Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 22 de septiembre de 2016
Luna
Desciende serena, de la
luna llena.
La luz blanca y buena,
blanca y silenciosa, buena
y dolorosa,
espectral y hermosa, en
las nubes vuela, en el río riela.
En las cunas vela,
dilata el paisaje y un
temblor de encaje pone en el follaje,
astro sin ventura, copa de
amargura y luz de sepultura.
Esa antorcha incierta, de
la luna yerta,
errabunda muerta.
Luz fría y extraña que
embruja a la araña y a la telaraña.
Luz de pesadilla que en
los ojos brilla, del búho que chilla.
Está en el sendero que del
hormiguero va hasta el jazminero.
Y alumbra un camino vago y
blanquecino para el peregrino.
Luz exangüe , telar que
devana la tristeza humana.
Luz que el cielo envía
como poesía de amor de la noche fría.
Donde los enamorados bajo
su luz serena se abrazan y acarician,
con ternuras y cariños.
“Y
yo soñaba… soñaba
que
hoy… tal vez mañana…
quizás
un día… yo sería tu amante”
Lágrimas
Lágrimas saladas inundan
un mar en mi pecho,
te has ido y no te
encuentro
ni en un resquicio de este
mundo
pequeño y frágil.
Estoy llorando espinas al
amanecer,
cabalgando en vientos y
huracanes, la lluvia golpeando mis mejillas,
sólo pensando en ti.
La piel de tu costado se
me enciende sobre el ojo cautivado,
de deseo y flota tu
cintura sobre el agua,
que manan mis recónditos adentros.
De lágrimas de amor estoy
sedienta de tanto que yo por ti concibo,
que me provocan un dolor
tremendo al no verte,
en el amor que anhelo.
Lágrimas que angustian mi
alma que una muestra de amor,
por ti clama, suplico
, por una huella que de ti
añoro.
Tan de cristal y oro
perfumado el aire que me cerca los ojos
lloroso,
que temo despertar en tus
pupilas por no apoyar,
mis ojos en el aire.
Mis pestañas con gotas de
agua rizan el viento y mueven el follaje.
“Enciendo
velas
donde el viento sacude
negra soledad”
Recuerdo mágico
Recuerdo
mágico, el nunca olvidado,
el
instante de que tú y yo entre el follaje de umbríos bosques de sauces llorones
y ceibos florecidos,
nos
vimos por primera vez.
Tú
mirada azul intensa y llameante
iluminó
mi alma que estaba desprotegida y asfixiada
por
la pena y anhelos no cumplidos.
Pero
de pronto, en ese preciso momento,
nos
encontramos en un entorno pleno de ruidos no escuchados,
de
conversaciones amortiguadas,
de
complicidades no deseadas,
fue
la magia pura que ángeles, duendes o gnomos ,
no
lo sabremos nunca el por qué nos hizo encontrarnos.
Nuestras
mentes se hablaron,
sentía
tu voz cálida y tibia en mi corazón
y
tú recibías mi alma pura y casta
que
nunca había conocido al amor.
Sorpresivamente
el aire se pobló de arrullos,
derramando
el fulgor de luciérnagas
y
de miles de aves que nos llevaban lejos,
al
lugar nuestro, sólo nuestro.
El
instante fue el Hoy esperado desde nuestro eterno pasado.
¿Cuál
fue la causa de este recuerdo mágico?
Ser
tu amante de siempre
en
la hiedra de los besos apasionados, placenteros.
Tú
me llamaste sin sonidos
en
un blanco sendero pleno de besos de nieve
que
en tus manos portabas.
Y
me apoyé en tus hombros de juncos
hasta
pasar de una vida sin destino
y
pleno de sombras que me habían herido con feroz lanza
a
esta luz nueva contigo
en
nuestra, sólo nuestra alta morada.
Recuerdo
mágico, con los ojos nos buscamos, penetrantes,
en
un instante preciso y único en el que ambos estábamos viviendo una vida
traicionera y falsa.
Ahora
la blancura vacía se puebla de recuerdos no teñidos,
la
recorren presagios sonrosados
y
brota en ese lapso inmortal
una
masa de sueños que inventa tu figura
que
esperé en vano.
Recuerdo
mágico que jamás desaparecerá entre nosotros como una siembra soterrada y suave
en nuestros instantes del existir.
“Allí en la oscura noche
cuando el silencio lo permite todo
aparece la vida
como suspiro en eco”