Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 19 de julio de 2016
¿Dónde estás?
¿Dónde
estás amor de mi vida
que no
te puedo hallar?
¿Te has
escondido
entre
los vergeles floridos
o en
las cuevas oscuras junto al mar?
¿O en
los nimbos del olvido?
Eres
tan sólo un perfil,
nubes
grises
bajo la
tormenta oscura de palabras.
¿Dónde
estás?
¡Ven a
mí!
Te
hubiera amado
hasta
en la tristeza
o en la
melancolía.
La
noche te llama
y el
sol busca tu rostro
donde
el día toma su luz hermosa.
Te
quiero junto a mí,
si no
te tengo el frío,
el
dolor,
nubes
grises de siempre,
como un
relámpago entre el sueño,
amaneces
atravesando auroras.
¿Dónde
estás?
Vive tu
secreta existencia a mi lado,
como el
deseo que nunca se extingue,
habitemos
juntos
el
invisible corazón de la eternidad.
¿Dónde
estás?
¿Cómo
llegar a ti?
Siempre
llegué,
siempre
fue posible estar juntos
¿por
qué ahora no sucede?
¿Dónde
estás?,
¿Entre
la húmeda neblina
que
borra toda la gala matutina?
Me
entristece no estar contigo,
no
tengo tus labios
y tú no
sientes los míos,
¿dónde
estás?
todas
las frases que se quedaron
en mí
para ti,
se
dormirán y quedaré
vacía y
sola.
La vida
contigo se me ha quedado,
te
hubiera amado aún a tu perfil
sólo
entre nubes grises,
sin
nimbos del olvido.
Con el
misterio de la mirada
te
busco entre relámpagos de sueños
y
amaneceres solitarios.
¿Dónde
estás?
Te
busco en el horizonte envejecido,
en la
estrella que palpita,
en
aquel cielo con un sol
en el
interminable laberinto de la Tierra.
¿Dónde
estás?
parece
que habitas
en el
invisible corazón de la eternidad.
Más
allá de las palabras,
de los
sentidos,
de las
ideas,
en el
territorio oculto de tiempos
escurridizos
te esperaré siempre,
tu piel
de mares infinitos
acunará
la fuerza de las esperanzas.
¿Dónde
estás?
te
siento agitando tu melodía de fuegos
en las
manos del arco iris,
donde
habitan las sombras
corriendo
libres por la luz
y este
lugar
el amor
sueña libre en su soledad.
¿Dónde
estás?
te
espero con mi corazón puro,
recibiendo
desde tu lejanía
sencillas
y suaves vibraciones de amor
que
caen en pequeñas cascadas silentes
cada
día por las curvas sencillas del viento
desplazando
su caudal
de
perfumes en el tiempo.
¿Dónde
estás?
no
quiero sufrir amarillentas pesadillas
de que
no te encuentro,
te
quiero junto a mí
en los
atardeceres temporales
de mi
espíritu.
Yo te amo
sin
límites ni tiempos.
Laberinto de seducción
Laberinto de seducción,
escondite secreto,
puertas levadizas,
trancas con cerrojo,
que no conducen a ninguna parte.
¿Es que acaso no existe
el sendero que me libere
de este juego de seducción
que me conduce tan sólo a
envolverme
en un manto de lágrimas?
Delicadas,
ardientes,
nuestras almas se buscan
por un laberinto de soledad,
en una melodía que acaricia los
sentidos,
instintos que convocan arrebatos
de pasión.
Laberinto de seducción,
mi camino fue hacia tu plan
que me condujo
en un extraviado concierto
a que mi alma se rindiera
y la copa de mi sentimiento
se volcó íntegramente hacia ti.
En este paraíso
de los tiempos del alma,
voy intentando alejarme,
recorro senderos,
tupidos follajes,
sendas inconclusas
y no encuentro la forma de
alejarme de ti,
tú, el que traes a mi mundo
tus misteriosos artilugios
para enredarme en hilos de
tristeza
y sed de sollozos.
Negarme a vivir
quisiera en las sombras del
olvido
pero la vida me declara
todo tu amor vivido.
Laberinto de seducción,
donde tu sombra vive de
eternidad…
Enciendo velas para encontrar
el lugar donde el viento
sacude su negra soledad.
Ayer acaricié el pétalo de tu
sombra
¡Qué extraño fue!
Tú,
el que me llevó a caminos
demolidos,
quitando los pasadizos
del incierto vespertino
pero no puedo apartarme de ti,
la música de tu voz
me lleva a un júbilo nuevo,
pleno de placeres
y gozos inesperados,
Perdidos entre los recodos del
laberinto
nos buscamos a tientas,
seducidos por nuestra pasión.
Nos abrazamos en el aire del
mundo
y nos volvemos a alejar.
Laberinto de seducción,
en ellos se estrenan los gozos
primeros,
los sones del amor nuevo,
las huellas de un vivir
transido de un querer.
Déjenme salir,
procelosa y airada,
sin destellos de penas ni de
dolores,
desaparecer en la quietud de la
noche
para ser tan solo un recuerdo
en el tiempo vivido,
en el ayer,
sin esperar un retorno
al laberinto pasional
que nos imprimió marcas
sobre nuestro anhelado futuro.
Laberinto de seducción,
en el que las presencias de
siempre,
no bastaban
y no nos hallamos con las manos,
con los gritos clamando,
con las bocas sin besos,
¡ya no más,
sólo nos quedan cicatrices
dentro del alma
por toda la eternidad!
Causalidad extraña
Causalidad extraña,
te conocí
y en ese instante mi vida cambió,
te cruzaste en mi camino
y juntos vimos muchas lunas
pasar.
Nuestras almas no se encontraron
y comenzaron a entonar cantos
extraños
que anunciaban en la noche del
alma
una aurora nueva
donde en las páginas en blanco
fueron apareciendo frases,
palabras,
versos de amor
plenos de frescura y júbilo.
Causalidad extraña,
todo tiene una razón,
un por qué,
que nos elevan en suspiros
por los aires de colores
y notas sincopadas.
Es que el amor,
extraño sentimiento,
nos une en un todo
y es en vano luchar.
¿Adónde iré sin ti?
no quiero el vil causal de dolor
y pena en mi alma,
te quiero a ti
para que juntos recorramos
nuestros caminos.
Causalidad extraña
que al encontrarte inspiraste
en mi alma sonora,
flotantes alas plenas de armonía,
silencio azul en las etéreas alas
con un ritmo sin fin,
que descienden por diáfanas
escalas
el juego de palabras y de ideas.
Extraña sensación,
por ese algo que nos hizo
encontrar,
sembrando en mi mundo interior
un amor puro y verdadero
que me hizo nacer versos de
adentro,
de allí,
que son para ti,
si no los quieres,
separando la estrofa
te los puedes llevar.
Causalidad extraña y feliz,
tu aroma me envuelve,
tu silencio escucho y en mis
versos
quedo inmóvil esperando
que te envuelvan.
Causalidad extraña,
te siento lejos y estás conmigo,
te siento a mi lado
y estás muy distante,
somos la luz de dos.
Mis versos giran en mi sueño
alado
y se posan en tu frente
como un beso perfumado de
alelíes.
Causalidad extraña
que deja en mi alma soñadora
lirismos cultivados en vergeles
florecidos
donde el corazón en el ensueño
se inspira y vuela al espacio
con las alas de todas mis
canciones
sobre nubes de ilusiones rosas.
Causalidad extraña,
como dos estrellas errantes
en el inmenso cielo,
profundo y luminoso
nos encontramos para amarnos
en pleno vuelo.