Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 22 de octubre de 2016
Por un solo beso tuyo
Besos húmedos
¡oh!
Sorpresa sin darme cuenta
me besaste por vez primera,
mi cuerpo vibró y mi mente
se nubló,
entró en mi corazón,
llegó el amor.
Ese primer beso de mi mayor
anhelo,
un beso grande, un beso inmenso,
un beso cálido,
húmedo y tierno.
Por un beso tuyo…
caminaría en el desierto,
inundaría los cerros,
cruzaría el mar en corcel de
plata.
Te entregaría mi calma.
Araría en el desierto
para sembrar en tu alma
la semilla de tu estirpe,
que vería crecer con ansia.
Por un solo beso tuyo…
arriesgaría mi historia,
vendería mi alma
y contemplaría la gloria.
Por un solo beso tuyo,
regresaría mi historia
desde donde siempre te he
buscado
y desde siempre te he
esperado,
y ahora que te he hallado
apretaré con denuedo
tan sublimes recuerdos.
Pues la flor que he
cultivado
llena ahora con su perfume
el jardín que he tanto
cuidado.
No alcanzas a imaginarte
lo que es capaz tu embeleso.
A mi arte entregaría
sólo por saberte mío.
Por un beso tuyo
daría mi vida entera,
despreciaría todo el oro del
mundo
y lo cambiaría por un beso
tuyo.
Con un beso de tus labios
encontraría la cura de mis
males
con el toque de tus manos
acabarían todos mis pesares.
Primer beso de amantes
insipientes,
¡Júbilo! ¡Felicidad!
¿Podrán los labios repetirlo?
Por un beso tuyo
yo no sé qué daría,
si la luz del cielo
o un diamante entero.
Por una caricia tiraría al
viento
al mejor te quiero
despertando el tiempo.
Por un beso tuyo yo no sé
qué diera,
si mi alma entera
o mi corazón enamorado.
Gritaría al mundo,
llena de alegría,
el amor que siento por tener
tu cuerpo,
por probar tus besos y
tu dulce aliento.
Por un beso tuyo bajaría el
sol,
la luna plateada,
mil palomas blancas,
yo no sé qué diera
loca de contenta
si mi alma entera
colmara mi corazón sin
frenos.
Besos de tu boca,
caricias te daría,
abrazos que demostrarían
mil veces mi alegría.
La sinfonía de mi
pensamiento,
a veces te diría
las letras de un te quiero
porque a veces por ti vivo
y a veces por ti muero.
Espejuelos del amor
Espejuelos
del amor
nos
miramos sin vernos
nos
amamos a través
de la
nada del espejo.
Te amo
como aman los poetas,
con
palabras dulces,
con
caricias prohibidas,
con
metáforas inventadas
de un
corazón que ama
con lágrimas
derramadas a través de espejuelos
guarnecidos
de oro y plata
donde
solo nosotros sabemos que existen.
Escribo
porque nací escribiendo sin saberlo,
porque
me sale del alma
y cada
verso es mi vida
reflejada
en nuestros espejuelos
ya que
mi vida es la palabra.
Sin mis
poemas estoy muerta,
sin mis
versos no soy nada,
soy
como una sombra perdida
que por
el silencio vaga.
Espejuelos
del amor
escribo
lo que me dicta el corazón
y mi
alma expresa lo que tú sientes
sin
melodías vibrantes y altisonantes.
Espero
pacientemente
que
penetres en mi ambiente
con tu
mirada independiente
la cual
se grava en mi corazón.
Espejuelos
del amor
en los
que mi deseo
es
estar sin tocarnos ni vernos
en un
continuo sentir queriendo
volar a
tu cama,
arroparte
con mis brazos,
queriendo
darte mi todo,
arrullarte
en mi canción,
alimentando
con mis besos
imaginarios
a través de los espejuelos,
El
hambre de tu pasión.
A
través de los espejuelos,
los
besos y el pecho se conquistan,
en
afanosas lides entre gozos,
parecidos
a juegos,
días,
tierras,
espacios
fabulosos,
a la
gran disyunción
que está
esperando,
hermana
de la muerte o muerte misma.
Cada
beso perfecto aparta el tiempo,
le echa
hacia atrás,
ensancha
el mundo breve
donde
puede besarse todavía.
Ni en
el llegar ni en hallazgo,
tiene
el amor su cima,
es en
la resistencia a separarnos
en
donde se le siente desnudo,
altísimo,
temblando
entre los espejos de jade.
Murmullos en la noche
Murmullos
en la noche,
colmada
de cálidas palabras
encendiendo
velas donde el viento
sacude
negra soledad.
Ayer en
la noche,
entre
los silbidos del viento
acaricié
el pétalo de tu sombra.
¡Qué
extraño fue!
Murmullos
en la noche,
los dos
quietos,
abrazados
en un solo cuerpo,
sentimos
en oleadas
de
viento y agua
que la
esperanza viene a nosotros.
Murmullos
en la noche,
somos
dos,
sólo
dos,
con
miedo a ser uno.
Miedo a
amar y a dejarse amar
miedo a
pasión desbocada,
miedos a besos furtivos y deseados,
miedo a
vivir entrelazados
bajo
las ramas confundidas y anhelantes
de los
ligustros.
Miedo
de ser naturaleza,
viva,
en la
naturaleza.
Murmullos
en la noche,
delirios
alucinantes
de
saborear la paz
serena
de tu amor
y cada
mañana tu aliento
de
cigarra anida
mis
ojos abiertos
en la
penumbra quieta.
Murmullos
en la noche,
que mi
alma juglaresca escucha
como
fondo apabullado,
son
murmullos que
como
arrullos de horas muertas
nos
nombran,
para
unirnos con mil ojos
confundidos
de caricias
en un
viento indiferente
que
juguetea con nuestros cuerpos
plenos
de amor.
Murmullos
en la noche,
quiero
que tú
con tus palabras y gemidos de amor
aturdas
todos mis sentidos.
Comúlgate
conmigo,
apagan
los murmullos que deliran
desboca
los temores indefensos
y sólo
¡ámame!
y será,
entonces, el mundo nuestro.
¡Ámame!
Seré la
sal de tu camino
y el
verde de tu sombra acogedora,
seré tu
cuerpo de perfumes
y
aromas dulces,
brazos
de estatuas,
esculpidas
por la pasión fresca
de mis
formas tuyas.