Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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domingo, 11 de diciembre de 2016
Perturbación
Tus
palabras perturban mi alma,
me
estremecen toda
como si
un intenso temblor
de la
Tierra,
me
sumerja hasta el último todo.
Cuando
escribes,
no eres
una mujer,
eres un
paisaje para ser admirado,
mi
imaginación se trastoca
y voy
casi
sin darme cuenta,
hacia
ti,
amado
amante.
Enredo
mis sentimientos,
en tu
boca,
porque
no pude darte el beso,
que trémulo
e inquieto
jugaba
en mis labios.
Perturbación
total
mi
corazón, aún en la distancia
late
muy aprisa
pensando
en ti,
confundiendo
mis
sentimientos
de no
enamorada
en
sinceros anhelos de encontrar
fuegos
en mis versos
y en
los tuyos.
Me
confundes
cuando
al susurrarme
musa
floreciente,
afirmas
que nuestras almas
se
fusionaron
con esa
fuerza estruendosa
que es
el amor.
En mis
ojos, sí,
encontrarás
el destello de luz
de una
mujer apasionada
que la
proyecta en una sola mirada.
Perturbación,
sí,
perturbación
de que
alguien,
sin
siquiera tocarme,
piense
en mí
al leer
mis poesías
sensuales
y románticas.
Sí, es
cierto,
soy un
manantial de ternura,
de
amores profundos,
inolvidables,
que
sabe que
en
alguna parte de este planeta
alguien
piensa en mí.
Escribo,
perturbada
mis poesías
cargadas
de pasión y sensualidad
como
una mujer
luminosa
y transparente
como un
sol,
como tú
me veías.
Soy una
musa distante
para
alguien que como poeta
escribe
al amor
por
estar enamorado de la vida
y como
yo,
siente
que el verbo de la vida es amar.
Me
perturba tu pasión lejana,
floreciendo
mi alma
en
estruendosas flores
del
campo del amor.
Pienso
que algún día,
hoy,
mañana,
en otra
vida,
nos
despediremos con el beso
que
sigue jugando en el aire.
Vendavales de dolor
Vendavales de dolor,
el viento se arremolina
a mi alrededor,
con densos movimientos
por el pesar que me envuelve
al darme cuenta de que te fuiste
para siempre,
me abandonaste aún
con palabras de pasión
diciéndome que me amabas
que me querías con toda tu alma.
Vendavales de dolor,
con mis manos temblorosas y a tientas
en la penumbra de la luz
de las velas encendidas
para que iluminaran
nuestro gozo y placer,
te busco inútilmente,
te fuiste sin un adiós.
La música que nos unía a los dos
ya no se siente,
se fue con el viento a horcajadas de las nubes
e incontrolada fantasía de amor.
Mis suaves y dulces poesías se escondieron
en lugares secretos de mi alma,
ya no son mas para ti.
¿Es que en unas horas
encontraste otros ojos en los cuales mirarte,
y otros labios para besar?
¿Cómo es posible que te hayas ido
despidiéndote con palabras tiernas de amor?
¿Eran fingidas?
¿Eran traicioneras?
¿Eran hipócritas?
No lo sé,
yo te sentí mío, igual que siempre,
amándote hasta el infinito,
sintiendo tu cuerpo junto al mío,
con el calor del deseo y del placer.
Vendavales de dolor,
sí, siento ira,
enojo, dolor,
pena, llanto,
desilusión,
desolación,
desespero.
Creaste en mí un vacío inconmensurable
en el que el amor se hundió en el abismo
del miedo y del terror,
de que todo esto sucedido sea verdad
y no fruto de mi portentosa imaginación.
Te sigo amando,
te esperaré hasta el final de mis días,
hasta que me alce en volandas de vuelos de
aves
hasta el infinito.
No puedo olvidarte
y te pienso a cada instante
recordando tus palabras de amor.
La vida
cambiará,
lo lograré con tesón y anhelos,
buscando un verdadero amor
que no sea falso ni traicionero,
que sea verdadero y único,
llevándome a sendas de una nueva felicidad,
no en vendavales de dolor.
Mi recuerdo eres tú
Mi recuerdo eres tú
(parece que flota…
es tan suave su ir y volver
bajo el fanal errante de la luna
confidente del bardo peregrino)
Mi última esperanza
(irradias en la sombra
todavía siguiendo un ideal
que no se alcanza,
merodeando en la sombra
la ilusión perdida que fue mi guía)
Mi recuerdo eres tú
(y hoy,
en este otoño que estoy viviendo
y que la vida empieza a declinar,
se encuentra mi corazón
solo y cansado,
sólo me hace feliz tu recuerdo
turbando el nocturno desasosiego)
Mi última esperanza
(tú, mi todo,
eres el que despiertas
con cada triste sonido,
lento toque de notas vagas
que el viento lleva
a flotar como doliente gemido
y de la noche en calma,
tú mi melancólico
me haces estremecer el alma
en vibraciones impredecibles)
Mi recuerdo eres tú
(fuiste mi mundo de venturanza
que me llevó a la plácida nota larga,
tu voz me sigue acariciando
y como un suave reproche
se desgrana en la calma noche
las perlas de las delicias vividas a tu lado)
Mi última esperanza
(¿es que acaso ya no estaremos más juntos?
Quiero flotar en el éter la aúrea nota
que nos unía en un bálsamo efluvio
de noche primaveral.
¡Ven a mí!)
Mi recuerdo eres tú
(¡qué instantes más frenéticos y voraces
vivimos tú y yo!
bajo cielos escarlatas
que se extendían inflamando mantos
sobre nuestros cuerpos)
Mi última esperanza
(no quiero que seas mi silencio total
en un viaje completo de la vida,
te quiero en su trayecto en bacanales,
algazaras, proezas musicales,
en una gesta al abordaje de la felicidad
y de la paz eterna)
Mi recuerdo eres tú
(por ti anduve en el mar,
altiva como una ola,
una ola desnuda y sola estallando
en cada cabriola y desgranándome
al recordarte en cada instante)
Mi última esperanza
(por ti,
un hondo estremecimiento
se aquerenció en mi interior
y destelló en derredor,
un símil del paraíso
al pensar en ti)
Mi recuerdo eres tú
(serás siempre
un horizonte plomizo en mi vida
quedando siempre
un goce en mi corazón
y en mis manos desoladas,
entristecidas, marcadas,
donde mi piel te recordará siempre)
De nada me arrepiento,
pues la verdad de un momento
se grita como absoluta
aunque al final de la ruta
otra verdad la reemplace.
Viví desde la cima a la cumbre,
ardida en ardientes lumbres,
en un eterno recomenzar.