Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 9 de enero de 2017
Alma mìa
Alma mía,
¿Por qué estas triste, melancólica, taciturna?
Eso no es posible,
te quiero alegre,
animosa,
llena de besos
¿por qué estas triste?
Estas así porque debe haberte olvidado tu
amor distante y lejano,
no intentes tocarlo ni mirarlo,
no debes amarlo con intensidad,
no debes esperarlo en vano,
no debes desearlo con desesperación,
no debes pensar en el cada minuto que pasa,
no debes desear besarlo con intensidad,
no debes abrazarlo con ternura,
no debes esperar nada más.
Todo debe ser terminado.
Este amor lastima mi alma mía, la hiere, no
te deja buscar el amor verdadero,
el que te dará protección y abrigo.
Tú el que saliste de la nada,
¡Vete ya!
El alma mía no te desea más,
quiero que te alejes de ella para siempre.
¡Oh! ¡Qué triste estas alma mía!
Ya llegará a tí la alegría de vivir
plenamente,
sin esperas inútiles,
ni anhelos no cumplidos.
Alma mía, no desesperes más,
vive el hoy en este lapso de tiempo
que te llevara a la luz por siempre.
“El que desespera
por
amor
no
llegara a ser
feliz
plenamente”
Aquiétame las ansias
Aquiétame las ansias,
yo no sabía que el amor es como
una llamarada que en el silencio
quema todas las palabras .
yo no sabía que el amor es como
una llamarada que en el silencio
quema todas las palabras .
¿ Cómo pude olvidar que fosforece ,
ahogado en un gemido y en el
eco sin eco de una lágrima?.
ahogado en un gemido y en el
eco sin eco de una lágrima?.
Aquiétame las ansias,
me duele el alma como herida quemada de sollozos ,
tiembla como una flecha hundida
en las entrañas y ante el umbral,
enmudecido, habla.
me duele el alma como herida quemada de sollozos ,
tiembla como una flecha hundida
en las entrañas y ante el umbral,
enmudecido, habla.
Señor, ¿por qué no me dijiste que
el amor no se escribe con palabras?.
el amor no se escribe con palabras?.
Vengo a ti como el viento del erial,
herido por los cactus,
como tierra sin agua.
herido por los cactus,
como tierra sin agua.
He quebrado, a tus pies ,
todas las metáforas y supe al fin,
con el sabor dolido de mi carne,
que el amor no conoce otra palabra
que la sangre hecha ríos y el
clamor hecho llantos.
todas las metáforas y supe al fin,
con el sabor dolido de mi carne,
que el amor no conoce otra palabra
que la sangre hecha ríos y el
clamor hecho llantos.
Aquiétame las ansias,
despierta mis deseos de estar junto a ti.
Señor, dame una gota del mar de tu silencio
y quemaré en la hoguera de tus aguas
mis tormentos entre espumas
que se rompen en la arena.
despierta mis deseos de estar junto a ti.
Señor, dame una gota del mar de tu silencio
y quemaré en la hoguera de tus aguas
mis tormentos entre espumas
que se rompen en la arena.
Ahógame esta sed.
Apágame este grito,
aquiétame esta llama.
Apágame este grito,
aquiétame esta llama.
Vísteme Amor la desnudez
de mi cuerpo con túnica de lirios en el alba.
de mi cuerpo con túnica de lirios en el alba.
Desata con tu aliento el corcel de
mis ansias
y ven antes que la noche
con sus dormidos pies de sombras a anegar mi morada.
y ven antes que la noche
con sus dormidos pies de sombras a anegar mi morada.
Aquiétame las ansias,
ya que el amor no se escribe con palabras,
precisa de tu calma.
ya que el amor no se escribe con palabras,
precisa de tu calma.
Soy mujer de inmensidades ,
de plenilunios, de profundidades,
de corazonadas ciertas y mi amor resuena en ti.
de plenilunios, de profundidades,
de corazonadas ciertas y mi amor resuena en ti.
Quiero que seas refugio,
mi aldaba, mi copa con tu amor desaforado
y que se extasíen mis soles con tus ríos claros.
mi aldaba, mi copa con tu amor desaforado
y que se extasíen mis soles con tus ríos claros.
Aquiétame las ansias ,
quiero ser tu todo,
quiero que seas mi plenitud más íntima,
mí ánfora y mi cayado ,
mi brújula y mi designio.
quiero ser tu todo,
quiero que seas mi plenitud más íntima,
mí ánfora y mi cayado ,
mi brújula y mi designio.
Cálmame , aquiétame , apacíguame,
arrúllame, aquiétame las ansias.
arrúllame, aquiétame las ansias.
No tendré más futuro ahora que ser
con tu rosa,
mi rosa, vivida en ti,
por tí en su olor , en su tacto.
mi rosa, vivida en ti,
por tí en su olor , en su tacto.
Aquiétame las ansias y pon tus manos
sobre mi cuerpo estremecido,
buscando el vino de amapolas
que borra las huellas del dolor
y nos lleva al panal de luz y música del alma.
sobre mi cuerpo estremecido,
buscando el vino de amapolas
que borra las huellas del dolor
y nos lleva al panal de luz y música del alma.
Anhelo frustrado
Anhelo frustrado,
creí en tus falsas
palabras,
melodiosas,
seductoras
que acariciaban mi alma,
pero eran tan sólo
palabras vacías de
amor.
Y llegó el fin,
donde no quiero ni
nombrarte,
ni pensar en ti.
Sólo, ser humo en tus
ojos
y del mundo sin ti,
el final.
Anhelo frustrado,
no veré más tus ojos
que me quemaban
hondo,
que me mataban con su
gris ausente
con tu piel de
vientos
y tu pasión de locos.
Anhelo frustrado,
tu amor me ató
y me desató
en cada lujuria de tu
mirada errante.
¡Basta de seducción!
procaz y sin verdades
ardientes
y yo quedo con el
desgarrador recuerdo
de tus ansiados
besos.
Creaste música
blanca,
para conquistarme en
plenilunio,
consumiendo mis
temblores,
devorando mis gritos
bajo tu piel
fantasmal
y traicionera
que aún me ahoga
desde esta distancia
tan presente.
Y aún estás
rezagando mi camino
con cadenas y
cerrojos en mi vida
para que nadie pueda
entrar.
¡Basta!
vete ya de mis
recuerdos
tu nombre ya está
guardado en mis joyeles.
No leeré ni una letra
tuya,
no me escribas para
que yo desborde
y me consuma en
fuego.
¡Déjame en paz!
con mi silencio
flotando sobre el agua
que mana de mis
recónditos adentros,
Balanceándose en mi
frente una corona
por donde el aire se
escapa de mis dedos
y no saben ya mis
labios
la palabra que una
tus oídos a mi verso.
Anhelo frustrado,
fueron por momentos
anhelos amados,
ilusionados,
vibrantes,
ahora sacúdanse
de las bases de mi
sangre
y que tu nombre
desaparezca
contra el cielo
y desnudándote camina
sobre el muro
que cerca mi silencio.
Tú ya no estás más en
el verde
levantado del árbol
donde perdí mi
albedrío,
ni en el viento
caliente del estío
ni en la orilla del
mar enamorado.
Amor frustrado,
perdido por siempre
sin sentir ya más el
cercado de tus ramas
amaneciendo,
ya renovada y sin fe en ti.