Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 20 de junio de 2016
Éxtasis de pasión
Éxtasis de pasión
a gritos desde un lugar que ignoro
pero en mi cuerpo se alza erecta y
vibrante,
mi locura de amor y pasión
por ti acrecienta día a día.
Cuando no estas a mi lado
mi deseo por ti es mucho más.
Con solo pensarte mi cuerpo se
enciende
y arde
y pide con intensidad amarte.
Éxtasis de pasión,
En mis noches oscuras de silencio
deseo tenerte junto a mi
para acariciarte con mis manos
todo tu cuerpo con suavidad
y con mis labios de fuego
recorre cada partícula de tu piel
y hacerlo estremecer
hasta lo más profundo de tu ser.
Éxtasis de pasión
Deseo tus besos
con el dulce néctar con sabor a miel.
Deseo susurrarte tus oídos
cuánto te amo más y más.
Éxtasis de pasión
Deseo junto a ti enlazarnos
entre enredaderas de amor
y hacer de la noche oscura
un mundo de fantasía.
Deseo sentir tu piel sobre mi piel
y con cada movimiento telúrico
apagar el fuego ardiente
que llevamos dentro de él.
Éxtasis de pasión
Deseo sentir tu aliento
junto al mío
y ver tus ojos brillar
cuando intentas apagar
el fuego del volcán.
Deseo sentir tu respiración agitada
y ver tu sonrisa apasionada.
Éxtasis de pasión
Para apoyar mi amor
sobre tus hombros
y fundir mi figura con tu bronce,
confundiste el fuego
y la intención de mis cantares
y de apoco anduve buscando
los peldaños del deseo,
hasta alcanzar la cumbre de tu
nombre.
Éxtasis de pasión
Los signos que orilleaban tu cintura
eran de luz y sal reverdecida.
Enséñale a mi boca a que te nombre
y llévame las manos a tu pecho,
amor, que desnudándote caminas
sobre el muro que cerca mi silencio.
Éxtasis de pasión
Que tus puertas estén siempre
abiertas
para que mi cuerpo
se encuentre en tú espejo
cada día al despertar,
abrazándome con tu calor,
entre alas, maravillas, luceros
y todo el amor nos unirá
sin largas esperas.
Regálame tus secretos
Regálame
tus secretos,
los que
tienes escondidos allá,
detrás
de la esperanza.
Enséñame
los que tienes ocultos
en la
sombra de tu corazón,
y yo te
regalaré mi alma.
Concédeme
la luna,
envuelta
en tu sonrisa
y los
mimos tibios
que
florecen de tus fuertes manos
y
despiertan la esencia íntima de mi ser.
Regálame
tus secretos,
los más
íntimos,
los que
como en un ritual
te
envuelven en ellos,
compartámoslos
juntos
aunque nos entretejan,
consumiéndonos
en temblores,
en una desgarradora verdad que nos ahoga.
Te amo,
perfil
solo, nube gris, nimbo de olvido.
En el
misterio de tus miradas,
bajo la tormenta oscura de las palabras,
desde
la tristeza o puñal de cada beso
hasta la ira o la melancolía de tus caricias,
te sigo
amando.
Regálame
tus secretos
aunque
no sea más que el pequeño
y yo te
enviaré los míos,
los que
en el recóndito rincón de mi alma,
te
pertenecen
y te
los haré llegar
como un
relámpago
entre
sueños de amaneceres,
atravesando
la aurora
para
que tú los descifres
en el
sueño del horizonte
donde
todo se olvida.
Y si tú
los quieres,
irán
hacia ti como un alarido
gimiente
y doloroso
que
llega de tan hondo
que han
deshecho su quemante raudal,
desfallecientes
para que tu alma los sienta.
Regálame
tus secretos,
así
estarán unidos a los míos
en
nuestros corazones de agua y miel,
prisioneros
de cascadas de sonrisas
como
cadenas de flores suspendidas
en
nuestros suspiros,
en nuestro tiempo imaginario
donde
rumorea una bandera de rosas.
Regálame
tus secretos,
los
guardaré en mi cofre de tesoros ocultos
con
siete candados y llaves
que
nadie encontrará,
estarán
conmigo comulgando en silencio
el amor
sin límites que siento por ti.
Y entre
goces, placeres,
caricias
que desgarran,
besos
que dibujan
nuestros
rostros temblorosos,
el amor
nace, renace,
en cada
instante
de este
nuevo amanecer.
Regálame
tus secretos,
los que
no huyen a su guarida oscura,
los que
trepan, sí,
por las
paredes húmedas
para
llenar mi alma
como en
un juego
de risas
y tristezas compartidas
como
canta el río,
mojando
las veredas y empedrados
en la
sed del silencio y el anhelo.
Mis
palabras de amor,
más que
mías son tuyas
y para
que tú las oigas
son
como cascabeles de cristal
para tus manos suaves
como la
seda,
van
trepando despacio,
sin
prisas
en mi
viejo dolor
como
las hiedras de no tenerte.
Ahora,
conmigo, tú y tus susurros
que van
tiñendo con tu amor mis poemas
porque
todo mi mundo interior
lo
ocupas tú,
todo lo
ocupas,
fundiéndome
en tu regazo
con tus
secretos en mis labios.
Después…
Después de estar juntos,
mi vida cambió,
tu perfume lejano
perdido en tu ausencia,
satura el recuerdo
de nuestras noches de amor.
Flotan en el aire letras,
sílabas,
surgidas de una pluma mágica
que suenan
como dulce melodía
como escapadas
de mi alma
hojas frescas del adiós.
Después del letargo imprevisto,
impredecible,
que arrastra en sus alas
minutos y horas
vividas ya lejanas,
vivo hilando ilusiones
y sueños
para encontrar ese imposible
amor verdadero.
Debes marcharte
con tu gris ausente,
con tu piel de viento,
con tus alas asfixiantes,
con tu amor que ata.
Después
comenzaron los adioses,
lentos,
enredados,
sin explicaciones
ni tuyas ni mías,
adioses de lágrimas
y de cantos tristes
y riendo
y llorando
nos separamos una vez más
sobre el agua del adiós
de soledades insalvables,
de distancias imperdonables.
No hay más nido,
tú volaste,
fuiste un cuento,
un sueño roto,
un espejo sin reflejo
atormentado muñeco de papel,
seguiste tu sueño solitario.
Después
la página en blanco
se tiñó con letras,
poemas,
frases,
surgidas de lo hondo de mi alma
que renace otra vez,
despierto entre dulces músicas
antiguas
que suenan como fantasías de
metal,
como agua fresca de manantial.
Después
quisiste volver
pero no encontraste
lo que ayer dejaste,
ya otro amor
como gran alma mágica
tocó a mi corazón
y río
y canto,
soy feliz otra vez,
veo el horizonte
desde otros brazos
y cierro los ojos
y escucho rumores
y caricias nuevas,
tú ya eres
tan sólo una voz lejana.
Después
ve tú donde quieras,
sigue,
si quieres creciendo,
yo ya tengo nuevas ansias,
nuevos latidos
que bailotean en mi alma,
ya no existes,
te siento
como una sombra.
Ahora vivo
el momento más perfecto,
tan sin par,
tan verdadero,
tan único,
tan buscado,
es la hora de soñar
lo que anhelé por siempre,
exultante de pasión,
tan plena de deseo
de ser amada,
de ser acariciada
y besada,
regalándome vida.
Después
encenderé la lámpara de las
promesas
y del amor deseado
y mis labios
no estarán más solos
ya que en delicias de besos
estarán impregnados,
besos presentidos
y deseados.
Después
el fino aliento
de un querer apasionado,
de una entrega total
que sin querer
brota
como un río de caricias.
Después…
todo,
vivir sin miedos,
dudas ni llantos.