Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 30 de octubre de 2016
Ninfas encantadas
Ninfas encantadas,
surgen por el bosque
luminosas,
misteriosas,
travesías que empiezan
rumbo a Siempre,
buscando en su camino
el alma adolorida
de amor
para darle calor,
luz
y vestirla de armonía,
afanes
de querencias puras.
Ninfas encantadas,
geométricas,
columnas de amor,
arquitectas de sueños,
son un todo invisible
pero su suave roce
nos acaricia al pasar
como náyade del cielo,
nos mima
y nos ama.
Ninfas encantadas,
como ayas cuidadosas
e institutrices permisibles,
nos acogen
en su seno
para sentir
su calor y su protección.
Nanas prodigiosas
que danzan
entre duendes,
gnomos,
dando vida al bosque umbrío
donde tú y yo
nos amamos sin cesar.
Son balsas de salvación
con un polícromo velamen de nubes
vestidas de Venus
hendiendo prodigiosas
auroras
y crepúsculos,
espumas del tiempo de los años,
siglos
y con peripecias supremas,
día y noche nos reúnen,
nos hacen navegar
entre besos dulces
y abrazos fuertes,
empujándonos
a nuestro tibio lecho
de hojas de otoño,
para que lleguemos
al clímax supremo.
Ninfas enamoradas,
dan ansias de vida,
afanes extrañísimos de amor,
de querencias puras,
haciéndonos recalar
en la celeste ensenada,
segura,
la que está lejos,
detrás,
a salvo del Tiempo.
Ninfas enamoradas
calculadoras de sueños,
hijas sin edad,
sólo un diseño traslúcido
que une nuestro cuerpo
a la máxima plenitud
del amar.
Abstractas,
sin misterios,
serafines o ángeles,
mensajeras de pedazos de sonrisas,
de besos,
de caricias.
Ninfas encantadas,
sus alas,
yacen en lo altísimo,
entre plumas de ángeles,
que encomiendan su vuelo
hacia nosotros,
para que en nuestro existir,
vivamos amándonos,
entre gemidos,
quejidos,
reclamos,
suspiros,
del amor cuajado de estrellas
Anhelo frustrado
Anhelo
frustrado,
creí en
tus falsas palabras,
melodiosas,
seductoras
que acariciaban mi alma,
pero
eran tan sólo
palabras
vacías de amor.
Y llegó
el fin,
donde
no quiero ni nombrarte,
ni
pensar en ti.
Sólo,
ser humo en tus ojos
y del
mundo sin ti,
el
final.
Anhelo
frustrado,
no veré
más tus ojos
que me
quemaban hondo,
que me
mataban con su gris ausente
con tu
piel de vientos
y tu
pasión de locos.
Anhelo
frustrado,
tu amor
me ató
y me
desató
en cada
lujuria de tu mirada errante.
¡Basta
de seducción!
procaz
y sin verdades ardientes
y yo
quedo con el desgarrador recuerdo
de tus
ansiados besos.
Creaste
música blanca,
para
conquistarme en plenilunio,
consumiendo
mis temblores,
devorando
mis gritos
bajo tu
piel fantasmal
y
traicionera
que aún
me ahoga desde esta distancia
tan
presente.
Y aún
estás
rezagando
mi camino
con
cadenas y cerrojos en mi vida
para
que nadie pueda entrar.
¡Basta!
vete ya
de mis recuerdos
tu
nombre ya está guardado en mis joyeles.
No
leeré ni una letra tuya,
no me
escribas para que yo desborde
y me
consuma en fuego.
¡Déjame
en paz!
con mi
silencio flotando sobre el agua
que
mana de mis recónditos adentros,
Balanceándose
en mi frente una corona
por
donde el aire se escapa de mis dedos
y no
saben ya mis labios
la palabra
que una
tus
oídos a mi verso.
Anhelo
frustrado,
fueron
por momentos
anhelos
amados,
ilusionados,
vibrantes,
ahora
sacúdanse
de las
bases de mi sangre
y que
tu nombre desaparezca
contra
el cielo
y
desnudándote camina sobre el muro
que
cerca mi silencio.
Tú ya
no estás más en el verde
levantado
del árbol
donde
perdí mi albedrío,
ni en
el viento caliente del estío
ni en
la orilla del mar enamorado.
Amor
frustrado,
perdido
por siempre
sin
sentir ya más el cercado de tus ramas
amaneciendo,
ya renovada y sin fe en ti.
Magia de un día
Magia de un día,
mi amor tu eres magia,
en cada instante de mi vida
en mi cielo resplandeces
y son tus ojos que me iluminan
con un fulgor de estrellas que me
cautivan
y me ocultan sin quererlo en tu
mirada.
Magia tiene tu voz,
tu dulce acento,
el cual lo escucho dormida y aún
despierta
que me dice dulcemente con el viento,
me confiesa y me repite:
“que me amas”.
Mis pinceles más leales
se han propuesto apresar tu verdadero
rostro:
desentrañar las esenciales líneas
donde tu fuero el aire acata y el
aurea alba,
espiar el múltiple venero
donde emerge a raudales toda la luz
que quiero para tu piel,
tus ojos cenitales.
Magia de un día,
en la que la recta se espírala,
la curva se endereza
y por la emoción y el sentimiento
sin acertar el rumbo ni la escala,
la alta luz tropieza o en su ímpetu
resbala.
Magia de un día,
estás a mi lado,
entre mis brazos,
cubriendo mi cuerpo con calor y
caricias.
¿Cómo apresar la sosegada llama que te
entibia los ojos?
¿O el frenesí que tu mirar proclama
cuando se incendia prodigo de rojo?
¿Cómo apresar la tímida piel que en
tus mejillas convoca?
¿O la mañana asomada a tu boca?
Magia de un día,
mi afiebrada plata se anubla
enamorada.
Se pierde en la enigmática y secreta
zona
de la alborada donde digo carmín,
azul,
violeta
y al nombrarlos se esfuman en airada,
fantástica pirueta.
Magia de un día,
en tu silencio eres un volcán
que se activa aquí en mi pecho,
cuando llegas y desciendes a mi lecho
y en tu ternura me abrazas.
Mágico es este momento cuando respiro
tu aliento
y mi alma se entremezcla con la tuya
para volar por los cielos
y marcar el universo entre suspiros,
siendo uno,
envuelto en hilos,
envuelto en hilos de plata.
Magia de un día,
con este nuestro amor
que no se acaba nunca
porque prolongando
de que uno y uno sean dos
ya que el amor es el retraso milagroso
de su término mismo.
Con los besos, con la pena
y el pecho se conquistan en afanosas
lides
entre gozos parecidos a juegos,
días,
tierras,
cielos abiertos,
espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está
esperando
hermana de la muerta o muerte misma.
Magia del beso perfecto,
aparta el tiempo,
échalo hacia atrás,
ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
Ni en el llegar,
ni en el hallazgo tiene el amor su
cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo,
altísimo,
temblando.
Magia de un día
que se va en una despedida larga,
clara,
con lo más seguro que es el adiós…