Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
lunes, 29 de febrero de 2016
Secretos inconfesables
Secretos
inconfesables,
perdidos
entre mil pétalos
blancos,
amarillos y rojos
que
colman mi campo
como
manto entretejido
de “te
quiero y no te quiero”.
Son
conciertos
de
notas aterciopeladas
moviendo
a ratos el sauzal
y
después tornándose
a la
quietud hecha de amores perdidos
y
hallados sin saberlo
entre
cantos y sentires.
¡Oh,
vientos del jardín de los recuerdos!,
desde
el fondo soplad,
trayéndome
los secretos inconfesables
que los
quiero recordar.
Entre
albas transparentes
vestidas
de ilusión,
cuyos
llantos sin causa
derramaron
sobre las flores,
mi
inocencia pasó.
Secretos
inconfesables,
tengo
pétalos en los labios
y
palabras escarlatas
que
jamás he intentado pronunciar.
Tengo
secretos inconfesables,
que de
tanto guardarlos,
los he
perdido
entre
mil pétalos blancos
que mis
ojos viajeros del tiempo,
cansados
de pronosticar,
se
diluyen
entre
este mar de añoranzas perdidas.
Tengo
pétalos
pegados
en mis sienes,
en mi
pelo, en mis manos,
en mis
yemas,
como
plumillas
que
escriben sueños, nácares, tesoros…
Tengo
pétalos,
suaves
pétalos carnosos
de mis flores
preferidas,
debajo
de mis pies,
recorriendo
el gran sendero blanco,
amarillento,
de mi nido de amor.
Invierto
en el presente,
apuesto
a futuro, a poesía
y floraciones
perennes,
a todos
los secretos inconfesables
por
amor,
a los
pensamientos cárdenos de la vida.
Tengo
en suma
un chal
de pétalos tejidos
y
destejidos de flores deshojadas,
alegres,
coloridas,
al que
accedo una y otra vez
por
éste y otros poemas
inspirados
por ti, mi amor.
Secretos
inconfesables,
perdidos,
desperdigados
en el
manto de flores mágicas
de mi
lecho de ilusiones
de amor
por ti,
irradian
el fulgor que seca
las
fuentes de mi llanto.
En sus
pétalos te recuerdo
y
amorosa te exalto,
mientras
en la tarde
te inclinas
en tus largas manos
y te
envuelven como tules
que en
tu pecho se derraman.
Secretos
inconfesables,
manantial
de dicha
que
suave se extiende
entre
caminos y senderos
remontando
los sueños
a las
nubes altas
como
río de la música,
llovizna
de suaves pétalos,
que
serenamente,
por
dentro, nos abrazan.
Mensajes de amor
Mensajes
de amor,
quiero
ahora, en esta hora inocente
sentarme
en el umbral de tu mirada
y
despertar cada día entre tus brazos
respirando como una flor
que se
abre al viento.
Lucero
de la mañana
entrégame
tu luz
para
seguir tus pasos vida mía
y darte
todo mi amor,
dame tus manos,
iremos juntos a gritar fuertemente
un te
quiero
mientras la luna muestra su luz
que
ilumina el mar en todo su esplendor.
Mensajes
de amor, los pienso
para
volcarlos en páginas vírgenes,
que se
enlazan, se entrecruzan,
mirándote
con toda mi ternura
y
ansias de estar a tu lado.
Escucho
el resonar del agua
que cae
en mi sueño
dibujando
en mis ojos mi mirada enamorada.
Nos
hemos encontrado,
fue un
chispazo incandescente
de
materia convertida en victoria gozosa
de los
dos en prodigioso pacto.
Mensajes
de amor,
son
para tí,
mi
amado amante.
Enamorados
de vivir,
amándonos
en un paraíso nuestro, claro,
donde
se cruzan luces y sombras
entre
besos, goces y pasiones
que
movilizan brisas tiernas
y
cubren con verdes esperanzas los vergeles
que
súbitamente dibujan,
diestramente,
arabescos celestes con luceros.
El
silencio es la atmósfera
que el
amor necesita
para
que nuestras almas brillen.
El
tiempo no existe en nuestras vidas
ya que
nos lleva a nuestra auténtica realidad
y a
nuestro destino buscado.
Mensajes
de amor,
aún
desde tu ausencia
no te
he olvidado,
aún te
sigo amando
y al
son de mis deseos
como
viola de amor,
el
ángel que nos protege
y nos
lleva persiguiéndonos,
elevándonos
en el aire
disipando
para siempre las neblinas
que
envolvían tristemente nuestro cielo
mientras
las estrellas ríen y guiñan
resplandeciendo
en un cálido cielo.
Mensajes
de amor, como suspiros
cuando
la tarde apaga sus colores
y los
astros encienden sus lumbreras
y se
duermen las aves y las flores.
Mensajes
de amor,
de dos
almas flotando
en
movimientos lentos como alas de aves
en un
rítmico volar de dulces sueños,
felices
sones en nuestra plática amorosa.
Mensajes
de amor,
van
hacia tí por los aires
desde
horizontes lejanos
para
que nos unamos entre frases,
palabras,
pensamientos
en un
lazo estrecho y envolvente de caricias,
pasiones,
anhelos.
Te desvaneciste
Te
desvaneciste,
por no estar contigo
en este
hoy,
en este
ahora,
crece
en mí
una
hiedra pálida de dudas
que
ahogan mi pensamiento
y
detienen las horas de la espera
inquieta
y
desazonada,
la
ramazón de hiedras
que
sacude el viento.
Si todo
pensamiento
me sabe
a tu presencia,
no puedo dejar de extrañarte
y ya me
es imposible
disimular
tu ausencia
ya que
de esta agonía
nada
puede consolarme.
Te
desvaneciste,
¿a
donde están la magia
y la fantasía de tenerte conmigo?
Nada en
esta tierra
libera a mi alma
de la
inquietud
que la
aprisiona
cuando
me faltas,
cuando
no estás…
Te
desvaneciste,
debo
dejarte de sentir,
de
extrañar,
de
pensarte
en
segundos
tan
sólo para que otros amores
se
muevan en mi pecho,
para
que sean un mar
a mis
sueños y a mi olvido.
No
quiero sentir más
el eco
con tu nombre
ni la agonía de tu ausencia,
ni el manto tibio de tus manos,
anhelo
y necesito
otra
luz
con
mirada nueva
que
haga resurgir
brioso,
salvaje,
victorioso,
un
nuevo amor
que en
mi pecho vibre
y que
un frescor enternecido
bañe
con mil caricias
mi
cuerpo
que
será un mármol tibio.
Te
desvaneciste,
eres
ahora apenas
un recuerdo lejano,
un
nuevo amanecer
hizo
que la tristeza
se
fuera al pasado del ayer
que
sólo oscurecía mis días,
ahora
comenzó una primavera ardiente
y feliz
en mi ser.
Después
de tu ausencia
en
volandas
sueño
otras mañanas de colores,
que me
llevan a los fondos de mares
y de
glorias
encontrando
el amor verdadero,
único.
Vibro,
tiemblo
como
una mariposa de fuego
y
tormenta,
corazón
con alas
con
aleteos leves
entre
latidos temblorosos
y de
suaves cadencias
en
ansias verdes,
azules,
en
ondas y curvas
entre
aromas de madreselvas.
Te
desvaneciste,
no
existes más,
naufragaste
en un mar
de inestable equilibrio,
tu nombre quedó
en el
agua sumergido,
ya no volverás más
a mis
pensamientos.
Ahora
quiero vivir
no en
un vacío eterno
sino en
una creencia
de
estar juntos
en el
ahora
mi
nuevo amor
y yo en
un mundo nuestro.
Ya no
más tu añorada presencia,
ahora
crece
hacia
dentro de mis dedos
la suavidad de una nueva
piel
cálida
y al llamado de sus ojos
se alza
de mi sangre
la
poeta
y mis
versos cantan
y se
reflejan
en los cielos azules
y horizontes lejanos.