Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 13 de abril de 2016
Te añoro
Te añoro
(En el aroma del recuerdo
y en la brisa fresca
que trae memorias)
Te espero
Te añoro
(En cada mirada,
en cada sonrisa,
en la frescura de tus besos)
Te espero
Te añoro
(En cada destello de ilusión
con la que mi alma vibra)
Te espero
Te añoro
(En mis días largos
y en mis noches tristes)
Te espero
Te añoro
(En el gran vacío
que dejaste en mi corazón
y en mi alma)
Te espero
Te añoro
(Aún
en la soledad de la noche)
Te espero
Te añoro
(Desde la lejanía
distante e inconmensurable)
Te añoro
Te añoro
(Desde
distancias sin tiempo)
Te espero
Te añoro
(En los rincones de mi esperanza
para que me salpiques de ternura)
Te espero
Te añoro
(En el trueno y en la luna,
en la lluvia torrencial
y callada)
Te espero
Te añoro
(En los confines del orbe,
en el silencio del cielo)
Te espero
Te añoro
(Entre imanes de imágenes
y en la oscuridad
que me envuelve)
Te espero
Te añoro
(Entre los bosques umbríos
que entrelazan sus raíces)
Te espero
Te añoro
(En el refugio cálido
de mi corazón enamorado)
Te espero
Te añoro
(Navegando en mis recuerdos
de nuestro amor vivido)
Te espero
Te añoro
(En mis tardes desoladas
y mis crepúsculos de ensueño)
Te espero
Te añoro por el beso secreto,
en lo sublime de lo oculto,
en el mar en calma,
en la tormenta,
en el viento que canta,
en el silencio vacío,
en el abismo del océano,
en el mismo cielo.
Te busco y te espero.
Euforia
Euforia,
se siente en el ambiente turbulento
y por ello mi alma tiembla,
se hace borrosa la visión
al caer del lagrimal el dulce despertar
de mi exaltación al pensar en ti.
Euforia,
siento,
euforia optimista al entender a la lluvia
que cae y la tierra abraza.
El bienestar me inunda,
es el amor que hiciste nacer en mí.
¿Qué voy a hacer?
si a cada momento,
pensando en tus ojos,
me viene el recuerdo
de que soy tuya para siempre…
y siento una euforia en todo mi cuerpo…
Es la sensación del entusiasmo
que nace del pensar en ti,
¡estoy eufórica!
¿Sabes lo que es eso?
es éxtasis,
arrobamiento,
delicia de optimismo cierto.
Euforia,
ardor, pasión,
¡quiero ser feliz!
Espero el momento que está por llegar,
de amoroso encuentro.
Euforia,
los versos que en mí,
estaban guardados,
abren las alas y vuelan por ti y para ti,
levantando un tembloroso remolino de cadencias.
Euforia,
vuelen,
vuelen mis versos hacia todas partes,
buscándote a ti,
unos van a los jardines
y unidos a las abejas
oyen y aprenden el dúo
que en la flor recién abierta,
el perfume y el color,
misteriosamente elevan.
Otros,
en plena euforia,
se rompen las alas
en la transparente esfera
de la gota de rocío
en la que absortos contemplan
la imagen del cielo unida
a la forma de la tierra.
Versos que vuelan hacia ti,
mi amado,
en su euforia de entusiasmo,
cruzando el éter,
bebiendo luz en las estrellas,
dormitando en el silencio
blanco de la luna llena.
Otros,
cabalgan en los cometas,
son los versos más audaces,
los que me llevan a gozar
pasiones imprecisas.
Otros,
pensativos te buscan en tu corazón
y como en ecos silentes te dicen
¡te amo!.
Euforia,
exaltación de vida,
voy hacia ti
ansiosa de que tú digas y gritas
¡estoy buscándote a ti!
y que en todo el universo
esas palabras conmuevan
con voz de música y brisas de primaveras
al númen que llega
y se queda enmudecido en mi interior
habitándolo en el ideal del poeta.
Y las frases se evaporan
o se consumen en las cuerdas de la lira,
el amor las envolvió y las escondió
en un ensueño lejano y cada estrofa
llevó en una nube,
flotando en ella,
con luz de estrella
¡Versos!
¡Versos para ti,
ascended hacia él y en las estrellas
verted el amor que me inspiró.
Herida de amor
Escuchemos juntos
una dulce melodía,
armoniosa que nos
permita
danzar juntos con
ansias
de seguir viviendo el
hoy
hacia un futuro pleno
de promesas.
Herida de amor,
mis pasos te seguirán
buscando
como visiones de
sones acompasados
y correré a regiones
ignotas
en un pentagrama
vacío que busca
y no encuentra sus
notas
que en lejanías se
esconden
y se guarecen
en frondas de tupidos
follajes.
No lo entiendo,
no logro entender
como se puede herir
de esta manera,
¿por qué después del
sol radiante,
la fría noche se hizo
eterna?
y él, en quien creí,
estalló como una copa
de fino cristal en
mil pedazos
que impregnaron el
aire
en un vacío
irrecuperable.
Ciertamente prefiero
lo que parece ser
amor
y dejarme cegar con
tu infinita
luz que me consume.
Herida de amor,
cuando escucho tu voz
y mi corazón lleno de
lamentos
comienza a golpear
aceleradamente mi
pecho.
Quisiera tener alas
para volar
y estar a tu lado
para acompañarte y
apoyarte.
Cuantas más piedras
te arrojen más alto
haré mi pedestal de
gloria para ti.
Lo importante es
levantarse
¡fuerza!
¿Por qué siento que
mi mundo
está apartado entre
soledad
de soledades
entre mil noches sin
lunas?
Herida de amor,
la lluvia desgrana
el gris de tu mirada,
mi angustia se prende
en cada gota
agonizante.
Herida de amor,
tú me regalas el
recuerdo de tus ojos,
plomizos y
aleteantes.
Eres el fino aliento
de la aurora
y un abrazo de
sentimientos mansos.
Herida de amor,
eres en mis días de
tormenta,
claridad que perfora
nubes.
Herida de amor,
eres la placidez del
agua
que en mi piel
revolotea
y mi sangre te llama
y te siento mío para
siempre.
Corazón con alas de
ciudad.
Voz de horizonte y de
queja solitaria.
Ojos de jacarandá
madurados en la
nostalgia.
Herida de amor,
no quiero que el sol
me despierte,
quiero seguir soñando
contigo,
tu recuerdo y tu
figura
las tengo en mis
ojos,
clavadas como dos
luceros,
te tengo a ti en mi
alma
y prendido en mi
corazón.