Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 21 de diciembre de 2016
Acepto tu partida
Acepto tu partida,
en esta carta que sé que nunca leerás,
te digo que eres libre, este nuestro amor,
se ha marchitado,
lánzate y vuela con el viento,
no te molestes por estar a mi lado.
voy detrás tuyo borrando tu recuerdo en
olvido.
te dejo ir aun deseando tu regreso,
al igual que a tus besos, tu piel y mis
lágrimas de felicidad,
sobre tu pecho.
La pérdida de tu amor,
hoy te dejo ir porque de nada me sirve
retenerte,
si tú estarás lejos de mí
y aunque decidas quedarte es mejor decir adiós,
cuando se va el amor.
Hoy te dejo ir, no de mis manos ni de mi vida,
te dejo ir a la deriva quizás porque es un
poema,
que escribí hace minutos,
voy detrás de ti borrado este recuerdo en
olvido.
La pérdida de tu amor,
te dejo ir aun deseando el retrato del ayer,
tus besos tus caricias, tus manos sobre
mis senos y mis lágrimas de amor sobre tu
pecho.
te dejo ir pero algún día nos vamos a
encontrar,
juntos con el límite de este tiempo.
Te dejo ir, tu partida es inevitable,
pero no olvides todos los momentos
maravillosos que vivimos juntos.
Abrazados, muy juntos, en nuestro nido de
amor,
cuerpo contra cuerpo,
besos por doquier, caricias por toda nuestra
piel,
dejando como plumas doradas un corazón
brillante en instantes inolvidables.
Hoy te dejo ir con el calor de mi amor
en tu corazón,
vientos levemente soplaran,
mientras en mi interior tus recuerdos arderán.
La pérdida de tu amor,
hoy lo acepto sin olvidar lo que vivimos,
seco mis lágrimas y miro tu vuelo,
estrella fugaz en el límpido cielo.
Bendita libertad ya que me tenías atada a ti
siempre,
ahora soy libre y por eso te dejo ir como el
viento,
sin latitud fija, como el rio entre las rocas,
como las palabras al aire,
no te preocupes mas no te buscaré.
No se busca lo que ya se tiene
y aunque decidiste alejarte sé que me
recordarás de por vida.
No olvidarás mis apasionados besos, mis dulces
caricias,
de nuestras noches de amor y placer,
de nuestros encuentros en nuestro lecho,
que ya te extrañan,
me conformaré con tu olor impregnado en cada
lugar
y en cada sábana,
olvidarás tu retirada por un momento,
pero recordarás esta alma que has llevado
contigo.
¿A dónde se fue tu amor?
¿A
dónde se fue tu amor?
Se
perdió lejos, muy lejos
entre
los copos de nubes al horizonte
donde
el cielo y el mar se juntan
debí
dejar mi soledad bordada sobre tus labios,
así
no me olvidarías.
El
corazón desafinando instrumento de la tristeza
Marcará
el ritmo de la luna
deshaciéndose
gota a gota
sobre
tu cuerpo escondido
y un
beso de plata recordaran las nubes
sobre
tus parpados.
¿A
dónde se fue tu amor?
¿ Es
que acaso no sientes mi canción
que
susurra sobre tu piel instrumento solista de la nostalgia?
miro
el cielo en las estrellas
y me
pregunto en donde estas,
queriendo
una respuesta en ellas,
pero
estas solo brillan sin cesar
¿A
dónde se fue tu amor?
me
vuelvo y pregunto a la luna
¿acaso
ella sabe de tu paradero?
pero
ella esta inmóvil, y muda,
sin
importarle mi sentir verdadero.
¿ A
dónde se fue tu amor?
Tal
vez mas allá en el horizonte
llegue
algún día a encontrarte
Pero
tú te ocultas arrogante y altivo
Para
esconderte bien lejos de mí,
tratando
de ser simplemente
un
trazo leve y volátil y mi vida toda
¿Dónde
se fue tu amor?
¿Acaso
a te has perdido y te has ido
al
camino del olvido?
Cuando
el cielo se afina,
el
conjuro de un sutil cosquilleo de flautas
y la
última estrella remisa
abandona
su puesto de guardia,
en ese
momento me gusta perderme en el aire
como
un reportero del alba,
siempre
buscándote con el alma perdida y liviana
esta
es la carta decimosexta para ti mi amor
pero
nunca la leerás
no
llegara a tus manos,
solo
sentirás un susurro leve , volátil
de
que esta alma te seguirá amando hasta que
el
todo poderoso tiempo la lleve volando.
Desapareciste en la nada
Desapareciste en la nada,
la luz intermitente que tu corazón me daba,
se apagó de golpe.
Vuelvo a buscarte, donde,
sorpresivamente me besaste.
Cálida ternura,
suspiros envolventes,
presencia que embriaga,
en un amor latente.
Desapareciste en la nada,
y te busco…
Y no estas a mi lado,
un vuelco ajeno te borró de mi espacio.
Ven a mis brazos de nuevo,
usa mis ojos de espejos,
quiero arrancarte el alma pero no puedo,
te fuiste lejos y no entenderás nunca,
de que forma te sigo queriendo.
Desapareciste en la nada,
antes vivíamos por el aire,
el agua,
ligeros,
sin dolor,
vivíamos en alas del amor,
pero ahora en un día tan solo,
te alejaste como un gran peso,
de la vida sin mí
y sobre la eternidad blanda del tiempo,
contorno irrevocable, lo que hiciste
dejaste marcada la seña de tu ser en mí.
Esta carta es de dolor,
te busco y en la nada sólo hay sombras
irrevocables.
Y ni allí estás.
Desapareciste en la nada
¡cuando te marchaste, que inútil fue buscarte,
por donde anduviste y seguirte desesperadamente!
El tiempo es rio que huye.
El destino se queda atrás y aún,
puede acontecer que cuando quiera proseguir,
perdido se halle en la sobras de un remoto
ayer.
Al irte a la nada,
dejaste mi alma de tal suerte,
que ya no temo a la muerte, ni a la vida.
Mi amor por ti persistirá por siempre,
Hasta la eternidad,
que es el lugar que al fin hemos de habitar.
No nos puede sujetar lo que pronto sucederá.
Desapareciste en la nada,
en silencio avanza, pálido el dolor.
Ante él la esperanza deshoja una flor
Y la soledad es cada vez más triste.
Me iré por otros caminos,
a encontrar al amor que ni canse ni agite,
el que da dicha y alegría hasta el fin.