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No me preguntes nada


No me preguntes nada,
Sólo ámame como tú sabes amarme
Y yo te responderé con igual intensidad.

No me preguntes nada,
Abrázame,
Necesito todo de ti,
Soy ese amor secreto a oscuras,
Soy un fantasma en tu vida,
Que siempre se desvanece en el aire.

No me preguntes nada,
La noche está por comenzar
Y soy tu amiga, amante de la oscuridad.

No me preguntes nada,
Soy toda tuya, abrázame con la luz del alba,
Debo partir dejando entre tus brazos mi existir
Y si alguien te pregunta por mí,
Le dices que era un sueño irreal y mágico.

No me preguntes nada,
Nuestro amor creció entre los dos
Con una pícara sonrisa
Y creció diariamente con un dulce entretenimiento
Cosquillante, con ansias de estar juntos.

No me preguntes nada
Pienso en tus caricias
Y tus caricias corren hambrientas
Sobre mi piel dormida.

No me preguntes nada
El silencio me trae tus ojos de perlas
En oleadas temblorosas de viento y humo
La esperanza de que vienes pronto, muy pronto.

No me preguntes nada
Y el silencio me trae el murmullo de las olas
Las oleadas del viento
Los anhelos de que vienes pronto.

No me preguntes nada
Pienso en tu sonrisa, tu sonrisa está conmigo
Esta clavada en mis ojos por siempre


No me preguntes nada
Me niego a despertar
No quiero ver la soledad detrás de tu perfume
Que se niega a partir.
Ayer acaricie el pétalo de tu nombre
¡¡ Que extraño fue!!

Anhelo frustrado


Anhelo frustrado,
creí en tus falsas palabras,
melodiosas,
seductoras
         que acariciaban mi alma,
pero eran tan sólo
palabras vacías de amor.

Y llegó el fin,
donde no quiero ni nombrarte,
ni pensar en ti.

Sólo, ser humo en tus ojos
y del mundo sin ti,
el final.

Anhelo frustrado,
no veré más tus ojos
que me quemaban hondo,
que me mataban con su gris ausente
con tu piel de vientos
y tu pasión de locos.

Anhelo frustrado,
tu amor me ató
y me desató
en cada lujuria de tu mirada errante.

¡Basta de seducción!
procaz y sin verdades ardientes
y yo quedo con el desgarrador recuerdo
de tus ansiados besos.

Creaste música blanca,
para conquistarme en plenilunio,
consumiendo mis temblores,
devorando mis gritos
bajo tu piel fantasmal
y traicionera
que aún me ahoga desde esta distancia
tan presente.

Y aún estás
rezagando mi camino
con cadenas y cerrojos en mi vida
para que nadie pueda entrar.

¡Basta!
vete ya de mis recuerdos
tu nombre ya está guardado en mis joyeles.
No leeré ni una letra tuya,
no me escribas para que yo desborde
y me consuma en fuego.

¡Déjame en paz!
con mi silencio flotando sobre el agua
que mana de mis recónditos adentros,

Balanceándose en mi frente una corona
por donde el aire se escapa de mis dedos
y no saben ya mis labios
la palabra que una
tus oídos a mi verso.

Anhelo frustrado,
fueron por momentos
anhelos amados,
ilusionados,
vibrantes,
ahora sacúdanse
de las bases de mi sangre
y que tu nombre desaparezca
contra el cielo
y desnudándote camina sobre el muro
que cerca mi silencio.

Tú ya no estás más en el verde
levantado del árbol
donde perdí mi albedrío,
ni en el viento caliente del estío
ni en la orilla del mar enamorado.

Amor frustrado,
perdido por siempre
sin sentir ya más el cercado de tus ramas
amaneciendo,
  ya renovada y sin fe en ti.

Tuya soy


Tuya soy,
tiéndeme tu abrazo,
¡ay!, ¡cómo te necesito,
apóyame, respírame,
grita que me amas!
Cascarón de hojas,
vahos de campo,
de vida, de viento,
de lluvia.

Hueles a cuerpo húmedo,
mi pasajero fugaz,
necesito tus besos apasionados
con sentimientos profundos y tiernos.
¿Cómo  puedo pensar o decir esto?
¿Casi sin respirar o atontada?
Cada día quiero más de ti.

Tuya soy,
hoy y siempre,
no te pierdas en lo venidero,
a ti me acerco en tu presente.
Ser es estar siendo.
Prisa, apetito de las lejanías,
torpe atropello
de las largas dulzuras del minuto,
da tiempo al tiempo.
¿A qué darle palabras de amor
al poema si lo estoy siendo?

Tuya soy,
mi amor es lento.
El caudal de mi dicha eres tú
y como el del agua fluyen parejos,
lo que ellos hablan
y la espuma dice suenan de acuerdo.

Tuya soy,
tan sencillo es quererte
que a veces se me olvid
a que vivo de milagro el amor fabuloso
que al cargar sobre ti ingrávido se torna
y como lo redimes de sangre o de tormento,
por fuerza de tu pecho,
con corazón de magia,
siento la ilusión de que estás conmigo,
muy cerca,
a mi lado.

Tuya soy
encuentro la ternura
en que se injerta el color de tu piel
que me soborna y adoro tu palabra
que trastorna y apura mis sentidos
buscándote siempre.

Pienso en acariciar tu pecho al descubierto
y todo lo invisible que te rodea,
me complazco en la luz que te contorna,
muerta de amor en lecho enfebrecido,
pasto de celo en huerto clausurado,
corazón por tus flechas percutido.

Tuya soy,
hambrienta de amor
soy una llama que por ti clama.
Un agua no pausada sí cantada,
se allega por tus manos a mi pecho,
¡oh ríos sin espuma,
tan alzado,
que moja las puertas de mi cielo!

Tuya soy,
los signos de tu grave y dulce voz
me reclaman a cada instante
y despiertas mi ternura
y mis requiebros.
¡Qué umbría en verde valle,
qué collados!,
¡qué rama sumergida en niebla y cielo!

Tuya soy,
tú eres la música de mi vida
en todo mi tiempo.
¡Te ansío ya!