Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 17 de mayo de 2016
Te añoro
Te añoro
(En el aroma del recuerdo
y en la brisa fresca
que trae memorias)
Te espero
Te añoro
(En cada mirada,
en cada sonrisa,
en la frescura de tus besos)
Te espero
Te añoro
(En cada destello de ilusión
con la que mi alma vibra)
Te espero
Te añoro
(En mis días largos
y en mis noches tristes)
Te espero
Te añoro
(En el gran vacío
que dejaste en mi corazón
y en mi alma)
Te espero
Te añoro
(Aún
en la soledad de la noche)
Te espero
Te añoro
(Desde la lejanía
distante e inconmensurable)
Te añoro
Te añoro
(Desde
distancias sin tiempo)
Te espero
Te añoro
(En los rincones de mi esperanza
para que me salpiques de ternura)
Te espero
Te añoro
(En el trueno y en la luna,
en la lluvia torrencial
y callada)
Te espero
Te añoro
(En los confines del orbe,
en el silencio del cielo)
Te espero
Te añoro
(Entre imanes de imágenes
y en la oscuridad
que me envuelve)
Te espero
Te añoro
(Entre los bosques umbríos
que entrelazan sus raíces)
Te espero
Te añoro
(En el refugio cálido
de mi corazón enamorado)
Te espero
Te añoro
(Navegando en mis recuerdos
de nuestro amor vivido)
Te espero
Te añoro
(En mis tardes desoladas
y mis crepúsculos de ensueño)
Te espero
Te añoro por el beso secreto,
en lo sublime de lo oculto,
en el mar en calma,
en la tormenta,
en el viento que canta,
en el silencio vacío,
en el abismo del océano,
en el mismo cielo.
Te busco y te espero.
¿Cómo será?
¿Será esto,
amor,
lo que siento?
Dímelo tú,
mi amado.
¿Será
o sólo es cuestión de tiempo?
Quererte tanto sin saber
si te quiero
¡vivir! ¡morir!
en un momento.
Como si nada más existiera,
sólo tú y yo
en este eterno
tormento de supuesta felicidad
mezclada con la soledad
que no me deja en paz.
La necesidad de no sentir tu
vacío.
¿Será esto,
amor,
lo que siento?
o sólo un instante fugaz
que desaparecerá cuando caigas
tú,
mi dulce amor,
en el tiempo.
¿Cómo será mi vida
sin que tú llenes mi universo
de brillantes estrellas?
estrellas que nublan mi razón
y de cometas que caen
a veces de golpe
y me devuelven a la realidad.
Pero,
¿qué es la vida
si tú no estás?
¿Será esto amor
lo que siento cuando te extraño
y estás lejos y siento
como si fuera a morir
si no te tengo?
¿Cómo será vivir sin ti?
¿Será esto,
amor,
lo que siento?
O más una tortura,
un sufrimiento,
un espejismo,
obra del destino
este sentimiento tan intenso,
a veces frágil,
incierto,
que me hace dudar
y pensar si será esto lo que
siento.
¿Cómo será separarnos?
Lo distinto se alza,
nos pone en pie,
nos llama otra vez
a vencernos por las minas
oscuras.
¿Cómo serán
las tempestades amantes
igual que las celestes,
desembocando en fúlgidas
sorpresas,
en más luz,
en la cándida novedad de lo mismo?
¿Cómo será
cuando nuestras almas dedicadas,
ardientes,
se buscan como por un camino
que no tiene despedidas?
¿Cómo será
el verso que inunda mi espíritu
en noches solitarias,
misteriosas,
en tinieblas?
¿Cómo serán
las estrofas inspiradas por ti,
mi amado,
mi corazón se asombra
de cómo llevan todas mis
ilusiones,
volando como insectos de luz
en sus canciones?
Quiero a mis poemas por ingenuos,
piensan que vuelas,
sólo porque mi frente roza
tus alas de jilguero.
Los quiero por audaces,
yo sé que en sus anhelos
hay horizontes para los mundos
y los cielos.
¿Y cómo será,
amor,
cuando no pueda volcar en mi
papel,
en versos todo el amor
que por ti siento
ya que siempre tendrán
en mi laúd cantares
y en el rosal de mi cariño,
flores brillando en el fondo
de mis noches las alas de mi
númen.
Herida de amor
Escuchemos juntos
una dulce melodía,
armoniosa que nos
permita
danzar juntos con
ansias
de seguir viviendo el
hoy
hacia un futuro pleno
de promesas.
Herida de amor,
mis pasos te seguirán
buscando
como visiones de
sones acompasados
y correré a regiones
ignotas
en un pentagrama
vacío que busca
y no encuentra sus
notas
que en lejanías se
esconden
y se guarecen
en frondas de tupidos
follajes.
No lo entiendo,
no logro entender
como se puede herir
de esta manera,
¿por qué después del
sol radiante,
la fría noche se hizo
eterna?
y él, en quien creí,
estalló como una copa
de fino cristal en
mil pedazos
que impregnaron el
aire
en un vacío
irrecuperable.
Ciertamente prefiero
lo que parece ser
amor
y dejarme cegar con
tu infinita
luz que me consume.
Herida de amor,
cuando escucho tu voz
y mi corazón lleno de
lamentos
comienza a golpear
aceleradamente mi
pecho.
Quisiera tener alas
para volar
y estar a tu lado
para acompañarte y
apoyarte.
Cuantas más piedras
te arrojen más alto
haré mi pedestal de
gloria para ti.
Lo importante es
levantarse
¡fuerza!
¿Por qué siento que
mi mundo
está apartado entre
soledad
de soledades
entre mil noches sin
lunas?
Herida de amor,
la lluvia desgrana
el gris de tu mirada,
mi angustia se prende
en cada gota
agonizante.
Herida de amor,
tú me regalas el
recuerdo de tus ojos,
plomizos y
aleteantes.
Eres el fino aliento
de la aurora
y un abrazo de
sentimientos mansos.
Herida de amor,
eres en mis días de
tormenta,
claridad que perfora
nubes.
Herida de amor,
eres la placidez del
agua
que en mi piel
revolotea
y mi sangre te llama
y te siento mío para
siempre.
Corazón con alas de
ciudad.
Voz de horizonte y de
queja solitaria.
Ojos de jacarandá
madurados en la
nostalgia.
Herida de amor,
no quiero que el sol
me despierte,
quiero seguir soñando
contigo,
tu recuerdo y tu
figura
las tengo en mis
ojos,
clavadas como dos
luceros,
te tengo a ti en mi
alma
y prendido en mi
corazón.