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Mis ansias de amar


Mis ansias de amar
me llevan en la imaginación
al lugar que siempre soñé y nunca encontré,
en mi afán por querer llegar
me hacen recorrer el mundo mágico de la ilusión.

En mis sueños aparece tu figura esbelta,
obra de huida suave
y acariciada con mi aliento.

Sigo de amores arrebolada,
de aquellas esperanzas
de apasionados amores.

Fui sed,
mis ansias límite,
mi camino indeciso
necesita tus palabras de amor,
tus caricias,
tus sonrisas.

Somos una luz
que se encontró con otra luz,
mis ansias de amar
iluminan el mundo dentro del alma
como mi alma del alma pervive
el prodigioso saber que nos hallamos.

Ha sido tan hermoso
que no sufre memoria,
como sufren las fechas,
los recuerdos dolorosos,
las líneas sin disculpas,
sólo  con nombres y reproches.

Mis ansias de amar,
nada en este milagro
podría ser recuerdo,
es parte de la eternidad,
sólo vale vivir hacia ese dónde,
queriéndolo,
buscándolo.

Mis ansias de amar buscan tu alma
y las siento llegar como espejuelos minúsculos
que desde lejos se van acercando en puntas de pie,
reflejados en aguas temblorosas.

¿Acompañas las ansias?
¿Son como la música que junto a ti se acerca?
¿Están lejos?

Creo que ese inmenso querer de estar contigo
se llama amor
y es profundo
y desesperado de besar sin tocarse.

Mis ansias de amar,
no más ojos arrasados de llanto,
sólo risas y cantos
porque tú estás cerca
y yo como una aurora virgen
te espera con gozos primeros y nuevos
como en un paraíso de los tiempos del alma
y te percibo nítido y a mi lado.

Toda alada de olvido
y en mis sueños llegas,
pasajero de labios
cuando desde mi alma siente la tuya
estar a mi lado y ser ya dos.

Como tú nadie me amó


Como tú nadie me amó,
con ese amor intenso y profundo
animando cada frase de amor
con todos los sentidos
puestos en él.

Estaba vacía y sola,
sin percibir la plenitud del amar,
pero llegaste tú y con un ¡te amo!,
hiciste sentir
la emoción que siente el alma
al ver nacer
la estrella primera.

Como tú nadie me amó,
tus frases de amor calaron hondo,
penetraron en mi alma
y llegaron a mi corazón
y se prendieron infinitas estrellas
en mi pecho quieto
y adormecido hasta que tú llegaste.

Como tú nadie me amó,
despertaste en mi alma
como un río que corre hasta sus orillas,
mis ansias de amar.

Eres mi alegría,
alegría cálida y áurea,
eres mi sol,
eres mis mañanas y mis noches,
mi dulce secreto eterno.

Como tú nadie me amó,
ente remolinos y vientos
me llevaste a playas lejanas
donde juntos soñamos
en mil amaneceres plenos
de caricias y ternuras,
nuestros cuerpos fundidos
se hicieron sólo uno
y nuestras risas llegaron
al borde del mundo.

Como tú nadie me amó,
me distes la claridad
de ver el mundo completo,
sin faltas ni sombras
en la luz clara del día,
pleno de amor compartidos.

Tú,
mi amante,
eres mi sueño cumplido,
el amor perfecto,
sin ataduras.

Eres la respuesta
a mi razón de vivir,
de soñar, de llorar,
de reír, de amar,
de cantar, de escribir,
quisiera gritar
desde lo más alto de una montaña
¡te amó!,
y que se escuchara el eco
por todos los cielos…
porque tú siempre estás en mis pensamientos,
en mi corazón,
en mis sentimientos,
en el sol,
la lluvia,
en cada lágrima,
tú eres mi felicidad,
mi todo.

Como tú nadie me amó,
apareciste en la agonía
de la espera eterna
y entre mil ternuras
me envolviste inspirando
poemas de amor nacido del alma.

Volver a empezar


Volver a empezar
la eterna aventura de vivir,
ya que mi vida sin ti
no es posible.

Debo darme el tiempo que merezco
ya que él vuela raudo,
veloz, rápido y silencioso
pero se detiene entre mis brazos
que te esperan.

Volver a empezar,
borrando las huellas
del pasado ignoto,
camino ya recorrido
buscando senderos claros y luminosos
para encauzar mi vida.

Quiero volver a empezar,
como en nuestros primeros días,
con amor que inunde nuestras almas,
compensando las horas pasadas.

Volver a empezar
con nuevas ilusiones
que me den cobijo seguros
y nidos cálidos
plenos de dichas permanentes,
sin temores ni miedos,
sí unidos, congraciados,
congratulados en dos nuevos seres.

Volver a empezar
mis suspiros te buscan
con suave textura,
como terciopelo inquieto,
que te envuelven en mil caricias
como hilos transparentes,
traslúcidos y tenues.

Necesito tus besos cálidos y profundos
y tus abrazos
como apretados tallos
en susurros ondulantes.

Volver a empezar,
acariciar,
sí,
acariciar,
con suaves toques de amor
sin preguntas del silencio,
solo respuestas que vienen y van,
de amor a mirada.

Volver a empezar,
¿cómo?
¿Nada quieto y todo en calma?
Sí,
sólo gozando a pleno
como galardón de un esfuerzo,
sí entre los dos admiración,
compañía,
contacto,
roce de virtudes.

Volver a empezar,
con expresión de júbilo,
de alegría,
de risas y de besos
con nuevas perspectivas
libres en nuestra intimidad
que tienen una lágrima
para cada instante,
lágrimas de felicidad,
de gozo y canto.

Volver a crecer
es empezar a crecer juntos,
unidos por tiernos lazos
para madurar viviendo cada día
un poco más.