Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 14 de septiembre de 2016
Fragancia
Todo está intacto:
En las rejas, en las
glicinas y por el patio flotando tu sonrisa,
en la pieza las tupidas
cortinas que agitan fantasmas, lo muebles de jacarandá.
Cae la noche nos abrazamos
y besamos con ternura y fervor.
En un cajón tenía un
puñado de cartas y poemas de amor descoloridos,
flores secas, sobre las
cuales caían suavemente alguna vez mis lagrimas.
Aún me siento en el sillón
de seda amarrilla, abro las ventanas y a las golondrinas del aire,
entrego el secreto de mi
alma alucinada y la lluvia de mis ojos, siempre azules,
dulcemente despiertan a
las glicinas.
Dentro de la entrada
perfumada de mi pieza, la caja de música, los abanicos,
con señales de fiestas te
espera con mis brazos abiertos, esperando el goce eterno de tu amor, mi amado
amante.
“Me
ahogas
me
arrancas la carne en cada abrazo
me
desarmas el alma en cada beso”
Manantial
Admirable naturaleza,
siempre la misma y
diferente.
Maravillosa de belleza,
renovada constantemente.
De pie en el umbral de la
aurora bajo la celeste amplitud,
eres el hada protectora
con su varita de virtud.
Pon en mis versos el
tesoro de las alboradas de plata,
de los mediodías de oro y
de las tardes de escarlata.
Dame a beber la poesía de
amor en mi raudal de inspiración,
que es fragor de lucha en
el día
y en la noche meditación y
amor gozoso.
Todo lo que tu imperio
encierra es un himno a dios,
es un canto que desborda
en cielo y tierra.
Manantial de un puente de
donde las poesías saltan,
juegan, se regocijan, para
que lleguen al mundo para dar paz y comprensión.
Mis ansias te esperan a
ti, poesía, porque hoy te he sentido vibrar,
en el fondo de mi alma,
acercándote más a ti amado amante a su través,
con amor y dulzura.
“Y
me ha perdido un nombre y el rostro
y
la silueta los ha filtrado,
el
tiempo, sordina y esmeril”
Estoy sola
Estoy sola, bajo la opaca
multitud soterrada.
Todos pasan de prisa.
Estoy sola.
Cómo el náufrago que desde
perdida playa llama en vano.
Estoy sola.
Angustiada, por el polvo
rencoroso, pisoteada.
Estoy sola, olvidada,
¿A dónde alargar las manos?
¿A quién abrir el corazón
desolado?
Estoy sola.
En los silencio del
páramo, extraviada.
Todos llevan la tristeza
del rebaño,
sin recibir las señales de
los astros.
Estoy sola, acosada.
Por lo rostros repetidos.
Renovados.
En quienes inútilmente
Busco el signo del amor.
¡Ay!, si pudiera huir
lejos, por el campo,
y sin relojes echarme
sobre el pasto!
Estoy sola, encerrada.
Quisiera correr descalza, a
la orilla de los ríos.
Y en las manos de lo aires.
Subir en pájaro o nube,
transformada.
Estoy sola.
Arrastrando las tinieblas
de mi cuerpo
Que relámpagos furtivos
van cortando.
Estoy sola.
Abandonada.
Entre miles que transitan
a mi lado.
¡Qué lejos el verde campo
Y qué lejos mis amores!