Páginas

Tarde invernal


Tarde invernal

El viento helado era una pincelada de rojo en mi mejillas y
un gozo bailarín en tus pupilas húmedas.
Un aire inverosímil arremetió con el sol, golpeteaba por dentro,
de los pulmones, empujaba la sangre.
La alegría, pensé, debe ser parecida a un remolino de sol corriendo por los campos.
Y te miré, con calor en mi alma, envíe caricias a tu corazón.
Y te miré aguardando, ni magia ni milagro, que ya en dorado crepúsculo inundaras,
el cauce de la tarde.
Con el frio helado de afuera, nosotros acurrucados y abrazados frente al fuego,
de la chimenea, nos besábamos apasionadamente, éramos uno del otro,
corazón con corazón.
Y entre perfil y miradas , se sienten frenéticos toques de diana,
anunciando nuestro amor infinito.

“Dame a beber la poesía,
en el raudal de inspiración,
que a la noche es meditación”

Sed


Sed

Sed de ti, de tu amor total, de tenerte cerca,
sed que desciende del mediodía por las escalas de los versos,
plenos de amor.
Sed de tus besos, de tus abrazos, de tus caricias cálidas y plenas.
Sed que me inundas en el cauce de la tarde, todo mi cuerpo con tu gozo.
Sed de tus miradas en el silencio frente al mar, en el crepúsculo.
Sed de que tu silueta sobreviva en mi alma enamorada que transita, por mi cuerpo.
Sed de amor lléname de gozo.
Sed de amor calma mis deseos, siente cuanto te extraño.
Sed de amor llena de luz mis días.
Sed de amor refúgiame en tus brazos en ellos quiero descansar.
Sed de amor quiero beber tus delicias, que para mi alma son fuente inagotable.

“Clamores que gritan,
 que sólo tú calmarás mi sed”

Fugaz


Fugaz

Fugaz mi oído se asombra ¡En ruido! de la sombra brota.
Y me di cuenta de que en mi duermevela matinal vendrías,
con un beso cálido y tierno a despertarme.
Fugaz el encuentro pero pleno de amor, deberás irte,
pero me dejaste tu amor.
¿Fue una rápida demostración de amor?
No, fue lo más romántico que podía esperar y por la ventana,
el viento matinal me dejó perdida en mi sueño de amor.
Fugaz, breve pero intenso el éxtasis de sentir tu amor,
por mi boca, te necesito siempre a mi lado.
No fue mi imaginación  ni un mito que quiebra  la hebra,
de un beso. No sé.
Fugaz ¡no quiero que nuestro amor se trunque jamás!

“El amor canta la gloria,
de la luz del día”