Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 9 de mayo de 2016
Pasado lejano
Pasado lejano,
A veces pienso en ti en forma callada
y miro en el espejo para que me incite a soñar
y aún siento tus manos entrelazadas en las
mías.
¡cómo te siento en mi pensamiento!
Pero son tan sólo recuerdos de un pasado muy
lejano.
Cuando tú me diste del día… el sol,
De la claridad… la luz,
De la noche… su calor.
Pasado lejano,
como un día me diste lo mejor de tu amor,
con intención solemne y segura,
te fuiste para siempre y olvidada me dejaste.
Inútil héroe blanco con venas sin estrenar,
dejaste de lado mi amor puro y total,
que se rompió en mil cristales,
pequeños espejos del ayer.
Pasado lejano,
Tú ingrávido, leve,
eres tú solo para vivir en el cielo monosílabo
del puro arraigo,
de la chispa que con nada se prende.
Así vivirás, yo en cambio en mi silencio
siento tú presencia en mis sueños,
A la cual añoro siempre.
y como un tierno gorrión te abrazo
y te tengo junto a mí
¡ qué lejos de lo acabado!
Pasado lejano,
a veces en la quietud de la noche,
pienso y recuerdo cada instante vivido
contigo,
siento las caricias del viento en mi piel
y simplemente vuelvo a creer
que aún en silencio estamos juntos.
Pasado lejano,
a veces e mi mente se renuevan tus recuerdos,
aquellos que gozamos plenamente al amarnos,
los que nunca vendrán a separarnos,
yo errante solitaria por el mundo,
tú en tu sendero hacia tu descanso de un amor
desquiciante
y
frustrante para ti.
Pasado lejano,
llevo a cuestas un amor herido en la espalda,
por un fracaso que ha sido la desilusión de
los dos,
no teniendo valor para mirarnos de frente,
un solo instante fijamente a los ojos.
Pasado lejano,
sólo te pido que un instante más,
tus pasos vuelvan a mí, un instante más nos una
y nos separe,
un instante más su término declara
y un instante más
aún en un silencio absoluto sus límites
augura.
¡ qué bien nos hace la ausencia ,
cuando nos estorba el cuerpo!
no quiero encontrarte nunca
no
quiero que desperdicies tu vida viviendo lo que imagina mi sueño.
¿A dónde se fue tu amor?
¿A
dónde se fue tu amor?
Se
perdió lejos, muy lejos
entre
los copos de nubes al horizonte
donde
el cielo y el mar se juntan
debí
dejar mi soledad bordada sobre tus labios,
así
no me olvidarías.
El
corazón desafinando instrumento de la tristeza
Marcará
el ritmo de la luna
deshaciéndose
gota a gota
sobre
tu cuerpo escondido
y un
beso de plata recordaran las nubes
sobre
tus parpados.
¿A
dónde se fue tu amor?
¿ Es
que acaso no sientes mi canción
que
susurra sobre tu piel instrumento solista de la nostalgia?
miro
el cielo en las estrellas
y me
pregunto en donde estas,
queriendo
una respuesta en ellas,
pero
estas solo brillan sin cesar
¿A
dónde se fue tu amor?
me
vuelvo y pregunto a la luna
¿acaso
ella sabe de tu paradero?
pero
ella esta inmóvil, y muda,
sin
importarle mi sentir verdadero.
¿ A
dónde se fue tu amor?
Tal
vez mas allá en el horizonte
llegue
algún día a encontrarte
Pero
tú te ocultas arrogante y altivo
Para
esconderte bien lejos de mí,
tratando
de ser simplemente
un
trazo leve y volátil y mi vida toda
¿Dónde
se fue tu amor?
¿Acaso
a te has perdido y te has ido
al
camino del olvido?
Cuando
el cielo se afina,
el
conjuro de un sutil cosquilleo de flautas
y la
última estrella remisa
abandona
su puesto de guardia,
en ese
momento me gusta perderme en el aire
como
un reportero del alba,
siempre
buscándote con el alma perdida y liviana
esta
es la carta decimosexta para ti mi amor
pero
nunca la leerás
no
llegara a tus manos,
solo
sentirás un susurro leve , volátil
de
que esta alma te seguirá amando hasta que
el
todo poderoso tiempo la lleve volando.
Miedo a perderte
Miedo
a perderte
Ahora
que te nombro y te reclamo,
Se
aleja un rudo embarazo de silencios
Entre
tu cuerpo y mi presencia.
No
te vayas, tú eres para mí la vida entera
Recorres
mis sentidos sin orillas.
Miedo
a perderte
Eres
en mi otoño un viento adolescente en primavera
En
la estupre de mis cantos se levanta
Y la
sangre convoca en apetencia.
Te
nombro a cada instante
Y te
invoco con pasión y deseo, no me dejes.
Miedo
a perderte
En
las duros biseles del silencio
El
calor de tus hombros enlazaba
La
cima de los cielos con la tierra.
Crecías
hacia adentro, mi piel con tu belleza
Y al
roce, y al llamado de tus ojos…
Se
alzaba de mí siempre este poema.
Miedo
a perderte
No
me abandones, no te alejes, no te pierdas,
Te
buscaré entre el follaje de tu pecado
Y en
fresco temblor de tu rocío,
Reposaré
la cuidad, cada recóndito lugar secreto,
Explorare
el río e indagaré por el mar, por mi cantado.
Miedo
a perderte
No
te encuentro si me dejas sin el verde levantado
Del
árbol donde pierdo mi albedrío
Ni
en el viento caliente del estío
Ni
en la orilla del mar enamorado.
Miedo
a perderte
Y
así voy por verdes de la tarde perdida
Por
siempre en tu embeleso sin sentir el cercado
De
tus brazos, ni ver tu fuego que en los pueblos arde,
Te
llamo hasta quebrar mi voz, por eso,
Sangra
mi corazón y te derramas alejándote
Sin
sequia con una palabra de amor.
Miedo
a perderte
Si
regresas a mí, amado ausente,
El
sol iluminara nuestro amor,
Y
nuestra sangre con bilirrubina
Combinándose
en el fuego.
Están
fuertes mis manos y pasa un viento dormido
Ramos
verdes que cierran mi sueño
Y
torpe seré por siempre.