Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 10 de septiembre de 2016
Desierto
Puede
ser tierra yerma resquebrajada,
seca
sin vida, muerta esperando torrentes de gota simiente.
Solo
el viento, el sol, el polvo, que se une con el cielo,
formando
un puente para ascender al infinito,
los
cerros callados, intensa espera escuchando el silencio, silencio anodino,
adormecedor,
eterno.
Quebrado
por el granizo de algún pájaro o por los pasos rápidos de un roedor al acecho.
El
tiempo en suspenso, el desierto espejo de mi vida vibrante y seca esperando
torrentes,
de
gotas simientes.
Desde
tiempo atrás no hubo ni un momento ingrato, ni de aspereza diestra, los
temores,
indefensos
y será entonces el fin y la común unión.
El
amor nunca perdona a quienes saben amar.
“De día…
como cuando el amor llega.
De noche…
Como cuando el amor se aleja”
Sonidos
Los campanarios a mis
pasos resuenan, con plenos sonidos,
anunciando la nueva,
mi cuerpo voltario,
ingrávido, juglar, por el aire como trapecista te busca.
ahora yo vivo en ti, por
ti, en cada minuto entero, plenamente.
Deseo que en el mundo surja
la flor del valle y no exista la rima sin flores.
Entre sonidos suaves y
dulces tus cantos me llegan al alma,
me hablan de tu ternura,
de tus ansias de estar conmigo.
Es nuestra felicidad que
se expresa con todo nuestro corazón,
sacudiendo nuestras almas.
Miro pasar la sombra, un
reverso de luz donde nunca he sido nada,
vuelves, tus manos van
hacia mí.
Tarde invernal, vidrios
empañados,
vientos silbando por los
resquicios,
lluvia golpeando el techo,
todo esto nos unía más
y desaparecía porque
nuestro amor nos unía con,
dulzura,
ternura,
delicias,
como si estuviéramos en
otro mundo.
“Manso
camino
perfuma mis ojos
un aromo en flor”
Suspiro del destino
Suspiro del destino,
misterioso, promesas indefinidas
plenas de sueños por cumplir.
Destino venturoso con grandes
expectativas sembradas de emociones con el placer de descubrir el amor por
venir.
La vida nos lleva por caminos
claros y oscuros,
entre sinuosas pendientes o
abismos insondables que acosan nuestras memorias de placeres cumplidos y
desvaríos pendientes.
Suspiros del destino que nos
persiguen en sueños
y me hacen vivir confundida y
suplicando.
Busco incansable en el espejo
acrisolado
la memoria que dejaron tus
manos y las mías
encadenadas a nuestra piel.
No somos del aire que
perdura, somos tiempo del ayer y del Hoy,
raíces ocultas , encantos
ajenos.
Suspiros del destino,
invisibles ,
etéreos,
diáfanos,
a veces suplicantes,
otras dolorosas por el sufrir
de no estar juntos.
Por las escalas del mediodía
heme aquí,
una mitad tan sólo,
esperando que tú llegues
desde el más allá
y los suspiros ahora son
más leves,
más cortos,
más límpidos,
elevándose hacia el infinito,
atrás del horizonte donde la
poesía espera inquieta volcarse en un papel que la espera sin suspiros,
sólo con anhelos de cubrirse
de letras,
frases,
palabras saltarinas y
risueñas.
Suspiro del destino, visiones
crepusculares, audaces, inquietas, en el rojo resplandor del mediodía
y en la nocturna soledad
secreta.
Mi ansiedad es por hallar el
corto sendero a mi poesía,
inundada mi alma emocionada
por estar a tú lado.
Suspiros entrecortados,
desteñidos, silenciosos,
corren por mis venas al ir y
venir galopando hacia tu voz silenciosa y húmeda.
Ven hacia mí, escucha en tu
pecho mis suspiros de amor,
que acompañados de mi mirada
furtiva
te necesitan cerca, muy
cerca.
Suspiros del destino es
inútil negarlos, nos acompañan siempre,
Entre sí y no, entre siempre
y nunca,
la soledad no existe entre tú
y yo,
no se han abierto las puertas
del abismo
ni nos hemos despedido aún.
En el Hoy vibran las cuerdas
del amor en nuestros corazones,
Nos extrañamos mutuamente
buscando intensamente nuestro tibio refugio para sentirnos con manos, ojos y
labios.
Los suspiros del destino se
deslizan muy dentro nuestro,
ahondándose en nuestras almas
para colmarnos de amor.
“Más
frágiles que el viento
las
palabras son
orgullosa
voz del viento”