Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 31 de enero de 2016
Interrogante
¿Cómo decirte que te busco
en cada sombra?
¿Cómo decirte que en el
rincón umbroso veo tus formas ardientes,
de la cala alucinante y
caprichosa?
¿Cómo decirte que te bebo
con mi aliento que te acuna en mis labios,
que te triso en con mis
brazos?
¿Cómo decirte de mi vacio
encendido en los espejos rotos,
de tu espíritu
desdibujado, que me ahoga desde la distancia?
¿Cómo decirte al fin que
te amo más allá del amor,
que te deseo mas allá de
tu carne que me dominas pisoteando mi razón
y desgranando mi piel?
“Labios,
una flor, su perfume es mi dolor.
Ausencia
tenaz”
Adiós
Marcha a tu paso, mi
amado.
Yo iré al mío.
Trota mapas de tersa
cartulina que yo galoparé mi desvarío,
para trocar un ya, por un
acaso.
Hoy para no irte a buscar
y traerte a mi lado piafa mi rosillo
y se empecina en sacar sus
ardores de pegaso.
Esté amor al que hoy le
decimos ¡adiós! Fue un amor en remolino,
donde confluían todos mis
raudales,
unos arrastran tiernos
recentales, otros se encrespan con furor felino.
Él vendrá del fondo del
espejo, donde mi infatigable catalejo,
lo construye,
lo pierde y lo reitera.
¡Adiós! , el adiós nos
separa para siempre y mi corazón se agita, duele,
se apesadumbra.
Quiero que estés conmigo
como antes, yo entre tus fuertes brazos,
sintiéndome muy feliz.
Y cuando desde el balcón
del frente, mi libre albedrio precisa y sente llegar a mis labios,
tus besos ardiente,
ardorosos.
“Te
retratas fiel,
sobre heliotropo,
del crepúsculo”
Tus palabras
Tus palabras de amor
vibran en mi,
como briznas de heliotropo
recién nacidas,
me enloquecen, me hacen
titilar,
me hacen temblar en un
sonido solo,
tan de cristal y oro
perfumado,
el aire que te cerca la
garganta,
que temo despertar en tus
pupilas ,
por no apoyar mis ojos en
el aire.
Tus palabras son cánticos
unánimes,
el brillo de mis bienes ya
logrados,
ya te encontré el aire
azul de tu sonido,
para el vuelo de palabras
que mi alma las necesitaba,
como nada en el mundo.
Por ti renací, con
esperanza renovada,
amaneciendo acunada en los
sones cálidos de tus palabras.
Te necesito siempre,
te quiero a mi lado
abrazándome,
el amor en su cúspide más
alta , estrechándome con tus palabras.
“Me
duele el alma,
anida
el trueno cuando
tu
cuerpo se va”