Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 17 de junio de 2016
Aquiétame las ansias
Aquiétame las ansias,
yo no sabía que el amor es como
una llamarada que en el silencio
quema todas las palabras .
¿ Cómo pude olvidar que fosforece ,
ahogado en un gemido y en el
eco sin eco de una lágrima?.
Aquiétame las ansias,
me duele el alma como herida quemada de sollozos ,
tiembla como una flecha hundida
en las entrañas y ante el umbral,
enmudecido, habla.
Señor, ¿por qué no me dijiste que
el amor no se escribe con palabras?.
Vengo a ti como el viento del erial,
herido por los cactus,
como tierra sin agua.
He quebrado, a tus pies ,
todas las metáforas y supe al fin,
con el sabor dolido de mi carne,
que el amor no conoce otra palabra
que la sangre hecha ríos y el
clamor hecho llantos.
Aquiétame las ansias,
despierta mis deseos de estar junto a ti.
Señor, dame una gota del mar de tu silencio
y quemaré en la hoguera de tus aguas
mis tormentos entre espumas
que se rompen en la arena.
Ahógame esta sed.
Apágame este grito,
aquiétame esta llama.
Vísteme Amor la desnudez
de mi cuerpo con túnica de lirios en el alba.
Desata con tu aliento el corcel de mis ansias
y ven antes que la noche
con sus dormidos pies de sombras a anegar mi morada.
Aquiétame las ansias,
ya que el amor no se escribe con palabras,
precisa de tu calma.
Soy mujer de inmensidades ,
de plenilunios, de profundidades,
de corazonadas ciertas y mi amor resuena en ti.
Quiero que seas refugio,
mi aldaba, mi copa con tu amor desaforado
y que se extasíen mis soles con tus ríos claros.
Aquiétame las ansias ,
quiero ser tu todo,
quiero que seas mi plenitud más íntima,
mí ánfora y mi cayado ,
mi brújula y mi designio.
Cálmame , aquiétame , apacíguame,
arrúllame, aquiétame las ansias.
No tendré más futuro ahora que ser con tu rosa,
mi rosa, vivida en ti,
por tí en su olor , en su tacto.
Aquiétame las ansias y pon tus manos
sobre mi cuerpo estremecido,
buscando el vino de amapolas
que borra las huellas del dolor
y nos lleva al panal de luz y música del alma.
Por un solo beso tuyo
Besos húmedos
¡oh!
Sorpresa sin darme cuenta
me besaste por vez primera,
mi cuerpo vibró y mi mente
se nubló,
entró en mi corazón,
llegó el amor.
Ese primer beso de mi mayor
anhelo,
un beso grande, un beso inmenso,
un beso cálido,
húmedo y tierno.
Por un beso tuyo…
caminaría en el desierto,
inundaría los cerros,
cruzaría el mar en corcel de
plata.
Te entregaría mi calma.
Araría en el desierto
para sembrar en tu alma
la semilla de tu estirpe,
que vería crecer con ansia.
Por un solo beso tuyo…
arriesgaría mi historia,
vendería mi alma
y contemplaría la gloria.
Por un solo beso tuyo,
regresaría mi historia
desde donde siempre te he
buscado
y desde siempre te he
esperado,
y ahora que te he hallado
apretaré con denuedo
tan sublimes recuerdos.
Pues la flor que he
cultivado
llena ahora con su perfume
el jardín que he tanto
cuidado.
No alcanzas a imaginarte
lo que es capaz tu embeleso.
A mi arte entregaría
sólo por saberte mío.
Por un beso tuyo
daría mi vida entera,
despreciaría todo el oro del
mundo
y lo cambiaría por un beso
tuyo.
Con un beso de tus labios
encontraría la cura de mis
males
con el toque de tus manos
acabarían todos mis pesares.
Primer beso de amantes
insipientes,
¡Júbilo! ¡Felicidad!
¿Podrán los labios repetirlo?
Por un beso tuyo
yo no sé qué daría,
si la luz del cielo
o un diamante entero.
Por una caricia tiraría al
viento
al mejor te quiero
despertando el tiempo.
Por un beso tuyo yo no sé
qué diera,
si mi alma entera
o mi corazón enamorado.
Gritaría al mundo,
llena de alegría,
el amor que siento por tener
tu cuerpo,
por probar tus besos y
tu dulce aliento.
Por un beso tuyo bajaría el
sol,
la luna plateada,
mil palomas blancas,
yo no sé qué diera
loca de contenta
si mi alma entera
colmara mi corazón sin
frenos.
Besos de tu boca,
caricias te daría,
abrazos que demostrarían
mil veces mi alegría.
La sinfonía de mi
pensamiento,
a veces te diría
las letras de un te quiero
porque a veces por ti vivo
y a veces por ti muero.
Soliloquio de amor
Soliloquio de amor,
cuando llega la noche no sé
qué decirte…
A veces tengo para tí
un par de palabras
mas tus interminables
silencios
me dejan cual témpano
que sale del infierno.
Soliloquio de amor,
a veces me quedo sin
pronunciar tu nombre
y entonces tus palabras,
cual fardos, me apabullan,
hasta dejarme sin aire
y se ahogan mis deseos
en solipsismos eternos.
Soliloquio de amor,
a veces sin silencios ni
palabras
doy vueltas en la cama
y me siento como escarabajo,
al abismo que cae del eco.
Soliloquio de amor,
monólogo triste y solitario,
evocando los sentimientos
profundos
del amor que por tí sentí.
Es ahora tan sólo un
recitando
conmigo misma,
una parte, un parlamente
completo
de insinuantes recuerdos
perdidos en el ayer.
Soliloquio de amor,
en su espejo doble de
pupilas,
ella es la tierra tejida
en rúbrica espiral de
raíces.
Él es el viento
y sus inacabables potros de
conquista.
Mueve el follaje de sus
manos
el chisporrotear de estirpes
aún dormitantes en la bronca
sed
de sus propias semillas.
Soliloquio de amor,
los espectros amantes son
estatuas
que el mar no distingue.
Su beso es sucesión de un
sueño
rodado en líneas de arena,
una playa donde Dios
olvidó sus húmedas siluetas.
Soliloquio de amor,
en los prados de tu huerto,
a la luz del plenilunio,
se moría cada flor en cada
palabra
y concurriendo a una extraña
complicidad de infortunio
en el rosal de mi vida,
se deshojaba el amor.
Soliloquio de amor
que me dan todas las
lágrimas del mar.
Mis ojos están secos
y yo sufro unas inmensas
ganas de llorar.
Estoy triste
porque nuestros mustios
corazones
nunca estarán juntos.
Soliloquio de amor,
monólogo triste y solo
como un incipiente retoño de
flor
en un camino sin sendero.