Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 9 de febrero de 2016
Una red
Una red tejida de sueños
con hilos de aliento
y de ilusiones donde tu y yo
estamos envueltos
entre dulces caricias
y besos arrebolados.
Busco en praderas de papel
sobre la grama menuda
las letras de mis poemas
que en la red
se entretejieron.
¡Qué mágicos alfabetos en las hojas
sin tachas surgieron unidos
en la red infinita inspirados por ti!
Odas lejanas
en cláusulas marmóreas,
blancas,
de celestes temas,
lentas pasaron entre los lazos
que la red anuda.
Tú y yo
en la red del amor
abrazados en las hojas
de la mañana
nos amamos
¡que milagro!.
Con mis manos
levanto una tormenta
, vientos huracanados,
nieblas tenebrosas
para que nos escondan
mas allá de todo
que entre la red de la vida
plena de angelicales arrullos
de nuestras almas enamoradas.
Nuestros destinos se estremecen
sobre el heliotropo del crepúsculo
y escondidos entre hileras
desteñidas de redes
de ternura
nos amamos
más allá del tiempo.
Nos miramos
a través de las sombras de la red
y sin querer
viviremos fieles a nuestro destino
donde el mar aun dulce
nos entrega sus orquídeas de sales
para que nuestros corazones
como bandadas de cardenales
se agiten,
aleteen y palpiten
entretejidos entre hilos de amor.
La red,
¡que sensación de bienestar
es estar entre tus brazos,
trémula de amor en la malla
fina y transparente
que nos oculta del mundo
para descansar
y amarnos a solas.
Esta dulce vida
que nos lleva
a que el destino nos estremezca
y en volandas nos entregue a una luz
de amante con hilos de plata
en torno a ondas de calma.
Prodigio
Prodigio de vivir
en un mundo deseado,
de nobleza en el horizonte
inmenso de la Historia.
Prodigio de vida exquisita
que sólo lo profesan
los que aman en expresiones
de maravillosos portentos
de sentimientos.
Prodigio de alegrar
la soledad al agitarse
en cadenciosas rondas
forjado con risas cristalinas
el mundo que nos rodea
con una vida sonriente,
bajo un cielo transparente,
cuajado de luces
de amores vividos.
Prodigio que en voces secretas,
como por milagro primoroso
dos almas se unen
y conversan en son
de fascinación entre miradas
de poetas,
en un lenguaje mudo,
en el que los espíritus
primorosos hablan.
Prodigio que asombra,
que nos hace temblar
en un pasmo de palabras,
calor de besos,
presión de manos,
sollozos que estallan de felicidad.
Prodigio de amor,
un instante detén allí el vuelo,
recoge las alas
y bajo la luz de la luna
entre los reflejos nocturnales
de las estrellas
que el paisaje baña,
amémonos entre suspiros
claros como campanas vibrantes.
Prodigio de la noche,
desde la gloria del amor
los poemas vuelas,
transcriben sin saberlo,
temblando en palabras
el sentimiento mutuo
de dos que se aman.
Ópalo que abrillanta sus colores,
encandila la ilusión
con infinitos tornasoles,
plenos de fulgor
ante el prodigio de nuestro amor.
Elixir que nos inunda
en un paraíso de dulcísimo
encuentros entre sonidos
que acarician,
instintos que convocan,
arrobas de emoción,
aromas que iluminan,
fulgores que cautivan
laberintos de ilusión.
Desilusión dolorosa
Desilusión
dolorosa,
de a
poco,
despacio,
sutilmente,
inundó
mi alma
y con
miles de saetas acrisoladas,
rompió
la paz
y el
sosiego
de mi
alma.
¿Dime tú,
por qué
debo sufrir
en cada
instante de mi vida
dando
sólo amor por doquier?
¿Cuál es el error
que surge de estos sentimientos
puros y profundos
que me
embargan
y me
desarman
en
flores deshojadas por la tristeza,
la
desilusión,
el
desespero?
Como
estrellas fugaces,
en períodos menos esperados
me golpean,
me hieren,
me lastiman.
¡No
quiero sentirlos más!
Mi vida
necesita del amor puro
y
límpido,
sin
mentiras ni falsedades.
Desilusión
dolorosa,
esos grises tonos oscuros
de tormentas menos esperadas,
los
rayos golpean mi alma
y me
dejan agonizante y temblorosa,
miedos
ocultos,
afloran a mi piel
y la verdad inconmensurable
y
execrable
surge
de improviso,
aquel a quien amamos
con
intensidad y pureza
nos
clavó una flecha envenenada
en
pleno corazón
y la
sangre dolorosa
junto
con la llovizna de lágrimas
que
inundó mi cuerpo
me
llevó a momentos de desasosiego
y
desorientación.
¿En qué
me equivoqué?
¿Por qué deposité mi fe,
mi esperanza,
mi amor
en
quien no lo merecía?
Éste mi
amor puro
se elevó tras el horizonte lejano,
dejando
tras de sí,
sólo
desilusión dolorosa.
Quiero
encontrar el camino recto,
verdadero,
duradero
y no
fugaz
y falso
donde
sea comprendida
en
estos mil sabores
amargos
y crueles.
Desilusión
dolorosa,
apenas en un segundo,
mi espíritu,
que libremente se elevaba
entre
las nubes de algodón
y campos de cipreses,
cayó,
llevándose
a su paso
marchitas
flores de azafrán
y
floridos vergeles
a la
tierra seca,
cenicienta,
rojiza
por la ira
y
oscura por el desamor.
Desilusión
dolorosa,
fueron
tras de mí
rumores falsos,
envidias oscuras,
intrigas
traicioneras,
buscando
hurgar en mi alma
para
que el sufrimiento aflorara.
¡No!,
¡no lo
permitiré jamás!
¡Soy
libre y feliz conmigo misma!
Mi
espíritu vibra
al
compás de música sincopada
y de
palabras,
frases
de amor
hilvanadas como perlas de rocío
en un collar sin fin
de caracoles enlazados
por la
espuma del mar.
Desilusión
dolorosa,
se que
como enigmas indescifrables
se irán
de mi vida,
afrontaré con actitudes enhiestas
y verdaderas
el
nuevo sendero abierto,
florecido,
en el
bienestar de un campo
de
amapolas,
abiertos sus pimpollos al cielo azul
y allí
te encontraré a ti,
mi amado nuevo,
que me
traerá
en sus manos cálidas
mi
nuevo destino.
Desilusión
dolorosa,
las
esperanzas renovadas
y límpidas
cerrarán
las heridas abiertas
y el olvido
que se
acerca sin ser llamado
golpeará
mi corazón
dejándolo
límpido
y claro
como agua que golpea
la tierra con desesperación,
a veces
o con
dulzura otras,
sin tristezas sin fin,
ni
fríos,
ni grises
golpes,
sólo
sueños
entre
luces de amor
bajo la
luz de luna
en el
agua
con
quietud y calma.
Desilusión
dolorosa
que no
impida mi vida intrépida,
de aventuras continuas,
rodeándome como un manto
de
aterciopelados pétalos las ideas,
las frases de amor,
las
prosas poéticas
que dan
sentido veraz
y feliz
a mi espíritu inquieto
y avasallante,
pleno de ansias
de ser
amado y querido,
sin
límites truncos,
ni
herrajes oxidados
por el
tiempo,
sólo aires tibios y dulces
donde
flota mi corazón
entre aromas de pitangas,
burucuyá
en flor,
azahares volando en el viento suave
llevando la buena nueva
de la
llegada a mi vida
emprendida sin sobresaltos
ni
fatigas.