Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 13 de mayo de 2016
Almas separadas
Almas
separadas,
ya
no están más juntas,
como
siempre lo estuvieron,
te
fuiste de mi lado, ya no me amabas.
¡Cuánta
ruina!
¡Cuánto
luto y cuánto llanto!
¡Qué
soledad y qué espanto!
fue
de sorpresa, sin una palabra,
sin
un beso, sin una nada.
Sorpresa
angustiante, no esperaba esto,
creí
que me amabas y de mis dolidos huesos,
surge
la raíz del pasado,
ese
pasado que viví feliz,
e
intensamente a tu lado.
Almas
separadas,
Debo
alzarme de los escombros,
que
tú dejaste en mí,
no
dejes ni una brizna de recuerdos en mi alma.
Quiero
estar sola aquí,
donde
el silencio verde del árbol
y
los muros que cordiales y fuertes,
me
defienden , me protegen, me amparan,
contra
la maldad y el frío helado.
Necesito
la paz de intacto cristales,
que
libera del polvo, del ruido,
de
la sombra misteriosa.
Voy
en pos del manantial de la dicha,
que
suave mana entre libros,
flores,
pájaros, mares y los sueños,
remontándose
a las nueves altas.
Almas
separadas,
Mi
alma no quiere que alucine,
gime,
llore por t’i mi amado ausente,
te
escribo esta una de las últimas cartas,
para
que sepas que el dolor que me causaste,
ya
no existe más,
se
fue con las golondrinas,
buscando
otro nido.
Ahora
aquí en mi lar,
¡Qué
olor de tomillo y madreselvas,
de
sus piedras a mi pecho se derrama!
Mis
espejos del recuerdo están límpidos,
no
reflejan los pesares que tú causaste
y
el pájaro del canto vuelve feliz a mi boca,
no
besada por ahora por ti.
Almas
separadas,
Y
el ángel verde de la alegría,
de
mi diestra jamás se apartará.
Ya
no estoy arrastrando las tinieblas de mi cuerpo,
que
tú despreciaste, entre relámpagos furtivos,
ahora
voy con mis poesías de amor volando lejos,
al
horizonte sin fin o hacia el mar,
entre
jazmines de fina espuma,
arrancando
al cristal azul,
mil
campanas a mi frente,
que
fue acosada por ti al irte y dejarme sola.
El
mar, mi refugio sagrado dulcemente me llama,
viene
de lejos a despertar mi alma
y
en el cielo de las aguas, mis ojos al más alto cielo,
las
saetas de amor dispara,
esperando
el nuevo amor.
Tiempo de olvidar
Tiempo
de olvidar,
ya
sola con la verdad absoluta,
mi
único amante ya por siempre no está,
se
diluyó en la nada del horizonte.
Estoy
labrando su sombra,
la
tengo ya sin los labios rojos ardientes,
te
los habría besado aún mucho más.
Sonrosada
la piel disfraza levemente la diferencia,
absoluta,
de que tú serás el ultimo amor de mi vida,
pero
quizás no
y
otros labios besarán con pasión los míos,
no
lo sé.
No
preguntarte me salva,
si
llegase a preguntar antes de decir tú nada,
¡qué
claro estaría todo, todo que acabado ya!
Tiempo
de olvidar,
se
me ha perdido un nombre.
Ayer
nomás estuvo adherido a algún rostro,
a
una silueta que transitó por mí.
El
rostro lo rescato como no era,
pergaminos,
silencio,
dos
ojos sin mirada.
De
la silueta apenas sobrevive,
una
sombra gris, casi negra, alargada y sin final.
Se
me ha perdido un nombre y el rostro,
ya
la silueta, el olvido, los ha faltado,
el
tiempo, sordina y esmeril.
Tiempo
de olvidar,
el
recuerdo es olvido.
De
puntillas te fuiste, vete ya
y
blindaré un gran muro y el
aquiescente
portal,
echando
férreo cerrojo que tú no osarás destrabar,
ni
el Tempo que de los sueños suele la trama cortar.
Morir,
vivir, equilibrio estremecido,
igual
pesa en esta verde balanza que es la vida,
puro
silencio, pausa entre recuerdo y el olvido,
fascinada
tiene toda sin aliento a la mañana.
De
miedo nadie se muere,
la
inminencia de un peligro
muerte
de una gota clara
crea
entorno onda de calma.
Te estoy amando
Te estoy amando,
Hoy, te sentí en mi corazón
Que palpitaba de gozo,
Te siento en mí,
Besas mis labios con pasión,
Acaricias mi rostro con
dulzura
Y toda mi piel se impregna de ti.
En un momento
Me rodean pájaros cantando
Vienen horneros, comeflores, cardenales,
zorzales,
Todos se enredan en mis
cabellos,
A anidar en mis manos
Y siento en su canto: un sí!
Sí, sí, sí, lo estás amando,
Pero cuando yo alzo mis
brazos y agito mis cabellos
Se van volando a sus nidos
Pero igual siguen cantando el amor
Que por ti siento.
Una noche apareciste en mi
duermevela
Casi matinal
Y te acercaste a mi lecho,
Me envolviste en tus brazos
Y fundiste tu cuerpo con el
mío
Y con tanto amor,
Gozo y placer que nunca había
conocido.
Eras tú mi amado lejano,
Tú con tu sonrisa y tus palabras de amor,
A veces con humor sarcástico,
Otras veces con humor ácido,
Pero siempre teñidas de amor.
En las madrugadas
Cuando estoy totalmente despierta
Me doy cuenta que tú no estás a mi lado
Y mi soledad triste y apesadumbrada
Me pesa sobre los hombros.
Quiero tenerte junto a mí
Haciendo del amor gozo,
placer,
Gemidos y suspiros lánguidos
Envueltos en una cápsula
De crisálida transparente y
límpida
Y en un gran tumulto
Y desatada a prisa eliges
Éste mi pecho para dormir en él,
Por tu peso incalculable
Alas leves te traen a la
felicidad
Completa y única,
Sobre mí caerá como la luz del día entera
Cae sobre los dos primeros
ojos que la miran.
Encogida estoy
Ya para la hazaña del gran
gozo del amor,
Irresistible, embriagador,
Que se hace poco a poco
Carne en nuestra carne.
Y nuestras dos vidas
abrazadas
Vivirán como una dócil materia eterna.
Desde la distancia lejana
Se labrará el gran proyecto de nuestras almas:
¡Amor, Amor, hacia el horizonte distante!
“¿Es que con tanto signo y tanta seña
Nada hay que acierta? ¡SÍ, SÍ!
¡El ave, cartógrafo del aire,
Es el que sabe!”