Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 2 de enero de 2017
Amor sin dueño
Amor sin dueño,
quiero que mi alma se
eleve hacia lo alto
entre suspiros
entrecortados y anhelos de amar
con total intensidad
haciendo palpitar el corazón
con ritmos
placenteros
y sin ansias ni
afanes,
sin que un ser me
esconda entre sus brazos
y no pueda sin
límites amar hasta el infinito.
Necesito que mis
armoniosas
y pequeñas risas y
lloros en flor
se congreguen al son
de las alas
de mis sueños.
Mis frases,
mis estrofas de amor,
son nubes que flotan
y para ello hay que
tener luz de estrella
para iluminar mi vida
en silencio plácido y
sin fin.
Amor sin dueño,
quiero ir por veredas
de la tarde perdida y
sola,
sin sentir el cercado
de ramas
que quieran
encerrarme
con trabas ni
cerrojos.
No quiero que nadie
pase por mi mente
como un aire domado
con ramas verdes
que cercan mi
sosiego.
Amor sin dueño,
no se atreva ningún
ser a entrar
en el plato sonoro de
mi silencio
queriendo quemar
la llama hirsuta de
mi frente
como un ave de marfil
en primer vuelo.
No quiero ser un
pentagrama vacío,
me quiero llena de
notas
que palpiten en mi
alma
encontrando los
versos,
las prosas,
que abren las alas y
vuelan
levantando un
remolino de cadencias
que como ecos lejanos
llegan
a horizontes
cercanos.
No deseo que mi
corazón de poeta
sea un rojo sol
prisionero,
quiero sentirme libre
para amar
con todo mi espíritu
por doquier,
aquí, más allá,
lejos,
en infinitos
espacios.
Necesito cruzar el
éter
dormitando en el
silencio blanco
de la luna llena
o como en potros de
llamas
cabalgar en los
cometas.
Hundirme libre en el
mar
o bajar libre al
abismo
donde la luz no
penetra
y donde millones de
ojos me sorprenden
y contemplan,
son los diamantes
que el gnomo amontonó
en sus cavernas.
Amor sin dueño,
vuela, corre,
descansa,
se lo coge a puñados
como al mar
y cae sobre las almas
que me rodean
en un sueño eterno
sin despertar ya más.
Suelto, escapado va,
sin que se sepa
dónde,
sí pisando los cielos
que miramos
o bajo el techo que
es la tierra nuestra,
inasequible,
incierto,
eterno jugando a
existir siempre
y a su paso en las
altas madrugadas
unas alas invisibles
lo golpean,
lo llaman, lo
necesitan,
es el amo seguro que
se cierne
volando a ras de
tierra
para todos en un
enamoramiento total de la vida.
Sedúceme
Sedúceme
Sedúceme,
conquístame con tu voz
profunda
y única
y
tus palabras colmadas de amor
que
llegan a lo profundo de mi alma
dominando
mi razón
y
rasgando mi piel.
Aún
en tus silencios tu voz
me
acaricia, me subyuga,
me
estremece en un letargo impreciso
que
el tiempo desgrana.
Sedúceme,
sin siquiera tocarme,
haz
que mi deseo tiemble entre delirios, ilusiones, incertidumbres.
Necesito
vivir en un rincón de tu presente y
que
mi imagen la guardes
atiborrada
de recuerdos.
Sedúceme
tan sólo con tu voz en un aire
silencioso
que como bálsamo errabundo
me
busca en la oscura lejanía.
Te
siento pero no te tengo,
mi
cuerpo mudo de cariño
necesito
ser pasión en polvo de cenizas
para
que me armes con tus besos redentores.
Sedúceme,
tendrás que hacerme hoy y fuego,
vivir
presente en mis formas afiebradas.
Necesito
reír contigo,
escuchar
con tu voz de horizonte
tibias
de palpitación tus palabras de amor.
Enséñale
a mi boca a que te busque
en
la intimidad del silencio,
en
la compañía del pensamiento.
Sedúceme
poco
a poco, despierta todo lo que en ti provoco
que
me hace pensar
que
necesito tu risa y alegría cada vez que me llamas.
Estás
lejos, lo sé,
pero
te siento tan cerca
que
me llega tu sabor
a
gloria de tu alma
y
tus coqueteos me hacen
estremecer
de placer.
Sedúceme
con tacto como si fuera
seduciendo
al viento o
como
deshojando una rosa
y
dime como enredarías tus dedos
entre
mis cabellos, hoy los he peinado con perfume de sándalo.
Dime
lo que quieres con mezcla de ternura
y
de ansias locas que penetren
en
mi alma que te está esperando.
Sedúceme
como distraído,
respira
profundo, acércate a mí
con
tu voz serena, con tus palabras
que
como caricias
hacen
vibrar
mi
cuerpo y sentir ese
tu
aroma de flor de azahar sobre mi cara.
Quiero
sentir cerca tu aliento
cálido
y dulce,
que
no se apague la débil flama de
este
amor febril recién iniciado.
Sedúceme
con tu encanto,
átame
con tus deseos desde tan lejos,
confiésame
tus anhelos y
déjame
vivir en tus sueños.
Te
nombraré en mis suspiros,
te
dibujaré en el pensamiento, te querré con los
sentidos
y te entregaré mis sentimientos.
Sedúceme
hasta en mis sueños, que tus dulces
palabras
de amor repiquen como ecos en mi alma
que
te espera ansiosa con deseos de
compartir
contigo todos esos distantes
de
estar juntos con gozo y placer.
Mar de lágrimas
Mar de lágrimas,
inunda mi rostro frío
colmado de sal,
tristeza infinita
que se arraiga en mi
alma
porque tú no estás a
mi lado.
¿Cuál es la razón de
llorarte tanto, amor?
La desazón de mi
espíritu
me lleva a llorar
a orillas del mar
en noches serenas y
cálidas.
Y lloré un río de
lágrimas
hasta quedar exhausta
y sin sollozos.
Mis heridas y dolor
se han ido ya
con las lágrimas,
me siento vacía
esperando el mañana
que me traerá un
nuevo amor
verdadero,
pleno de cariño
y ternura.
Mar de lágrimas,
en mi corazón todo lo
que existe,
ahora,
es sólo el dolor del
duelo
basado en la
nostalgia
de un amor pasado
como humo en el
viento
por el amor perdido.
Mar de lágrimas
que como gotas de
sangre
migran a mi corazón
fluyendo
a través de la
ventana del alma
con mis rotas
emociones.
Son sollozos de un
sueño
de un amor perdido
y que nunca pude
encontrar
en una búsqueda
eterna de ti,
mi amado,
mi pasión única.
Mar de lágrimas,
mensajes silenciosos
de esta vida,
columpiándose en un
dulce retraso
de un morir que no
perdona.
El destino se
estremece
en la punta de una
rama
cuando al pesar de la
gota
hace inclinarse a la
hoja
ya casi rendida.
Mar de lágrimas
en un puro silencio
se deslizan
suavemente
con su gran menuda
carga,
de tanto y tanto
cristal celeste,
de gotitas de dolor
y aflicción.
Mas no me doblego,
no me rindo,
me yergo
y me alzo entre luces
de diamantes,
en volandas me voy
en búsqueda del amor
soñado.
Morir, vivir,
equilibrio
estremecido,
son pausas entre vida
y muerte
creando en mi entorno
ondas de paz.
Tantas lágrimas
perdidas,
tantas huellas en mi
piel,
ya no rompes mi
silencio,
nada es igual que
ayer.
Mar de lágrimas
no puedo permitir
que el mundo gire
en el recuerdo,
puedo desafiar la
oscuridad
y vivir entregando mi
corazón roto
a quien no cree en el
amor.
Volveré a pensar en
el sueño
que por ti abandoné,
en un renovar de
alegrías
y gozos
mi vida se tornará
feliz
y placentera
entre soplos de aires
cálidos
en torno a ondas de
calma.
Mar de lágrimas
entre brisas frescas,
el alma siente
que pasa por ella
algo nuevo,
es el sendero a un
nuevo cauce
con un gozo nunca
sentido,
un verdor,
una alegría,
unas estrellas
y un río
que me lleva
a un nuevo mundo de
amor.