Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 13 de julio de 2016
Estoy acá
Estoy acá
cerca de ti
muy cerca,
mi vida en tu vida
y tú me desconoces
no sabes quien soy
Camino por las orillas del mar
y la espuma me acompaña
se creen que voy sola,
no, estoy contigo.
Los espejos,
el agua quieta
sombrean un solo cuerpo
pero en el alma hay dos sombras
unidas por lazos indisolubles.
Estoy acá
me debía bastar
con lo que ya me has dado
y pido más y más,
tú nunca podrías dar
otra cosa de ti
más perfecta.
Se cierran sin misión, ya, los ojos
a una luz, ya, sobrante.
Estoy acá
tal como me la diste
la vida está completa:
tú, terminado ya.
Pero de pronto te entregas a mí
es reconquista de ti
vuelta hacia dentro.
Estoy acá,
pidiéndote que me quieras
decirte que vivas,
que vayas más allá todavía
por los recovecos últimos de tu ser.
Estoy acá,
pidiéndote,
implorándote a ti, la vida,
inagotable,
alumbrada por el amor
al pedírtela.
Y no te acabaré
por mucho que te pida.
Estoy acá, acompáñame,
protégeme,
ampárame,
eres el amante de mi amor
y así puedo vivir en ti,
sin temor a lo que yo más deseo,
a tu beso,
a tus abrazos,
Estar ya,
siempre pensando,
en los labios,
en tu voz,
en tu cuerpo,
en tus brazos
y poder estrecharte sin fin
sin penas,
mientras se va inhacedera
con mi gran amor por detrás
tu solo cuerpo posible
tu dulce cuerpo pensado.
Te beso,
¿es obra humana tanto gozo?
¿Podrán los labios repetidos
hacer que vuele a mi el segundo beso?
Más que beso,
claridad que busca la certeza alegre
del don de hacer
milagros de amor.
Invadiendo mi silencio
Invadiendo
mi silencio,
tú el
que intentas murmurar,
constantemente,
tus
palabras sentidas de amor
no
dejando que me encuentre
a solas
conmigo misma
para
borrar de mi mundo interior,
antiguas
desolaciones.
Quiero
mi silencio mudo
incluso hasta en el viento que toca mi oído,
o el
eco que se asoma a burlar mi voz.
Hoy
necesito soledad,
el
cielo está oscuro,
la luna
se ha ido,
las flores no tienen la esencia de ayer.
Las
aves volaron dejando su nido,
me
siento sola,
pero sé
que tú vendrás
al
grito desesperado de
¡vuelve
a mí, no me abandones,
necesito
tu amor!
Invadiendo
mi silencio,
estoy
en penumbras con todo mi hastío
y en cada suspiro lloro una oración
que
clamo en silencio
porque
sé que todo fue pasado
y que
tú vendrás a mí,
dejando
en tinieblas, dolores ya idos.
Invade
el silencio todos mis espacios,
mi vida
marchita navega sin ti,
en un
triste andar
se mueren mis pasos,
te buscan sin tregua
para
que me traigas al hoy
donde
tú me esperas.
Invadiendo
mi silencio,
sin
ningún encuentro, sé mi amor,
vigía de esta silenciosa
que
quiere regresar
de su
viaje interminable
en el
desierto de su alma
y que
su corazón,
de la
mano dulce de la brisa,
llegue
hasta ti.
En la
caricia de tu voz,
yo era
el umbral de tu presencia,
yo
estaba en la sombra de tu nombre,
yo
habitaba en ti,
pero en mi mundo de silencio,
no te
encuentro
y un
profundo dolor invade mi corazón.
No me
dejes estar en el completo olvido,
hazme
llegar sólo una caricia leve,
el
recuerdo de una sonrisa,
la mano dulce de la brisa
y
acércate con ternura
a mi
mundo de silencio.
Invadiendo
mi silencio,
tú, sin prisa, despacio, lentamente,
te vas
adentrando en mi mundo
para hacerme beber
la
fuente de la vida,
aquella
que dejé
sin casi
darme cuenta.
¡Ven!
¡Entra en mi alma y hazla renacer!
Que
poco a poco
tu
magia invada mi ser
despertando
sus deseos
de gozar y amar
y así
lograrás detener el tiempo
entrando
al silencio de mi alma
para
vivir contigo
suspiros
leves y caricias cercanas.
No
quiero que seas
en mi
mundo de silencio
un
simple reflejo
en mi
imaginación
y que
al despertar mis ojos no te lloren.
Invadiendo
mi silencio
con tu
presencia en mi cuerpo
para
darme la flor del amor de la vida
que hoy
desvela mis pensamientos
con
silencio de olvido.
Te amo como eres
Te amo
como eres,
tú, el verdadero amor
que das
de ti todo tu ser
sin
maledicencias, ni egoísmos fatuos.
Se
siente tu ausencia
cuando
te alejas
al no
sentir el cercado de tus besos
y es
entonces que te llamo
hasta
quebrar mi voz
y en
segundos,
al no tenerte a mi lado,
en instantes
me
derramo en llantos y sangra mi corazón.
Te amo
como eres,
dulce,
tierno.
El
silencio nos une, hace latir, aún más,
los sentidos que vibran en los embates
que el
tiempo desafía entre cenizas y ruinas.
Contigo
floto en movimientos lentos
y
suspiros me envuelven
como
alas de aves
en un
rítmico volar de dulces sueños,
son el
máximo resplandor
de que
existe el amor entre los dos.
Quiero
que sepas
que
eres la luz de mi vida,
esa voz
que a mi alma alivia
y esa
sonrisa que de alegría me llena…
Tú eres
mi inspiración,
hoy,
mañana y siempre,
mi
númen,
danzan
enamoradas las palabras,
las frases de amor
en un
revuelo de letras
para
caer en las hojas
que
esperan por ellas,
para
que tú las recibas
como
una ofrenda
de mi
espíritu inquieto e impaciente
por
estar contigo.
Amar es
escapar
el
pensamiento en la fragancia
del
Edén perdido,
amar
es… amar es… amar es
llevar
clavado en el corazón un dardo celeste.
Te amo
como eres
porque
nunca intentaste
no
dejarme volar
y me
brindaste sensaciones de libertad
junto a
ti, nunca me fustigaste,
ni
invadiste mi espacio,
me
amaste en la distancia y en el tiempo.
Y por
ello yo te amo
con la
fuerza de los mares,
con el
ímpetu del viento,
en la
distancia y en el tiempo,
con mi
alma y con mi cuerpo,
a puro
grito y silencio,
en la
alegría y en el llanto,
en el
peligro y en la calma.
Te amo
como eres,
eres
fuente de mi camino
y me
haces atravesar
la dura
realidad sin darme cuenta.
Sólo tú,
amor mío,
por eso te amo como eres,
dulce
bálsamo de vida,
símbolo
de pureza, inocencia y bondad.
Él es,
clamaron mis sentidos,
él es
el presentido, el esperado,
el que
con su primer mirada
adueñó
mi corazón.
Toqué
con tu amor los dinteles de la gloria
y en mi
alma,
sentí latir el firmamento
y
alentar toda mi ilusión.