Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 25 de septiembre de 2016
Desaire
Desaire,
palabra
despectiva,
arrogante,
que no
significa nada
si uno
la encuentra
y no
sufre por ello.
Pero de
pronto
aparece
en un poema,
en un
verso de amor
y esto
confunde mi pensamiento
porque
aunque en mis prosas
la
verdad encuentro miles de objeciones
resuenan
en mis adentros.
Es
verdad que en muchas estrofas
las
palabras con desaire se claman,
más en
el fondo
se sabe
que son nubes de humo
para
ocultar los verdaderos sentimientos.
Sentimientos
que están llenos de dolor
por el
desdén recibido,
el
desgaire que nos llega,
la
indelicadeza que nos roza,
perdemos
lo más preciado:
el amor
que nos rodeaba
y a
pesar de que los versos
nos
hacen pensar que lo que se
ha
perdido no debe doler
ni
llorarse amargamente.
En
realidad
las
frases que resuenan en mi mente
gritan
lo contrario
porque
encontrar en el camino
desatenciones
no merecidas,
no es
un instante para recordar ni sufrir.
Lo que
se siente duele
tanto
que es mejor convertirlo en coraje
para
que el daño desaparezca,
se
disuelva en la nada
hacia
lugares recónditos del alma.
Voy
tras el camino
tras
una libertad absoluta,
allá
voy con mis delirios
como
una ciega luz
de una
noche oscura.
Desaire,
enredado
en hilos con el viento
para
que deje de existir en mi vida.
Voy en
búsqueda del amor
con miedo
a amar
y
dejarme amar,
miedo a
pasión desbocada,
miedo a
besos furtivos,
miedo a
ser ramas entrecruzadas
bajo
las ramas confundidas
de los
ligustros anhelantes.
Miedo a
ser naturaleza viva
en la
naturaleza real que me rodea.
No
quiero avanzar contigo en tinieblas,
sí
claridades buscar juntos,
a
ciegas
y nos
hallaremos envueltos
en
redes de preguntas
y ecos
que contesten
en una
entrega total,
en una
plena donación de vida.
Desaire
que se ha ido lejos,
sólo
busco claridad
a
través del misterio
nunca
bastante claro por desnudo
que
esté en las tinieblas sombrías.
En este
tiempo medido con ensueños
¡al
fin! te veo llegar,
vienes
de la nada tormentosa hacia mí,
colmadas
tus manos de ansias y caricias.
¡No más
se acerque a mí el desaire!
en
oleadas de vientos y nieblas
la
esperanza de que vienes
se
vislumbra y ya estás conmigo,
tu
sonrisa,
tu
mirada,
tus
caricias que corren
hambrientas
sobre mi piel dormida.
Me
niego a despertar,
no
quiero ver la soledad
detrás
de tu perfume
que se
negó a partir.
Hoy te siento
Hoy te siento,
aquí cerca mío.
La ternura de tus caricias
y tu mirada
es una franja azul y verde
entre el cielo y el agua.
Es una estela dejada en la piel.
Tu ternura es energía
transformada en besos.
Es un ave coqueteando con las
olas.
Es una hoja balanceada por el
viento.
Es un rosal floreciendo.
Tu ternura la percibo
en el abrazo cálido y sensual,
en el poder escribirte
a través de ella las poesías,
las palabras que nacen del alma
para ti.
Hoy te siento
en el gesto delicado
que sale del alma,
en la forma en que me llamas.
La ternura es el suspiro del
amor.
Hoy te siento
a través de tu calma
con que has sabido llenar mi alma
y hasta el menor de mis
pensamientos
inspirando hoy cada letra
de cada poema que te escribo.
Es bella y verdadera tu esencia,
le escribo a lo que tu presencia
en todo mi existir genera.
Cuando un día
mis poemas lleguen a ti
entenderás que te amé así,
por no saber amar de otra manera.
Percibo tu ternura
y mi corazón infinito
como el cielo se convierte en
volcán
cuya hirviente lava,
llega hasta el alma,
es como un dulce poema
que alegro mi triste razón,
eres una luz en mi alma
me alumbra
en todos los caminos de mi vida.
Hoy te siento
en una noche muy obscura,
noche de eclipse de luna,
la estrellas a mi alrededor
tiñen el cielo de color.
Tiemblo de amor
cuando se anuncia
la inminente llegada de mi
amante,
a quien espero despacio
igual que un fruto colgado
sobre el fresco de la grana.
Y viene hacia mi
desprendido y risueño,
eterno signo de bondad y ternura
y nos encontramos en el cenit,
yo inocente y pura,
él noble y único.
Hoy te siento.
Desde lejos,
ya en el umbral del encuentro
y mi voz leve como un hilo
que sale de su noche,
trémula lo llama
¡Ven!
¡Te espero!
¿Desde dónde?
Es entre ondas sucesivas
de un querer al otro,
de ternura leve,
luminosa por el sol,
purísima y diáfana,
de blancura total y mi trémula
espera
avanza soñando,
se acerca y las almas
se reconocen radiantes
en el camino que las esperaba
y en el papel amanecen
unas palabras
¡Amor,
hoy te siento!
Si supieras
Si supieras,
aunque ¿sabes?
que día tras día,
horas,
minutos y segundos
dedico mi mente a ti.
Si supieras,
aunque ¿sabes?,
que me inspiras a decirte,
a escribir,
garabatos que su forma
se dispersa en un blanco papel
y dibujan las más tiernas,
dulces y bellas palabras
que terminan siendo frases dichas
y escritas por el sentimiento de amor
que tu despiertas en mi corazón.
Si supieras,
aunque ¿sabes?
que brotan en mi piel
y asoman por mis poros
las pasiones que exceden
al deseo reprimido
que acechando está esperando por ti.
Si supieras,
aunque ¿sabes?
que eres dueño de mi almohada
en mis noches de soledad
y que al amanecer me despiertas
porque estás en mis sueños
enredado en sábanas de seda
y caricias de algodón.
Si supieras,
aunque ¿sabes?
que eres mi todo y mi más
porque te amo
aunque tú no lo quieras.
Pienso en ti
y no se si es cierto que te amo
o lo sé tanto que temo
que ese amor me traiga llanto.
Pienso en ti y espero que te acerques,
quiero apretar tus manos,
me corre un secreto en la piel
que es felicidad ansiada,
necesito tenerte cerca
y es prohibido lograrlo,
por eso quiero saber si te amo.
Necesito vivir en un rincón de tu presente,
haz allí y brúñela como una luna de acero,
cincelada en filigranas.
¿Qué tejerá tu memoria madura
de andar los tiempos,
de dibujar los caminos
por donde viniste andando?
Espejo atiborrado de recuerdos
es tu frente erguida
para que mis manos acaricien
la plata fina de hilos y cenizas
de tu noble cabellera.