Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 9 de marzo de 2016
Me pregunto
Me pregunto
en cada instante dónde estás,
si te has ido,
si no te volveré a ver ni sentirme
amada por ti.
En mi mente flamígeras ideas corren,
se cruzan,
se enlazan,
se entreveran,
se mezclan,
en una confusión de falsos errores,
dudas no claras,
buscando la causa del caos
que no me deja pensar en paz ni
sosiego.
Me pregunto
si todo el amor que volcaste en mí fue
cierto,
si tus caricias,
abrazos,
besos,
lo sentías al dármelo
con todo tu corazón y tu alma abierta.
¿Cómo es posible que lo intensamente
vivido
fue tan sólo un sueño?
¿Cuál es la razón de la dualidad del
ser
y no ser verdadero el amor que nos
unía?
Me pregunto si entre llegadas y
ausencias
presencias irreales,
tú el único y verdadero numen de mi
vida
me olvidaste por completo.
Mi amor fue frente a tu amor
como el mar frente al cielo
pasarán entre ellos vientos
huracanados,
tormentas desgarradoras,
lluvias imprevistas.
Me pregunto,
¿qué hago con este amor tan necio,
tan arraigado a mi corazón?
¿Qué hago con este amor
que necesita de tu existencia para
vivir,
de tu pasión para sentir?
Cierro los ojos
y como un milagro te siento a mi lado,
acariciada y besada.
Yo me pregunto por qué te echo de
menos,
por qué en mis noches ni brilla ni una
estrella,
por qué sin tu sol es triste mi amanecer.
Al no estar tú a mi lado me siento
perdida,
no sé qué hacer,
pienso en tu sonrisa, en tu boca,
en tus palabras,
pienso demasiado en ti
y por quererte tanto mi corazón
cabalga desbocado y sin riendas,
me has embrujado.
Soy como una luna triste
esperando el sol en su eclipse
como una canción de amor esperando su
bailada,
como esa guitarra arrumbada
deseando que alguien de nuevo la
acaricie.
Me pregunto mientras oigo el silbido
del viento
y las ramas del viento castaño
producen extraños chirridos
al rozarse si tú aparecieras otra vez
en mi vida
dibujando sombras ciertas
hacia mi alma triste y adolorida sin
ti.
Abriré causes nuevos,
derribaré murallas para que un alud
de mis palabras de amor desciendan
hacia ti.
Me pregunto en un torrente de lágrimas
como diluvio sin fin,
si te encontraré por aquella ancha
puerta
donde te esperaré siempre.
Y con un dejo de gozo y otro dejo de
lástima
por lo que tengo y por quien soy,
mis sueños se presentan sólo ante ti,
absorbiendo mis tormentas,
compartiendo mis pensamientos
que colman mi corazón.
En armonía con el viento
En armonía con el viento, susurrante,
fragante,
cálido,
entre vergeles escondidos
de diversos aromas me envuelve
y me iza haciéndome volar
a mundos desconocidos.
Por el alba aparece despacio,
en sigilo como un respiro
en su delicioso siglo de olores de rosa
en los pensiles del tiempo.
Me trae desde mi ayer
aromas de desolvidos de campiñas florecidas,
de desiertos áridos,
de playas extensas con granos de arena
que se filtran entre mis dedos.
En armonía con el viento me hace volar
hasta lugares lejanos,
me arrebata mi melancolía
y sacudiéndome toda mi cuerpo vibra
y late a su compás.
¡Cuántos trinos!,
¡cuántos cantos!,
entre márgenes verdes
que se mueven al unísono,
el río viaja entre frondas verdes.
En armonía con el viento
soy una mujer poeta
que entre sus vaivenes odas
compone de celestes temas
pero con sus ráfagas rápidas precipitadamente
borra apenas las escribo con plumas veloces
para que no se vayan
a su través a recorrer el mundo.
En las invernales noches,
sopla con fuerza
haciendo que las pálidas horas
pasen hasta los días descoloridos
de nubes pardas y de hojas secas.
En armonía con el viento sintiendo
pasar los nubarrones tristes con lloviznas,
me acurruco en mi lecho viendo
pasar hojarascas amarillentas
y bajo el pampero que las empuja
van arrastrándose tristes y yertas.
Con los ramajes sin esmeralda dedos fantásticos
que el viento quiebra los viejos árboles
que tiemblan y se resquebrajan.
En armonía con el viento,
la primavera sopla la brisa suave
que conmueve mi corazón
en el aura ahora fresca y matinal.
Vuelan los ritmos otra vez en aromas
entre cantos que tañen las ondas de plata del agua
quieta del lago y el viento llega a mi alma
buscando poemas que quiere llevar lejos,
al mundo entero enamorado de la vida.
Con inocente ritmo todo el paisaje canta
y este vagabundo viento entre el follaje
hace revivir amores pasados y del hoy.
En armonía con el viento,
en una ardiente orquesta en un alado vuelo de poemas,
canta la aurora y mi corazón
en su rítmico con cadencia inspirada
en un millón de notas
me subyuga por el amor que por ti siento.
Instante de amor
Instante
de amor,
breve,
brevísimo
pero intenso,
apasionado,
haciéndome
vibrar
todas
las cuerdas de mi cuerpo.
¡Qué
olor de azahares y madreselvas
a mi
pecho se derrama
al
sentirte en mi alma!
Eres la
luz que ilumina mi alma encendida,
me
enseñas la orilla de ese mar que descansa
y al
rayar el alba puedo tocar tu silencio,
instante
supremo,
despierto
el tormento de un amor sin fronteras,
sólo
instantes,
pequeños
espacios de presentes eternos.
Instante
de amor y dulces miradas
con
cálido encuentro a puertas cerradas
con un
mar de palabras no pronunciadas
y
caricias aisladas con un verbo inspirado
en un
mar liberado.
Al
llegar el ocaso de una línea de mi vida,
recordaré
ese instante,
único,
reflejándose
siempre
en el
espejo de mis pensamientos
y
besaré en silencio
que dio
vida al placer de sentir en mi alma,
tu ser.
Lo que
sentimos es un camino sin un principio…
ni un
final.
Fiel a
mis instintos y al deseo de vivir
una
experiencia mágica,
única,
distante,
sobrenatural,
te
escogí a ti en un breve instante y tú a mí,
con la
única protección de mi secreto…
tú
secreto,
corriendo
juntos los momentos breves
como
los más vibrantes del amor.
Instante
de amor,
suspiros
entrecortados
como
cantos de aves en enero al abrirse
las
amapolas bajo nieve,
invisibles.
Se
escucha el canto del gran hallazgo
que al
amor se le oye,
su
soliloquio,
claro,
sin
esperar que llegue ese día preciso.
Sólo
cuando el amor despierta,
me roza
por instantes aún en una noche fría
ya que
el impulso del amor brota
con
música de liras el don de alegrarse,
seguir
su ímpetu y conquistar
su
forma por el aire diáfano.
Instante
de amor,
breve
pero lento,
pleno
de placer y alegrías,
deja
lágrimas de emociones llenas de ti
y de mí
en surcos de pasión aclarando
tristezas
y llenando melancolías.
Lágrimas
por quererte,
secarlas
con sentimientos
que
perdurarán por siempre.
Y de
noche te sueño,
te
contemplo a mi lado
y te
miro sin saber que existes,
en
poder pensarte y te siento con amor,
aún sin
saber si estarás junto a mí algún día.
Instante
de amor,
sueños
que ilusionaron,
sonidos
que se soñaron,
miradas
que pretendieron poseerte.
Suaves
llegaron tus palabras
¡todo
ilusión,
pretender
que existes,
que me
amas!
Déjame
amarte aún sin tu saberlo,
amarte
es mi presente,
es mi
futuro,
sólo sueño
amarte porque amarte es mi ser,
es mi
vida,
es mi
anhelo,
mi
deseo más profundo.
Instante
de amor,
te hago
llegar en él mis palabras,
mis
sentimientos,
¡siéntelos!
y
búscame más allá del final del mundo.