Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 4 de noviembre de 2016
Mañana del ayer
Mañana
del ayer,
vivida
con intensidad total
como
si fuera un Hoy
último
y deseado.
Sobrevuelo
como una dinastía de soles,
amo
y soy amada,
estoy
envuelta en hilos
de
unión perdurable y recíproca.
Mañana
del ayer,
ya
vivida desnuda,
he
soñado una noche solar
con
viento y lluvia,
me
borraron como a un fuego,
como
a un poema
escrito
en un muro.
Mañana
del ayer,
más
allá del olvido,
alguna
vez de un costado de la luna
verás
cómo caen los besos
que
brillan en mí.
Las
sombras sonreirán altivas
luciendo
el silencio que gime vagabundo,
vendrán
las hojas impávidas
que
algún día fueron
lo
que a mis ojos vendrán
las
mustias fragancias
que
innatas descendieron del alado son.
Mañana
del ayer,
esperada,
ansiada,
deseosa
de vivir las rojas alegrías
que
burbujean intensas en el sol,
que
redondean las armonías
equidistantes
en el humo
danzante
del amor nuestro.
No
me abandones, mi amor,
en
esta verdadera mañana del ayer.
No
quiero que falte poesía,
en
el Hoy del hoy,
entre
ensueños rezagados.
Pido
el silencio entre nosotros dos,
que
nos amemos juntos,
como
si fuéramos uno,
solo
tú y yo.
Mañana
del ayer,
sed
silencio
encuentro
amor.
Vida,
mi vida, déjate caer
déjate
doler, mi vida,
déjate
enlazar de fuego,
de
silencio ingenuo,
de
piedras verdes en la noche clara,
déjate
caer, ahora,
ya,
mi vida.
Mañana
del ayer, cuando me miras
mis
ojos son llaves,
el
muro tiene secretos,
el
temor de no tenerte solo tiene poemas,
solo
tú haces de mi memoria
una
viajera fascinante,
un
fuego incesante.
Invadiendo mi silencio
Invadiendo
mi silencio,
tú el
que intentas murmurar,
constantemente,
tus
palabras sentidas de amor
no
dejando que me encuentre
a solas
conmigo misma
para
borrar de mi mundo interior,
antiguas
desolaciones.
Quiero
mi silencio mudo
incluso hasta en el viento que toca mi oído,
o el
eco que se asoma a burlar mi voz.
Hoy
necesito soledad,
el
cielo está oscuro,
la luna
se ha ido,
las flores no tienen la esencia de ayer.
Las
aves volaron dejando su nido,
me
siento sola,
pero sé
que tú vendrás
al
grito desesperado de
¡vuelve
a mí, no me abandones,
necesito
tu amor!
Invadiendo
mi silencio,
estoy
en penumbras con todo mi hastío
y en cada suspiro lloro una oración
que
clamo en silencio
porque
sé que todo fue pasado
y que
tú vendrás a mí,
dejando
en tinieblas, dolores ya idos.
Invade
el silencio todos mis espacios,
mi vida
marchita navega sin ti,
en un
triste andar
se mueren mis pasos,
te buscan sin tregua
para
que me traigas al hoy
donde
tú me esperas.
Invadiendo
mi silencio,
sin
ningún encuentro, sé mi amor,
vigía de esta silenciosa
que
quiere regresar
de su
viaje interminable
en el
desierto de su alma
y que
su corazón,
de la
mano dulce de la brisa,
llegue
hasta ti.
En la
caricia de tu voz,
yo era
el umbral de tu presencia,
yo
estaba en la sombra de tu nombre,
yo
habitaba en ti,
pero en mi mundo de silencio,
no te
encuentro
y un
profundo dolor invade mi corazón.
No me
dejes estar en el completo olvido,
hazme
llegar sólo una caricia leve,
el
recuerdo de una sonrisa,
la mano dulce de la brisa
y
acércate con ternura
a mi
mundo de silencio.
Invadiendo
mi silencio,
tú, sin prisa, despacio, lentamente,
te vas
adentrando en mi mundo
para hacerme beber
la
fuente de la vida,
aquella
que dejé
sin casi
darme cuenta.
¡Ven!
¡Entra en mi alma y hazla renacer!
Que
poco a poco
tu
magia invada mi ser
despertando
sus deseos
de gozar y amar
y así
lograrás detener el tiempo
entrando
al silencio de mi alma
para
vivir contigo
suspiros
leves y caricias cercanas.
No
quiero que seas
en mi
mundo de silencio
un
simple reflejo
en mi
imaginación
y que
al despertar mis ojos no te lloren.
Invadiendo
mi silencio
con tu
presencia en mi cuerpo
para
darme la flor del amor de la vida
que hoy
desvela mis pensamientos
con
silencio de olvido.
Infinita Ingenuidad
Infinita
ingenuidad,
mi alma
está anegada
de
inocencia
en una
poética fe en el mañana
y
aunque el viento me envuelva
en
mantos invisibles,
intangibles,
mi
candorosa esperanza
de
vivir el amor verdadero,
ése,
el
sentido.
Necesito
mañanas
sin
torvas neblinas
del
silencio
estando tú conmigo
como
una sombra
de
mariposas frescas,
tibias,
que
orillaban el vuelo
y yo
confiada hacía
que el
sol enredara
sus
hilos con el viento.
Infinita
ingenuidad,
bendita
eres
porque abres mi alma
al amor sincero.
Sí,
soy
crédula y cándida
porque
feliz,
enamorada
de la vida,
mi alma
canta
y
mientras el río me arrulla
en mis
sueños enamorados
de las sombras frescas
siento
tus pasos
venir a
mí,
tú,
mi
amante fiel.
Infinita
ingenuidad,
bienaventurada seas,
no me
abandones nunca
porque creo
que
cabalgando
en
vientos de perfume y oro
llegas a mí
con tus
caricias suaves
como
pétalos de rosas,
ellas
me atan
a la
sombra de tu fuego
y en la
sal
de tus
palabras.
Allí
entre
tus brazos
enredé
mi alma
para
siempre.
Soy
soñadora,
apasionada
y
acaricio el silencio
de tu
ausencia
porque
desde otra lejanía,
siento el sayal de tus manos
y tus
brazos
como
caricias desbocadas
que en galopes de metal
y oro
llegan
a mi cuerpo nostalgioso,
así
brota mi alma parca,
allí bulle
mi amor
pleno.
Infinita
ingenuidad,
¿a
dónde me conduces?,
¿a qué lugar escondido me llevas?,
siento que candorosa y virgen
me
arrancas en cada brazo
un suspiro
y
desarmas mi alma
en cada
beso.
Todo
está intacto
en tu
inocencia pura,
eres mi
música blanca
que
enciende mi inspiración
y hace
nacer
como
hilos invisibles
mis
poemas de amor,
frases
que encienden
mis limpias noches de ilusión
y de
deseos guardados.
Infinita
ingenuidad,
manso
camino
perfumado
de azahares,
de
lilas
y de
azucenas
donde tu aroma
me
envuelve suavemente
llevándome a altas cimas
de
goces buscados.
Ser
sincera
me
conduce al reflejo
donde se dibuja mi alma.
Allí
donde una imagen más
de las que tienes
me
harán vivir en un rincón
de tu
presente.
Infinita
ingenuidad,
siento
tus alas
y nubes
de música en mis manos,
siento que todo en mí
quiere
volar,
me
llevas en brazos
a un
mundo
que
aturde mis sentidos
y me
ofreces amor,
tu amor.
Comúlgate
conmigo
en mi
pureza
y haz
de mi vida
un
lugar mágico
donde
el amor vibre
y
palpite
como
tierno pájaro
tembloroso,
inocente
y puro.