Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
miércoles, 11 de enero de 2017
Vientos de amores nuevos
Vientos de amores
nuevos
que se deslizan por
mi piel,
dándome caricias
dulces,
tiernas, aterciopeladas.
para mi blando
corazón
que necesita mimos, besos,
y signos de amor.
Vientos de amores
nuevos,
me buscan y me
persiguen,
se mueven como alas
batientes
por todo mi cuerpo
estremecido,
llenando toda mi alma
enternecida
que sólo siente el
amor nuevo
que hace tañir con
campanillas de cristal
mi cuerpo entero.
Ayer acaricié los vientos
de amores nuevos, uno
por uno,
buscando el verdadero,
el único,
el que me hiciera
estremecer de amor.
¿Es aquél? ¿O aquél
otro?
¿O éste que se acerca
suavemente?
¿O el que en silencio
de amante, roza mi piel?
Mis vientos de amores
nuevos
hacen remolinos con
mis dos brazos
que giran como aspas
perdidas,
desbrozando malezas
o blandiendo una
causa.
Vientos de amores como
mariposas
que vuelan en el aire
de la mañana
besando las flores
y llevando a caminos
desconocidos
el polen dorado
que es filtro de
esperanza.
Vientos de amores
nuevos,
que como remolinos, confluyen
en todos mis
raudales.
Miles de ojos que no
se alquilan,
desde mi cabeza, miran
hacia abajo
lanzando grandes
lagrimones
que purifican mi
cuerpo
para esperar el amor
nuevo.
Vientos que velan mi
vida
y frente a ellos,
aprendo lo que soy:
un momento de esa
larga mirada
que te ojea desde
hoy,
desde ayer, desde
mañana
Vientos paralelos en
el tiempo,
me protegen, me
cuidan
siento sus caricias.
Vientos de amores
nuevos,
que entre giros
enlazan hilos de
encaje.
¡Son una clase!
¡Son mi rumbo!
Me conducen entre
peregrinaciones
a amores nuevos,
tiernos, verdaderos,
arriban a mi cuerpo
traslúcido
ya que llegan hasta
el alma
y se quedan a mi
alrededor
para que el hallazgo sea
al final,
trémulo de dicha
para que encuentre al
otro lado,
su cuerpo,
el del amor,
último y cierto.
Ese, que inútilmente
esperarán las tumbas.
Ninfas encantadas
Ninfas encantadas,
surgen por el bosque
luminosas,
misteriosas,
travesías que
empiezan
rumbo a Siempre,
buscando en su camino
el alma adolorida
de amor
para darle calor,
luz
y vestirla de
armonía,
afanes
de querencias puras.
Ninfas encantadas,
geométricas,
columnas de amor,
arquitectas de
sueños,
son un todo invisible
pero su suave roce
nos acaricia al pasar
como náyade del
cielo,
nos mima
y nos ama.
Ninfas encantadas,
como ayas cuidadosas
e institutrices
permisibles,
nos acogen
en su seno
para sentir
su calor y su
protección.
Nanas prodigiosas
que danzan
entre duendes,
gnomos,
dando vida al bosque umbrío
donde tú y yo
nos amamos sin cesar.
Son balsas de
salvación
con un polícromo
velamen de nubes
vestidas de Venus
hendiendo prodigiosas
auroras
y crepúsculos,
espumas del tiempo de
los años,
siglos
y con peripecias
supremas,
día y noche nos
reúnen,
nos hacen navegar
entre besos dulces
y abrazos fuertes,
empujándonos
a nuestro tibio lecho
de hojas de otoño,
para que lleguemos
al clímax supremo.
Ninfas enamoradas,
dan ansias de vida,
afanes extrañísimos
de amor,
de querencias puras,
haciéndonos recalar
en la celeste
ensenada,
segura,
la que está lejos,
detrás,
a salvo del Tiempo.
Ninfas enamoradas
calculadoras de
sueños,
hijas sin edad,
sólo un diseño
traslúcido
que une nuestro
cuerpo
a la máxima plenitud
del amar.
Abstractas,
sin misterios,
serafines o ángeles,
mensajeras de pedazos
de sonrisas,
de besos,
de caricias.
Ninfas encantadas,
sus alas,
yacen en lo altísimo,
entre plumas de
ángeles,
que encomiendan su
vuelo
hacia nosotros,
para que en nuestro
existir,
vivamos amándonos,
entre gemidos,
quejidos,
reclamos,
suspiros,
del amor cuajado de
estrellas.
Lujuria de amor
Lujuria de amor
entre dos seres
que viven amándose,
entre dos cuerpos
desnudos
en uno sólo,
enlazados por
enredaderas del amor.
se buscan,
se inundan de
caricias aterciopeladas,
sensuales,
sus bocas como
aledaños de amor
no dejan de buscarse.
Lujuria de amor
éxtasis, pasión,
gozo, placer,
instantes que se
viven
como almas
encendidas
y cuerpos en
llamas.
Mi sed de tí
me ahoga,
reclamándote a
cada instante.
Te necesito
junto a mí.
Nuestra pasión de
locura,
nos lleva al
frenesí
del placer procaz
y ardiente.
Nos enroscamos
entre sábanas
sedientas de amor
y tu cuerpo,
viril y fuerte
aprisiona mis
muslos
y descubren el
suelo
por mi pie
desnudo.
La sangre corre
veloz por las venas
en una recorrida
total
por nuestros
cuerpos
donde los orgasmos
se suceden unos
tras otros.
Tu lengua inquieta
y veloz
va a dejar su
aliento
en mi monte puro y
virgen
que lo espera
ansioso.
Mis pezones se
excitan,
mi cuerpo se
balancea,
baila al compás
del amor sensual,
mis senos son
tuyos,
¡ámalos!
como si fueran fuente
de placer intenso.
Quiero mi nombre
recogido en tu boca
para calmar la sed
de mis labios que
ansían tus besos.