Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 20 de febrero de 2016
Para ti no escribiré
Para tí no escribiré,
mis versos no serán
más para tí,
algún día escribiré
un poema que no
mencione
el aire ni la noche,
un poema que omita
los nombres de las
flores,
que no tenga jazmines
o magnolias.
Quédate en un rincón
de mis recuerdos
y algún día te
escribiré
un poema sin pájaros,
sin fuentes,
un poema que eluda el
mar
y que no mire a las
estrellas.
Algún día te
escribiré para tí
un poema que se
limite
a pasar mis dedos por
tu piel
y que convierta
en palabras de amor
verdadero,
tu mirada.
Sabrás que ya no te
amo
y sin comparaciones,
sin metáforas,
algún día escribiré
cuando ya por
completo
te hayas ido de mi
vida,
un poema que huela a
tí
en un canto que fue
mi dicha.
Atolondrada y
confusa,
demasiada llena de
ruidos,
sin centro ni reposo,
desconectada del otro
lado de la piel,
atormentada por el
interminable crujido
de este corazón,
tierra cuarteada,
ceniza gris en mi
pecho,
así pasan estas
noches
de calor y
duermevela,
estas noches
en que no estoy
contigo.
Para tí no escribiré más
y haciendo un hueco
en la inminente
llegada de la luz,
soy voz al fin,
hermosa y afinada,
pura y descansada
pudiendo confundir mi
mirada
con mil estrellas
fugaces,
tocando una eterna
melodía inolvidable,
salvándome del
olvido.
Para tí no escribiré,
en el silencio de la
quietud de mi vida,
mi mente navega
como un náufrago sin
sentido
recorriendo cada
rincón de tu vida
y sin darme cuenta me
pierdo.
Mis labios no van a
pronunciar
palabras de amor
hacia tí,
de mis manos no
brotaran
más caricias leves,
volátiles ni tiernas.
Para tí no escribiré
más,
no más poemas de amor
que iban hacia tí,
no quiero escuchar
mas tu voz
que le daba sentido a
mi vida,
que era la música de
mi alma,
tu voz,
sonido del agua,
conjuro,
encantamiento,
¡ya no más!.
Déjame vivir conmigo
misma escribir mis
versos
sin pensar en tí,
déjame al fin sola
sin tu amor frío
y silencioso que como
húmedo río
subterráneo
recalaba en los
tejidos de mi ser.
¡Márchate de mi vida,
bramando en
torbellino ciego,
llévate tu tempestad
volteando tu raudo
mundo,
déjame que mis
palabras de amor
no sean más para tí!
Herida de amor
Escuchemos juntos
una dulce melodía,
armoniosa que nos
permita
danzar juntos con
ansias
de seguir viviendo el
hoy
hacia un futuro pleno
de promesas.
Herida de amor,
mis pasos te seguirán
buscando
como visiones de
sones acompasados
y correré a regiones
ignotas
en un pentagrama
vacío que busca
y no encuentra sus
notas
que en lejanías se
esconden
y se guarecen
en frondas de tupidos
follajes.
No lo entiendo,
no logro entender
como se puede herir
de esta manera,
¿por qué después del
sol radiante,
la fría noche se hizo
eterna?
y él, en quien creí,
estalló como una copa
de fino cristal en
mil pedazos
que impregnaron el
aire
en un vacío
irrecuperable.
Ciertamente prefiero
lo que parece ser
amor
y dejarme cegar con
tu infinita
luz que me consume.
Herida de amor,
cuando escucho tu voz
y mi corazón lleno de
lamentos
comienza a golpear
aceleradamente mi
pecho.
Quisiera tener alas
para volar
y estar a tu lado
para acompañarte y
apoyarte.
Cuantas más piedras
te arrojen más alto
haré mi pedestal de
gloria para ti.
Lo importante es
levantarse
¡fuerza!
¿Por qué siento que
mi mundo
está apartado entre
soledad
de soledades
entre mil noches sin
lunas?
Herida de amor,
la lluvia desgrana
el gris de tu mirada,
mi angustia se prende
en cada gota
agonizante.
Herida de amor,
tú me regalas el
recuerdo de tus ojos,
plomizos y
aleteantes.
Eres el fino aliento
de la aurora
y un abrazo de
sentimientos mansos.
Herida de amor,
eres en mis días de
tormenta,
claridad que perfora
nubes.
Herida de amor,
eres la placidez del
agua
que en mi piel
revolotea
y mi sangre te llama
y te siento mío para
siempre.
Corazón con alas de
ciudad.
Voz de horizonte y de
queja solitaria.
Ojos de jacarandá
madurados en la
nostalgia.
Herida de amor,
no quiero que el sol
me despierte,
quiero seguir soñando
contigo,
tu recuerdo y tu
figura
las tengo en mis
ojos,
clavadas como dos
luceros,
te tengo a ti en mi
alma
y prendido en mi
corazón.
La esencia de tu ser
La
esencia de tu ser bien oculta
en el rojo silencio de tus ríos interiores
duerme
tu espíritu en una fugaz luz,
estalla
en la mañana
como
amor retenida en pimpollo.
Mi
alma, cercada de tinieblas,
al
infinito se alarga
cuando tú como bálsamo tenue
me
haces perder el miedo
en tus
brazos que me estrechan
poderosos y frágiles
con la
fuerza de tu amor,
plena
magia
que
suena como dulce melodía.
La
esencia de tu ser me inunda
cual
hiedra de amor,
con tu
sangre vibrante
que forma
raíces profundas y enlazadas
en mi
mundo interior.
Naciste
como perfil modelado
en
blanda cera en los duros biseles del silencio,
estás
inmóvil como águila en espera,
con el
calor de tus hombros
enlazo
la cima de los cielos con la tierra.
No se
cuando empezamos a conocernos,
cada
mañana nos empezamos a encontrar,
cada
nuevo beso es para mí,
mi
primer beso,
mi
verso debía decirte
lo que
para mí has sido,
tú
tenías la palabra exacta
con
ternuras compartidas.
La
esencia de tu ser,
mi corazón palpita deseoso
de
poder llegar a tenerte en mis brazos,
sentir
tu sutil aroma,
con el
solo anhelo
de
llegar a reflejar tus ojos en lo míos
haciendo que mi alma se sumerja
en un
éxtasis infinito.
Así
esta pequeña ideología tuya
provoca
en mí los sentimientos más profundos
ideando
tu figura
mientras
nuestros corazones
siguen
bebiendo de la misma fuente
como en
la hora tiernísima del juego
y de la
leyenda,
regalándome
primaveras inagotables de tu alma.
La
esencia de tu ser,
esa
materia que se presenta
como un
himno favorito
entre
notas que suben en números acordes
de tu
pecho a mi oído
y
despiertan una viola celeste
llevándome al cielo como las alas de un ángel,
armonizando
su son con tus cantares y tus risas.
Siempre
amparándome en tu ser
y se asoman a mi pecho tus sentidos,
temblando
mi cuerpo
al
sentirte cerca de mí.
La
esencia de tu ser,
principio de un amor sin tregua,
así voy
por veredas de la tarde perdida
para
siempre en tu embeleso.
Mi
rostro feliz,
mis
brazos libres,
recorriendo
mis sentidos sin orillas,
vuelvo
a tu boca olorosa,
quedándome
en el deseo creciente de las aguas,
jugando con tus sueños y mis anhelos.
La
esencia de tu ser,
es mi
paz intacta
del
manantial de mi dicha.