Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 9 de octubre de 2016
Recuerdos del pasado
Recuerdos
del pasado,
Señales
advenedizas y trágicas
Que
raudamente vienen sin saber por qué.
¿CUÁL es la razón de este cambio
Absoluto
y total?
¿Por
qué el pasado viene a cambiar el presente?
Mi
vida blanca de tristeza,
Es
luz todo dolor
Y
aún el amor me inunda
Y
me hace recordarte…
Como
mi gran soñador.
Recuerdos
del pasado,
Mi
fantasía con audacia, inquieta y mágica, sin cesar
Busca
la paz interior,
Aún
sintiendo el dolor interior Y más profundo
En
la nocturna soledad secreta.
Recuerdos
del pasado,
No
obstante este HOY sangrante y doloroso,
Entre
los sueños peregrinos prosiguen
Con
voluntad férrea y tenaz por el desierto humano
Que
comencé en el AYER, va poco a poco superando…
Hacia
la esperanza del cambio.
Y
aunque no llegue nunca a los serenos
Doseles
de las palmas, por lo menos
Más
cerca de ellas cavare mi fosa.
Recuerdos
del pasado,
Y
aún a pesar de mi ánimo sin decaimientos,
Mi
mar de llantos busca en mi interior
Las
frases,
Las
palabras de amor,
La
poesía que emana de mí hacia el mundo real,
Que
a veces esta partido.
Recuerdos
del pasado,
Soy
una vagabunda del cielo y de la tierra,
Y
el lenguaje sutil,
Cuando
los cristales duplican sus colores,
Mi
ánimo se levanta hacia lo alto,
Superando
todos los obstáculos,
Que
me hieren y lastiman.
Soy
una página en blanco
Y
no encuentra en estos instantes de dolor…
Los
poemas que están en en el aire perdidos,
Allá
en la lejanía.
Recuerdos
del pasado,
No
regresen a este HOY,
Busco
el amor,
La
paz en todo mi existir,
Y
sé que pronto llegarán
Pesares del ayer
Pesares del ayer
vuelven a mis recuerdos
cual de puerta pesada cuando
gira sobre gonces de hierro enmohecido.
Anidaban en las grutas del olvido
y ahora pregunto
¿por qué regresan en un sombrío torbellino?
Pesares del ayer renacieron
en una mañana apenas comenzaba,
áspera y fría cual musgosa bruta
y ardieron en el cielo de esa aurora
nubes de un rojo intenso
como en un conjuro infernal,
colmado de bramidos cayendo cual torrentes.
Pesares del ayer como nubes de borrasca
me inundan con un ronco eco de dolores idos.
Todo aquello pasó pero aún
en mi mente siento remordimientos
por no haber sabido actuar con límites
y dejar pasar al dolor por mis fronteras
que debían protegerme.
por no haber sabido actuar con límites
y dejar pasar al dolor por mis fronteras
que debían protegerme.
Pesares del ayer, mi afligido pensamiento
quiere ahuyentar las sombras de aquellos ayeres,
de aquellos amores
que en vano llegaron a mí.
Pesares del ayer,
recuerdos que deben irse
al lugar secreto donde reina
la paz y el silencio
haciendo irse muy lejos
a los tormentos imborrables
quiero que todo lo pasado que provocó dolor
se hunda en hondos precipicios
palpitando en un viento ardiente
como el que sopla en un gigante incendio.
Pesares del ayer,
dejadme vivir desde el Hoy la vida
plena de amores
y deseos calmos.
Y poco a poco nacerán
los versos, las frases, las prosas,
entre perfumes de
flores guarnecidas de pimpollos nuevos.
Y entre risas y lloros en flor
mis prosas volarán en las alas de mis sueños.
Versos!
¡Palabras de amor!,
me hacen refugiarme en el mundo del olvido
sin pesares del ayer,
sólo estrofas entonadas
como canción de vida.
Pesares del ayer,
unos los hundo en el mar,
otros cruzan por el éter para que beban luz
en las estrellas y no regresen
jamás a mis recuerdos
que tan sólo quieren revivir los mejores instantes
de felicidad
de los ayeres de ayeres
y en este Hoy dormitar en el silencio
de la luna llena rodeada de luces brillantes
de amores nuevos.
Estoy acá
Estoy acá
cerca de ti
muy cerca,
mi vida en tu vida
y tú me desconoces
no sabes quien soy
Camino por las orillas del mar
y la espuma me acompaña
se creen que voy sola,
no, estoy contigo.
Los espejos,
el agua quieta
sombrean un solo cuerpo
pero en el alma hay dos sombras
unidas por lazos indisolubles.
Estoy acá
me debía bastar
con lo que ya me has dado
y pido más y más,
tú nunca podrías dar
otra cosa de ti
más perfecta.
Se cierran sin misión, ya, los ojos
a una luz, ya, sobrante.
Estoy acá
tal como me la diste
la vida está completa:
tú, terminado ya.
Pero de pronto te entregas a mí
es reconquista de ti
vuelta hacia dentro.
Estoy acá,
pidiéndote que me quieras
decirte que vivas,
que vayas más allá todavía
por los recovecos últimos de tu ser.
Estoy acá,
pidiéndote,
implorándote a ti, la vida,
inagotable,
alumbrada por el amor
al pedírtela.
Y no te acabaré
por mucho que te pida.
Estoy acá, acompáñame,
protégeme,
ampárame,
eres el amante de mi amor
y así puedo vivir en ti,
sin temor a lo que yo más deseo,
a tu beso,
a tus abrazos,
Estar ya,
siempre pensando,
en los labios,
en tu voz,
en tu cuerpo,
en tus brazos
y poder estrecharte sin fin
sin penas,
mientras se va inhacedera
con mi gran amor por detrás
tu solo cuerpo posible
tu dulce cuerpo pensado.
Te beso,
¿es obra humana tanto gozo?
¿Podrán los labios repetidos
hacer que vuele a mi el segundo beso?
Más que beso,
claridad que busca la certeza alegre
del don de hacer
milagros de amor.