Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 3 de enero de 2017
Pesares del ayer
Pesares del ayer
vuelven a mis recuerdos
cual de puerta pesada cuando
gira sobre gonces de hierro enmohecido.
Anidaban en las grutas del olvido
y ahora pregunto
¿por qué regresan en un sombrío torbellino?
Pesares del ayer renacieron
en una mañana apenas comenzaba,
áspera y fría cual musgosa bruta
y ardieron en el cielo de esa aurora
nubes de un rojo intenso
como en un conjuro infernal,
colmado de bramidos cayendo cual torrentes.
Pesares del ayer como nubes de borrasca
me inundan con un ronco eco de dolores idos.
Todo aquello pasó pero aún
en mi mente siento remordimientos
por no haber sabido actuar con límites
y dejar pasar al dolor por mis fronteras
que debían protegerme.
por no haber sabido actuar con límites
y dejar pasar al dolor por mis fronteras
que debían protegerme.
Pesares del ayer, mi afligido pensamiento
quiere ahuyentar las sombras de aquellos ayeres,
de aquellos amores
que en vano llegaron a mí.
Pesares del ayer,
recuerdos que deben irse
al lugar secreto donde reina
la paz y el silencio
haciendo irse muy lejos
a los tormentos imborrables
quiero que todo lo pasado que provocó dolor
se hunda en hondos precipicios
palpitando en un viento ardiente
como el que sopla en un gigante incendio.
Pesares del ayer,
dejadme vivir desde el Hoy la vida
plena de amores
y deseos calmos.
Y poco a poco nacerán
los versos, las frases, las prosas,
entre perfumes de
flores guarnecidas de pimpollos nuevos.
Y entre risas y lloros en flor
mis prosas volarán en las alas de mis sueños.
Versos!
¡Palabras de amor!,
me hacen refugiarme en el mundo del olvido
sin pesares del ayer,
sólo estrofas entonadas
como canción de vida.
Pesares del ayer,
unos los hundo en el mar,
otros cruzan por el éter para que beban luz
en las estrellas y no regresen
jamás a mis recuerdos
que tan sólo quieren revivir los mejores instantes
de felicidad
de los ayeres de ayeres
y en este Hoy dormitar en el silencio
de la luna llena rodeada de luces brillantes
de amores nuevos.
Tu huella que mi mar se llevó
Tu huella que mi mar se
llevó,
lejos, lejísimo,
ni se verán más
tus pasos firmes y seguros,
ni sentiré tu húmeda piel
sobre mi cuerpo,
desnuda está mi carne,
colando entre mis dedos
mansa arena aunque a veces
hacia adentro
el deseo reverdece
puliendo artesonados por tu
ausencia.
Tu huella que mi mar se
llevó,
otras aguas se mueren en tu
pecho
que son mar a mis sueños y
mi olvido,
mas tus naves combaten
y naufragan en un abismo
de geográfico equilibrio.
Iré a vivir el mañana
sin que tú cerques mis
huellas,
temblando de futuro,
a sentir la vida de prisa,
segundos,
siglos,
siempre, nada.
Alfabetos de mi espuma
un día te alejaron de mi mar
y yo por perdido te di,
quizás por un instante tan
sólo.
Tu huella que mi mar se
llevó,
porque ya no sentía las
alegrías altas
de tu querer y las angustias
de estar
aún queriendo poco me
inundaron
con lagrimones que anegaron
mi pecho.
Sólo quedaron en mi alma los
poemas,
las frases,
los monosílabos de amor
que se escondieron dentro,
muy dentro,
para que tu huella
no se lo llevara a la nada.
Desde la tarde aquella
que mi mar te llevó
aún andan por mis venas
mis versos despacito
y muchas cosas he visto
que pasaron traídas
y llevadas por el tiempo.
Sobre ti fui pasando
mis horarios perdidos,
sobre mí tú seguiste
como el sol en los pétalos.
Y tu huella mi mar se llevó
en la brisa de mi dolor
caído,
con la tristeza ingenua
de saberme en lo cierto,
tu vida era un profundo
batir
de inquietas fuentes
en inmenso río blanco
corriendo hacia el desierto.
Tu huella que mi mar se
llevó,
te llevaste mis caricias
en el gesto de tu abrazo
y en tus palabras quedaron
rumores
parecidos al lenguaje
que llevabas en tu boca de
agua
desde el más quieto charco
al más agreste risco.
Entre el hombre y mi alma
se ha cruzado una espada
de espumas blancas.
Ha sonado la lucha
y me siento intocada,
mi mar te llevó,
estoy sobre los siglos
con fiereza de olas…
¡Nadie palpe la sombra
que mi impulso ahuyentara!
¡A veces la vida me quiere
estallar
en canciones de angustia inesperada!
Yo quisiera quedarme
en el secreto de mis penas
punzantes
como estrellas,
pero mi alma no puede
alcanzar
el silencio del poema sin
palabras.
Pérfido corazón
Pérfido
corazón
De
una mujer
para
un hombre
De
mí para ti
Pérfido
corazón,
con
hábiles maniobras
y
lastimando mis sentimientos
tu
ingratitud me invadió
hasta
lo más profundo.
Me
heriste con tus maliciosos juicios,
ignoraste
u olvidaste todos mis esfuerzos
para
darte lo mejor en tu vida.
Fuiste
un baluarte para mí
cuyos
muros cayeron por tu incomprensión
y
tus desalmados sentimientos.
Pero
aunque todo sea un gran todo,
trataré
de que parezca una nada.
No
quiero recordar tus perversos esfuerzos
para
herirme y lastimarme.
Rompiste
mi
corazón
con tu hábil indiferencia
pero cruzaste la línea con ladina porfía
y
supiste hacerme sufrir hasta que
un
manto de lágrimas cubrió mi pecho.
Ahora
ya no quiero
saber
más nada de ti.
No eres
nadie en mi vida, fuiste el todo,
mi
ternura, mi amor,
mi
protección, mis cuidados,
todo
eso ya ha desaparecido
en
el espacio infinito
de
la nada.
Todo
tiene un principio y un final,
lo
que sentí por ti se terminó
ahora
busco un sino, un sendero, una luz,
donde
refugiarme a curar mis heridas
las
que tú causaste
y
no me verás más,
para
ti desde hoy no existo,
soy
invisible.
Comprendo
que nunca comprenderás
el
daño que me hiciste
y
en algún momento de tu vida
cuando
yo ya no esté pensarás
en
tu actuación cruel y mezquina hacia mí
pero
ya no tendrá solución,
lo
pasado ya fue.
Empezaré
a vagar sola
encontrándome
conmigo misma,
buscando
donde está la verdad,
cuál
fue mi error, en qué camino de errores
me
sumergí para no volver a cometerlos
y
en el hondo silencio de la noche encontraré
las
respuestas aún dudosas de por qué recibí
estas
heridas sin haberlas creo provocado.
La
memoria del corazón
elimina
los malos recuerdos
y
magnifica los buenos
y
así podré sobrellevar
lo
que sucedió esa noche,
a
quien quise tanto
y
por celos, envidias, rencores,
me
destrató y surgió su furia
queriéndome
hacer pedazos.
Ese
hombre nació
de
mis entrañas, un fruto hermoso que colmó mi vida,
fue
lo más querido,
lo
más preciado
pero
hasta hace poco se transformó
por
los pasos de la vida en otro ser
deshumanizado
y sin sentimientos buenos.
Ya
la vida lo llevará
por
otros caminos,
donde
su corazón cerrado
se
abra al espacio sin fin del amor.
Yo
no lo veré ni lo sentiré,
pero
son mis deseos los que lo lograrán
y
podrá encontrar
el
camino de la verdad.
Cuando
la razón indica decepción
hay
que darle paso a la razón
para
que no sufra el corazón.
Desde
hoy mi tarea es
llevar
mi vida en alto,
jugar
con ella,
lanzarla
como una voz a las nubes
a
que recoja las luces que se me habían ido lejos.
Ese
es mi sino:
vivir
plenamente entre risas,
alegrías,
olvidos y amores
renovándome
cada día para
encontrar
la luz de la plenitud
llenándome
de gozos con alas por el aire
como
las mariposas o las nubes flotantes.