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Ayer


Ayer

Ayer, no había desamor, hoy palpita mi sienes, vibra mi corazón porque te siento conmigo,
mi amor lejano, sin  vernos, ni tocarnos, nos amamos.
Ayer grité un alud de palabras para cubrir causes nuevos y derribar murallas.
Ayer mis ojos acertaban distancias y como un remolino mis dos brazos giraban,
desbrozando malezas o blandiendo una causa, encontrarme contigo amor.
Necesito ese amor que es todo en la vida el que da dulzura, ternura y pasión,
a través de ti siento que nuestras manos desde lejos asidas, con el mudo fervor de los que aman,
palpitan en nuestros labios besos apasionados y tiernos.
Soy una autora lenta, de viajes encantados, contigo a mi lado sin verte, pero sí sentirte.
Como buzo me hundo en el mar de tu regazo tras los corales liberadores del tedio y los racimos embriagantes de las sombras, que la sed de la sangre aplacan.
Hoy, mi ayer, siempre hoy, desfilan sin orden mis poemas en un mar de letras impresas siempre
y como una marejada leal en la que me interno con fragor y total amor.

“Nos sirven Hoy las palabras mágicas,
estamos enamorados en dos ingredientes
siempre y únicos”

Vivir


Vivir

Alguna vez, aunque tarde mi verso debía escribirse,
que la vida para mi es inviolable, es todo para cada ser humano.
Me di cuenta al estar en un pequeño paso para irme, pero los ángeles me cuidan
 desde los tiernos días de la infancia, no quisieron que me fuera.
Necesito que mis palabras sean exactas y vívidas y los silencios largos.
Intrépido el corazón y la alta frente  desvelada, con ternuras compartidas,
mis pensamientos y mis versos serán siempre compartidos.
Debo mirar el campo verde en la soledad, el mar tranquilo y brillante y el mundo delicioso,
de las flores y pájaros por doquier.
Vagar siempre guiada por la luna inventadora de duendes, lobisones y fantasmas.
¡Las golondrinas me vieron cambiar suspiros y llantos por amores imaginarios ,
que las tizas perpetuaban!.
Ahora me siento atada con lazos de ardientes claveles y mi corazón sigue bebiendo de la misma fuente aunque el tiempo está cuajado plenamente de vicisitudes,
no me dejan ver un cielo azul celeste.

“Dos almas se comunican
 en azarosa lucha
pero igual se aman”

El Fin


El Fin

Siento agua en mis ojos y nueves de viento en mis manos.
Siento en mis pies enloquecidas alas y jilgueros de música en mi garganta,
siento que todo en mí  quiere volar.
Quiere ir a un arroyo rumoroso, quiere enredarse en un balcón de arrullos grises.
Y perfumes amarillos tipas y palomas.
Me atraen desde la distancia que es verde y es planicie pura,
me llevan en sus brazos de hojas frescas y de aguas de espejos cautivantes.
¡Al fin me ponen en los tuyos!
Me ahogan tus ramas de piel caliente.
Me sacude el elixir de tus caricias, cual sublime pájaro de fuego.
Quiero que aturdas todos mis sentido, quiero sentir un cerco,
que confunda mi cuerpo con tu carne me aliento con tu boca, mi piel con tus ojos,
de humo y de miedo son final.
Comúlgate conmigo, apaga el viento que delira.

“Es tu voz un bálsamo dulce
que me busca,
en oscura lejanía”