Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 7 de mayo de 2016
Nuestro tiempo es hoy
Nuestro tiempo es hoy,
este segundo,
este instante,
porque las vidas para ser fluidas
cantan con los pasos.
Hoy estoy aquí pensando en ti,
no es la tensión,
la melodía de la vida,
no es la postura
que se tiene como permanente y constante
de cansancio y tristeza,
no está hecha la vida
para romperse cada día,
¿Adonde se va viviendo
un hoy que fue ayer?
Busco y contemplo
con ansias el amor del Hoy,
el que me sorprende
con su mirada de ternura y mimos.
Y en la medida que el ser se entrega…
¡a través de él!,
se traduce la fuerza que le anima.
Nuestro tiempo es hoy,
te necesito en este momento,
anhelo tus besos,
tus caricias dulces,
tus abrazos profundos
y como en el transcurso suave
de cada día ir tras el amor esperado,
anhelante,
ese algo que penetra en cada respiración,
en cada suspiro,
¡que se da en cada sabor!
Nuestro tiempo es hoy,
que se balancea en cada visión,
¡que canta!…
en cada palabra,
en cada verso,
que nos inunda
en todo nuestro interior.
Nuestro tiempo es hoy,
quisiera detenerlo
para mirarme en tus ojos,
para contemplar tu sonrisa,
hoy quisiera caminar sin prisa
mientras se moja mi cara con la brisa
y despertarme contigo cada mañana.
Nuestro tiempo es hoy,
no me pidas más
del que te puedo dar,
quizás mañana ya sea tarde,
el amor al pasar
no se va a detener al verte.
¡Que haya en nuestros tiempo sensibilidad,
entendimiento y amor mutuo!.
Nuestro tiempo es hoy,
sin limites ni fronteras,
si
de ilusiones y fantasía.
Te estoy queriendo
Te estoy queriendo
más allá de todo
y observo embelesada
las débiles hilachas
que aún me unen al mundo natural.
Cuanto más te quiero,
más amo esa inefable vida
que un día muy cercano
tejí de la nada para estar contigo
y ya no se disolverá ni desaparecerá
porque las canciones y poemas
nos unen entre palabras y pausas.
No se de donde vino este amor,
ni me inquieta el futuro,
¿puede ser la plenitud del todo?
Es posible que así sea.
Te estoy queriendo
cada instante más
y sí en otro plano
es posible cultivar emociones,
sólo quiero seguir enamorada,
ser minúscula parte de la armonía absoluta,
de esa naturaleza
que nos lleva al amor.
Te estoy queriendo
y como un fuego eterno
me invade con pureza
el sentimiento nuevo de amar
sin temores ni miedos,
sí con esperanzas renovadas.
El cielo ahora de color azul pastel,
día tras día sin nubes,
con la única variación
de una serie de matices,
me lleva hacia ti
y entrecierro los ojos para verte
aún desde esta lejanía
como un río de visión.
Te estoy queriendo
más allá de los sueños,
más allá de la realidad
y con sólo escuchar tu voz grave,
sonora y única en la distancia,
te acercas.
Te estoy queriendo,
golpeaste con tesón la puerta de mi alma
y ahora sólo está cerrada a tanto amar
y aún sin sentir tu existencia,
aún sin respirar el aroma de tu piel,
cierro los ojos
y logro ver tu mundo interior.
Te estoy queriendo
y mis versos deben decirte
lo que para mí eres,
báculo de flores,
lámpara de luz indefectible,
mi compañero de palabra exacta
y silencios largos,
con intrépido corazón
y alta frente desvelada.
Por eso te estoy queriendo
con ternura y paz,
insólito momento éste
que estamos viviendo
tú y yo.
Te estoy queriendo
tanto porque me impregnas de rocío
que cae del sereno
cuando en la madrugada
se está bañando el alba.
Te estoy queriendo.
¡Mira de qué manera!
Será porque mis miedos
todos los ahuyentas,
llenas los espacios vacíos de mis años,
compartes añoranzas de tiempos
que se han ido.
Te sumerges en mi oasis
de aguas cristalinas para bañar
nuestros sueños.
¡Te estoy queriendo…
mira cuánto te quiero!
Ser
Ser
para ti lo anhelado,
lo
esperado,
el
amparo en tus momentos de tristezas,
la paz
en el umbral de tu vida.
Ser
fiel reflejo en la claridad
del
alto espejo donde nos miremos juntos,
llenando
tus ojos con el cielo infinito
del
sentir el mutuo amor
que
siembra en nuestros corazones
llamas
de rosas entregadas al viento.
Ser
tuya,
toda
tuya,
entregarme
en tus brazos cálidos,
perfumados
de espigas
y que
tus manos me guíen
a las
cumbres del lucero.
Ser el
reflejo de tu sonrisa,
flotando
en el devenir continuo de la vida,
tu paz
de intactos cristales
liberados
de ruidos y de sombras.
¡Ah!
¡Si
pudiera ser el manantial de tu dicha,
que
suavemente mane
para
sentirme amada y protegida!
Ser tu
espera y tu cercanía
para
que mis palabras
te
lleven a mi silencio
y entre
suspiros entrecortados
hacerte
sentir el amor que me inspiras.
Ser en
ti todo sentido,
todo un
pensar
y
grabarme en tu mente,
estar
en tu corazón,
en cada
latido y convertirme en tu presente.
Quiero
ser parte de ti
en todo
momento,
dejando
tus espacios libres
pero sí
podernos fundir en un mismo fuego,
ser un
solo cuerpo
en una
misma esencia.
Ser en
tu vida
algo
más que un instante,
algo
más que una sombra
y algo
más que un afán,
sí ser
en ti mismo
una
huella imborrable,
un
recuerdo constante
y una
sola verdad.
Ser en
tu vida
una
pena de ausencia
y un
dolor de distancia,
algo
más que una imagen
y algo
más que el ensueño
que
venciendo caminos llega,
pasa y
se va…
Ser en
tus labios la risa,
ser el
fin y principio,
la
tiniebla y la luz,
la
tierra y el cielo