Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 16 de mayo de 2016
Sinfonía en no
Sinfonía
en no,
romance
trunco, deshilachado
entre
acordes sin fin,
dormitando
en el silencio sin ecos,
como
fuegos en llamear
cabalgando
con los cometas.
Sinfonía
en no,
amor
que se hundió en el mar,
buscando
la obertura perfecta
que lo
hiciera renacer
de
entre pavorosas tristezas,
volviendo
las superficies,
engalanado
de preludios.
Sinfonía
en no,
en
instantes breves,
casi sin darnos cuenta,
bajamos al abismo
donde la luz no penetra
y donde
millones de ojos
nos
sorprenden y contemplan
como en un acorde no alcanzado,
sin
notas afinadas
en
músicas sin armonías.
Sinfonía
en no,
su
punto de encanto se astilló
en mil
cuerdas de liras y laúdes
que se
consumieron en el aire todo
sin que
una frase musical
la
inspirara a escribirla.
La
composición toda
de las
alas de los sueños,
frotó
en cada estrofa
en una
nube de grises partituras
y sólo
con ímpetu alado
al
ideal asciende
en un
concierto de risas y lloros en flor.
Sinfonía
en no,
en
pentagramas sin notas,
vacíos
e ignorados,
se
buscan y no se encuentran,
sus
notas ciertas se reconocen apenas
en el
sonido leve de un viento suave.
Pero
las notas no responden,
ni en
ninguna parte aparecen,
¿en qué lejanía se encuentran?
¿bajo
qué frondas se guarecen?
Sinfonía
en no, encubierta,
no se
encuentra en este mundo
ni está
en claves, ni en signos,
tallados
en visiones
que la
están buscando.
Sinfonía
en no,
no se
escribió aún, inútilmente
noticias
de sus acordes
se
buscan en el viento,
en las
aves, en las flores,
en el agua de las fuentes,
en los
astros del firmamento.
Sinfonía
en no,
aparecerá
improvisada
surgiendo
en un violín entre acordes flotando,
en sus
líricas composiciones.
Las
notas claras, redondas, tibias,
despacio
se van a su destino,
se van
a la nada,
son eso
no más,
su
curso en preludio perdido,
una
huella a lo largo
que se
borra enseguida.
Sinfonía
en no,
maravilla, milagros,
desde
lejos se oye el trepidar de sonidos
y en
los sueños resuenan
graves,
bajas y sin tonos.
Sinfonía
en no,
vuelve
invariablemente,
exacta a ti misma,
deshaciéndose
en tiempo, polvo,
dejando
sólo vagos rastros fugaces,
recuerdos
de armonías escuchadas
en
leves recuerdos
que por
el aire vuelan,
portadoras
de fusas, semifusas, corcheas
que se
entrecruzan
sosteniéndose
solas
en
pentagramas vacíos.
Desafíos
Desafíos,
la vida nos enfrenta en cualquier instante
en
nieblas rojas de fulgor metálico
a sucesos que nos provocan
profundas penas
y congojas sin fin.
Aspiramos
sin darnos cuenta
ráfagas
asfixiantes
de mudo
asombro ante retos
que
creímos no provocar
y que como dagas de filoso filo
se
clavan en nuestro corazón.
¿Cuál
es la causa?
¿Qué
provoca tanta desolación,
tanta
crueldad, tanto dolor?
¿En qué
lugares secretísimos y ocultos
se
escondieron la solidaridad, la confianza,
la
amistad, la ayuda mutua?
De
entre las sombras
surgen
provocaciones inesperadas
que
rondan y avanzan
hacia nuestras almas
y como truenos errantes
retumban con salvajes estampidos
en nuestra paz interior
quebrada con parpadeos de miedo y pesar.
Desafíos,
a veces
en minutos, un desplante,
una provocación sin causa justa
hace que nuestro firmamento cruja,
se desquicie
y la
noche de una sombra oscura
se hunda en nuestros ojos en tinieblas.
Desafíos,
querellas inútiles,
episodios
tristes, incidentes falsos
que
causan una horda de fuego
en
nuestro espíritu
antes
pleno de amor,
de
recogimiento, de gratitud a la vida.
Son
instantes de bravatas no merecidas
que como racha glacial
toca nuestra frente
llenando
los espacios infinitos.
Desafíos,
litigios
que avanzan
bajo el
soplo de un viento huracanado
que sacude los árboles de la vida,
caen
los pájaros muertos de los nidos,
vuelan
las ramas, los ramajes rotos
y
nuestro espíritu sufre
y se mezcla con fantasmas aturdidos
crujiendo sordamente el dolor
que nos provoca la ira,
la
desazón, el alarde inaudito.
Desafíos,
nuestra alma humana
herida
de amargura
necesitará
otras manos
para curar su pena
cubierta
de mentiras difamatorias
y
soberbias en un alarde aplastante.
Pero la
esperanza poco a poco
retorna a nuestro espíritu,
de
nuevo el rayo entre las nubes vibra,
surgiendo
de entre las hojas
luces brillantes
proclamando
la verdad y el amor profundo.
¡Por
fin, desde la altura,
de un
cielo azul profundo,
las
estrellas de cándida hermosura,
llenas de compasión y de ternura
dejan
caer sus luces sobre el mundo!
Desafíos,
caerán
débiles y medrosos
a
hundirse en oscuros huecos
de
secretos ocultos
y la fe
se elevará segura
en su
dulce amor a la vida,
en un
fulgor de alboradas
con música
de brisas
de
nuevas primaveras.
Así las
almas como estrellas errantes
iluminarán la amplitud del cielo
entre
ilusiones de un vivir de amor
que se cubre de poesías
en nuestros sueños serenos y anhelados.
Recordándome
Recordándome
(Desde
un olvido lejano,
viniste tras el viento,
buscándome)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Llegaste
a mí
cantando
sueños
que
volvían de los tiempos de antes
porque
en tus estrofas amantes
querías
que mi voz
te
acariciara)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Traías
en tus palabras
el pasado compartido,
entretejido con latidos de amor
entre inquietudes
de
momentos pasados juntos)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Querías
que volviéramos a estar juntos
prendidos
a los restos del silencio
de este
tiempo ya pasado
y del
que escapamos
por
milagro)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Esperabas
mi pura promesa
de
volver a estar juntos,
pero al
despedirnos de lo gozado,
lo
sufrido quedo atrás)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Pensaste
que
nuestro sueño de amor vivido
aún persistía
y que
nuestra ansia de vivir,
amándonos,
latía,
aún,
en
nuestros corazones)
no
quise escucharte.
Recordándome
(No te
diste cuenta
que
estamos al otro lado de los sueños
que soñamos,
a ese
lado que se llama la vida nuestra
que ya
se cumplió)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Me
dices que me quieres
y es
como un despertar
de un
no decirlo,
sin
designio de lo que lo sepa nadie,
ni tú
siquiera)
no
quise escucharte.
Recordándome
( me
dejas el mensaje
de tu
gran querer callado
que sólo
tú crees sentir,
lo que fuimos,
ya no
somos,
son sólo
imágenes pasadas
de ti y
de mí)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Rompes
mi mañana
que es
de cristal
por
esperar
y
apareces cuando tu quieres
para volver
a ser lo que fuimos
y ya no
somos)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Sin
vacilaciones
creíste
volverme a tener,
abrazarme sin término,
pero me heriste
en lo
hondo
al
buscar tú,
otros
ojos,
otros
cuerpos)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Después
de vivir
tus breves amores,
quisiste estar conmigo
otra
vez
pero
nunca supiste
que ya
no estabas más
en mi
vida,
sólo
eras una huella
que se
desdibuja en el aire)
no
quise escucharte.
Recordándome
(Tu
sensación de retorno
que te
estrecha el alma,
déjala ir
tras el
más allá
porque
ya nuestra realidad,
la ya vivida,
no existe más)
no
quise escucharte.