Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 24 de abril de 2016
Verdades Punzantes
Verdades Punzantes,
fuertes, desquiciantes, traicioneras,
avasallantes, son las que dijiste al irte de
mi lado.
es difícil aceptar esta horrible desazón,
de que realmente no estaremos juntos,
que probablemente tienes un nuevo amor.
Sin embargo lo acepto a pesar de ser,
una
verdad en llaga vivía
y de igual forma me quema.
Verdades Punzantes,
el amor que sentía por tì,
tú lo enviaste a la condena.
no te culpo en absoluto de querer a otra,
no puedo obligarte a estar conmigo,
ya que terminaría con el corazón más roto.
me confundiste,
por culpa mía es por dejarme llevar,
sin las consecuencias proveer.
No eres culpable,
sólo lo soy yo,
realmente nunca me quisiste,
pero yo no llegaba a la aceptación.
un dolor punzante al sentir la verdad,
no estábamos destinados,
en la pura realidad.
Verdades Punzantes,
el dolor punzante aún sigue allí,
deseando que se extraiga, se apague, se
termine.
no deseo más pensar en ti.
ahora me he resignado porque el cielo me tiene
presa,
¡Cuánto anhelo la libertad!
¡cómo la añoro y la deseo!
Pero ahora ¡qué desterrada, qué solitaria
es estar donde uno está!
Pasa el viento y me quiere llevar,
a dónde he estado.
pero yo no quiero cielos nuevos,
yo quiero estar donde estuve,
contigo, abrazada haciendo el amor intensamente.
contigo, volver.
Verdades Punzantes,
¡qué novedad tan inmensa esa,
volver otra vez!
Repetir lo nunca igual de aquel asombro
infinito.
y mientras no vegas tú,
yo me quedare en la ruta de los vuelos,
de los sueños, de las estrellas,
impasible frete a la cruda verdad,
la cual debo aceptar.
Porque sé que dónde estuve,
ni alas, ni ruedas, ni velas, me volverán a
llevar.
estoy extraviada, porque sé que,
en donde estuve sólo se va contigo.
Verdades Punzantes,
El canto mío que se ha escuchado a lo lejos,
acompaña mi quebranto
y alumbra el amargo llanto,
que brota de mi corazón.
Me llevan los astros a buscar tus besos,
saben que tienen sabor a los zumos del mundo,
¡qué gusto negro y denso, a tierra , a sol, a
mar!
Los besos se quedan un momento indeciso,
entre tu carne fría y mis labios,
por fi los arranco porque no sé si eran para
mí.
Porque o sé nada,
¡son estrellas con signos, con cadenas o
auroras.
La vida sin ti
La
vida sin ti,
mi
vida sin ti ya no es lo mismo,
te
extraño tanto que mis entrañas crujen de dolor y de pena.
Eras
el abrazo enternecido,
aventando
arrepíos solapados,
en
mi corazón estremecido por designios de mí,
sino
infausto.
Eras
mi amor cada día.
Aliciente
a mi sinuosa vida,
mi
socaire eras acrisolado en dulzura.
La
vida sin ti,
no
tiene más sentido,
tú
eras la constante alegría,
acrecentando
cada día mi incipiente ilusión.
Rutilabas
en mi corazón con total ímpetu.
Ahora
eres insondable suspiro
y
sólo te vislumbró tu figura entre las nubes grises y lejanas.
No
he podido hablar contigo,
en
realidad no importa que tenga que callar mi boca,
pero
mi alma quiere hablarte,
no
te deja un momento en el olvido.
La
vida sin ti,
no
he podido ver tus ojos,
no
caminar a la par de tus andares,
no
he ido solitaria, a amargarme a nuestros lugares.
No
he podido escuchar tu voz que siempre es preludio,
de
un mar de amor incontenible.
No
he podido hablar contigo,
estás
envuelto en tu capullo volando por el cielo
y
por ti mi alma rota y quebrada muere por el suelo.
no
he podido hablar contigo,
dime
que de ti solo recibiré tu olvido,
pero
no guardes silencio.
Ese
… ¡sí es castigo!
La
vida sin ti no tiene sentido,
vivir
sin ti es vivir sufriendo.
La
vida sin ti,
y
perdidas las nubes que yo quise sujetar en el cielo,
clavadoras
con miradas más alto se fueron.
Y
las alegrías del querer y las angustias del estar aun queriendo poco
y
las ansias de querer, quererte, más.
Todo
por perdido,
todo
en el haber sido antes,
el
no ser nunca ya.
Mi
vida sin ti,
es
un mundo vacío,
sin
tus miradas, tus besos, tus caricias
y
vivo asustada con miedo desde que me dijiste te amo,
pero
todo era falso ,apariencias, retrasos, cortezas inocentes
y
estaba detrás , despacio, madurándose,
al
compás de esta ansia que lo pedía en vano,
la
gran delicia: el sí.
Amor
vivir sin amor,
¡qué
gran catástrofe!
Todo
hacia atrás la vida se va quitando siglos,
frenética
de encima,
desteje
los minutos galopando su curso lento antes,
se
desvive de ansia de borrarse la historia,
de
no ser más del puro anhelo de empezarse otra vez.
La
vida sin ti no es vida,
es
vida que poco a poco se va apagando.
Me dijiste adiós
Me
dijiste adiós,
Sin
una lagrima en tus ojos, Ni tristeza en tu corazón,
Me
sentí acongojada, lastimada,
Herida
en lo más profundo de mi alma,
No
pretendí nunca que me amaras por siempre,
Pero
si cuando ya no te animara el sentimieto hacia mi,
Me
lo dijeras sin causarme este profundo dolor.
Me
dijiste adiós
Al
cabo de un segundo después que me dijiste adiós,
Me
estaba muriendo,
Seres
inanimados robaron mi vida,
La
incertidumbre golpeaba en mi pecho,
Al
cabo de un segundo, la fuerza de mi amor hacia ti,
Me
sacudió profundamente y logre el espacio del silencio.
Me
dijiste adiós
¿Cómo
podré iniciar el principio de mi vida sin ti a mi lado?
Entre
las leyes de lo negro y blanco,
Entre
el conocimiento que me abarca el próximo instante de la luz,
Del
sí o no, en la circunstancia,
Si
tu adiós escurre mi espíritu en un gélido invierno.
Me
dijiste adiós
Si
al paso encuentro las cadenas,
Desde
mi cierta inocencia envuelta en sangre
Y
telas de arena bajo la gris sabana
De
mi lecho sin ti.
Me
dijiste adiós
¿Cómo
podré andar?
En
esta noche de lastima,
Sacúdete
bajo las sombras de mis manos,
Que
me esculpen entre la humedad y el polvo.
Me
dijiste adiós
Miro
pasar la sombra,
Un
reverso de luz donde nunca he sido nada,
Noches
¡Oh prodigio!
Tus
manos dejan las mías sin prisa pensativas,
Aplacando
alabanzas,
Sin
arpa ni música,
Bajo
esta ceremonia de dolor.
Me
dijiste adiós
Miro
mi vida,
Y me
dejas escribiendo estos versos,
Donde
no vuelvo a reír,
Donde
la roca profundiza en mis raíces,
Silencio,
culpa,
Mis
ojos tristes y este amor que llora a tus pies.