mi
lecho de nubes,
el nido
de amor quedó vacío,
sangrante,
frío, solo.
¿Será
este minuto próximo
o mañana o en el borde mismo
ya del
jamás donde tu carne y la mía,
mi
nombre y el tuyo
no se
encontrarán?
Daga
hiriente,
de
pesar, de un latiente sufrir
que
hace brotar lluvia de llanto
entre
mantos de niebla,
húmeda de cristales,
de
hielos lacerantes
que se
hunden en mi espíritu,
sin
fecha y sin nombre.
Hoy,
nuestros besos
están
solos en el nido vacío y sangrante.
No
queda nada,
absolutamente
nada del ayer
vivido
entre cantos, poemas, músicas,
sólo
queda este dolor agudo,
lacerante, tétrico
que
reboza y agita mi espíritu
sintiendo
la vida
como un
sueño trémulo, no vivido.
Daga
hiriente,
estoy
al otro lado de los sueños
que
soñaba a ese lado
que se
llama la vida que se cumplió.
Y ahora
de tanto haber realizado nuestro soñar,
nuestro
cuerpo está en dos cuerpos.
El mío
herido,
cuajado
de orlas negras.
Mi
espíritu desdichado, acongojado,
no puede volar alto,
las
tinieblas lo rodean,
le
impiden ascender a lo alto
buscando
la paz imprescindible
para
nuestro existir.
Daga
hiriente
que por
milagro me escapa
de
tantas agonías
soslayando
en laberintos del alma fugitiva,
lugares secretos
donde
me lastiman y hieren.
Me
refugio en cuevas oscurísimas
para no
sufrir sin sentir mi cuerpo
en el
que el dolor pueda dolerle
buscando
lugares sin espinas
entre
tinieblas con luces esquivas.
Mi
mundo interior
lleno de esperanzas marchitas,
sufre entre ilusiones perdidas
y sin
tocarme apenas
rozan
mi frente alas de profecías.
Me
siento herida de muerte sin heridas,
me
abandonaste,
ya soy
parte del tiempo de tu olvido.
Necesito
que mis dudas se disipen,
ver la
aurora en fiestas nacarinas,
en
rosas, en albores,
el
tiempo que perdí sufriendo.
¡Desaparezcan
palabras vividas!
¡Encuéntrenme
mañanas sin neblinas!
¡Que se
acerquen dichosas
tardes
otoñales entre frondas verdicientas!
¡El
amor me espera,
con
nuevas pasiones
y ardores sin fin!
La esencia de tu ser
La
esencia de tu ser bien oculta
en el rojo silencio de tus ríos interiores
duerme
tu espíritu en una fugaz luz,
estalla
en la mañana
como
amor retenida en pimpollo.
Mi
alma, cercada de tinieblas,
al
infinito se alarga
cuando tú como bálsamo tenue
me
haces perder el miedo
en tus
brazos que me estrechan
poderosos y frágiles
con la
fuerza de tu amor,
plena
magia
que
suena como dulce melodía.
La
esencia de tu ser me inunda
cual
hiedra de amor,
con tu
sangre vibrante
que forma
raíces profundas y enlazadas
en mi
mundo interior.
Naciste
como perfil modelado
en
blanda cera en los duros biseles del silencio,
estás
inmóvil como águila en espera,
con el
calor de tus hombros
enlazo
la cima de los cielos con la tierra.
No se
cuando empezamos a conocernos,
cada
mañana nos empezamos a encontrar,
cada
nuevo beso es para mí,
mi
primer beso,
mi
verso debía decirte
lo que
para mí has sido,
tú
tenías la palabra exacta
con
ternuras compartidas.
La
esencia de tu ser,
mi corazón palpita deseoso
de
poder llegar a tenerte en mis brazos,
sentir
tu sutil aroma,
con el
solo anhelo
de
llegar a reflejar tus ojos en lo míos
haciendo que mi alma se sumerja
en un
éxtasis infinito.
Así
esta pequeña ideología tuya
provoca
en mí los sentimientos más profundos
ideando
tu figura
mientras
nuestros corazones
siguen
bebiendo de la misma fuente
como en
la hora tiernísima del juego
y de la
leyenda,
regalándome
primaveras inagotables de tu alma.
La
esencia de tu ser,
esa
materia que se presenta
como un
himno favorito
entre
notas que suben en números acordes
de tu
pecho a mi oído
y
despiertan una viola celeste
llevándome al cielo como las alas de un ángel,
armonizando
su son con tus cantares y tus risas.
Siempre
amparándome en tu ser
y se asoman a mi pecho tus sentidos,
temblando
mi cuerpo
al
sentirte cerca de mí.
La
esencia de tu ser,
principio de un amor sin tregua,
así voy
por veredas de la tarde perdida
para
siempre en tu embeleso.
Mi
rostro feliz,
mis
brazos libres,
recorriendo
mis sentidos sin orillas,
vuelvo
a tu boca olorosa,
quedándome
en el deseo creciente de las aguas,
jugando con tus sueños y mis anhelos.
La
esencia de tu ser,
es mi
paz intacta
del
manantial de mi dicha.
Amor compartido
Amor
compartido
¿Cómo
podemos vivir compartiendo
nuestro
amor sin esperar nada a cambio?
¿O tan
solo instantes breves de felicidad
para
luego sumergirnos
en nuestra soledad íntima?
Amor
compartido
¿Podemos
recibir,
tan solo una pizca de ternura
en
fugaces instantes,
sin
sonrojarnos o sentir culpa?
¿Por qué, como una marca de la vida,
el amor traspasa mis umbrales,
hurgando
la raíz de mis sentidos?
Amor
compartido
¿Cómo
hacer para olvidar
que tu
amor no es todo mío,
que muchas de tus miradas
no se
encuentran con las mías,
que
parte de ti
se haya
en otro lar
y que
no llegas a encontrarte
con mi luz que te espera ansiosamente?
Amor
compartido
¿Por
qué llegar a sentir
que la
felicidad de haber sido dos
no se logra siendo uno?
¿Cómo
lo ha logrado alguien,
portador
de sueños mudos,
germinados
bajo el dulce sabor de besos húmedos
que ya no se acercan,
sólo
distantes llegan sus reflejos?
Amor
compartido
¿Aceptado
o no?
¿Cómo
soslayar la infelicidad
que nos
hace llegar
a libar
de la tortura
su crecida ira desatada
en la
corriente de la vida?
Amor
compartido
¿Cómo
ascender por los peldaños del deseo
hasta
alcanzar la cumbre
de tu
nombre en un grito sólo,
desgarrador
y único
sin
morir en el dolor y su agonía
logrando la paz y bonanza?
Amor
compartido
¿Podré
estar ya siempre
pensando en tus labios,
en tu
voz, en tu cuerpo,
que yo
misma te arranqué
para
poder, ya sin ellos quererte?
Amor
compartido
¿Por
qué este afán mío
de
hacer posible lo que tú no serás nunca:
mi amor
entero y único?
¿Podré
vivir sin tenerte a mi lado,
en tu cuerpo todo mío
o es
sólo el gran deseo inútil
de
tenerte conmigo, a mi lado,
en todo lo que haces, verdadero, visible?
Amor
compartido
¿Te
seguiré esperando por siempre,
con mi
corazón de poeta,
después
de volar por todo el universo,
regresando
con las flores inmortales
que
dejaré caer en tu regazo
en presencias de lo imposible,
de tu querer vivir conmigo, siempre?
Amor
compartido
¿Te
encontraré entre las dudas inciertas,
calando
en lo más hondo
para
ver si, al fin,
estabas
entre la angustia desgarradora,
hiriéndome sin dolor, sólo por señas
y
sentir que me perdiste
en las
últimas tinieblas del olvido?
Sé que
estarás en las cimas de mis besos,
sin
dudas y sin mañanas,
en el
vértice puro de la alegría alta,
entre
júbilos y risas,
por placeres y gozos,
apuntando el aire nuestro.