Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 19 de enero de 2017
¿Y YO QUÉ?
¿Y yo qué? Mi alma casta, pura, diáfana
como un cielo azul,
ondea en mil vueltas para evitar,
la mentira,
la envidia,
la traición,
los celos.
La amistad es lo mas grande,
sublime
y como bálsamo ilumina mi alma,
me haces reir,
Llorar, suspirar,
en momentos inolvidables.
¿Y yo qué?
Sigo
siendo un corazón vacío de amor
Pero
pleno de esperanzas de encontrar algún dia,
Lejano,
en otro horizonte,
Ese
amor digno,
verdadero
y único que estoy esperando.
En este
poema vuelco toda mi vida
¿Y yo
qué?
Existo
para escribir poesías de amor
Que se
van en paginas inquietas, blancas,
Que
inundas corazones anhelantes de amor.
El
poema como sustancia viva,
arde en
canto, entre vientos que avivan la misma llama
Que hoy es pura ceniza.
¿Y yo qué?
Mi alma se inundó de nostalgias y penas,
cuando viene la noche hasta la orilla de la vida.
Debo reír, cantar, llorar,
con toda el alma enamorada de ese amor imposible,
distante y más lejano que nunca.
¿Y yo qué?
Me hice invisible entre las nieblas de un corazón que sufre
esperando lo que no llegará nunca.
No soy nadie, ni nada,
me voy a horizontes lejanos
para que el olvido me encuentre.
“El
amor, como
un
espejo roto
en
mil cristales acrisolados
lo
necesitamos como el aire
para
respirar”
Torrente de amor
Torrente
de amor
mis
besos te buscan si cesar
y mi
cuerpo anhela tus caricias, tus abrazos
te
amo sin saber quién eres
y cuando
te acerques
rodará
en mi rostro
la
enternecida claridad que sueñas.
Por
mirarte, amado,
en
mis ojos hay público de estrellas.
Cuando
sea tuya
y me
tomes, trémulo,
habrá
lirios naciendo en mi tierra.
Y el
amor al sentirlo
besa,
abraza si término,
buscado
tras otro cielo en su cielo.
Torrente
de amor.
Soy
feliz en el aire,
buscando
tus brazos,
volar
donde ellos vuelan a sus rumbos,
sin
clave, mejores que mis pasos.
Me
ciñes a la distancia,
me
arrebatas desde el más allá,
sin
sentir que casi no estas a mi lado,
porque
el aire lleva al colmo
las
ternuras del tacto.
Torrente
de amor.
Es
que acaso no sietes huestes de besos,
de
bandadas de porvenir en las manos,
de
arrebatos y de calmas.
Te
espero, necesito tus besos,
gozos
y miradas,
esperados,
esperado.
Nuestras
almas, como ávidas gaviotas
se
tenderán al viento de la entrega
y
yo, fuete de olas,
te
haré cósmico…
¡Hay
tanto mar nadando en mis estrellas!
En
cada alba, cuando estemos juntos
este
poema exaltando la espera,
detendrá
de emoción al mundo,
al regalo
nupcial de auroras nuestras.
¡Qué
caricia larga de acción me sube por las venas
anchas
de recorrerme pensando en ti!
Torrente
de amor.
me
despierto cubierta por tus caricias lejanas
y siento
que por mi cuerpo corren tus abrazos.
Estremecida
y tenue, sigo pesando en tu imagen.
¡Fue
tan hondo de instintos mi sencillo reclamo!
Torrente
de amor
que
recorre mi vida, mi voluntad, mis anhelos,
ya
no sé de edades ni reflexiones yertas.
¡Yo
soy tu vida amor lejano!
Torrente
de amor, de luz,
no
puedo dejar de pensar en ti ni un instante
¡te
deseo tanto!
Angustia
Angustia
se me remueve el
alma,
destruyendo mi
corazón en mil pedazos.
Sufrimiento,
opresión,
Y
el llanto aflora como un mar salado
Entrecortado,
a veces reprimido otras.
Angustia
Porque
me ha herido, lastimado,
no
el cuerpo si no el alma
con
críticas severas o indiferencias absolutas.
Bajo
mi piel,
¡qué
viento enloquecido por valles de la sangre
y
sus colinas, me estremecen un rosal de más espinas
que
de fragantes rosas florecido.
El
amor que parecía verdadero
Era
tan solo un aparente resquicio de afecto.
Angustia
ante
las sonrisas vagas que ofrecen
un
espejo al revés de lo que es diáfano y verdadero.
Amor
al prójimo.
Recorro
mis sentidos sin orillas,
dudas
entrelazadas entre hiedras de desprecio,
de
separación, del no querer estar conmigo.
Mi
piel tiembla y la tormenta se vuelca en mi cuerpo.
Hay
minutos en que parece que el firmamento cruje,
se
desquicia y el camino se cubre de tinieblas.
Angustia,
nuestra
alma mustia clama por amor
que
me conduzca al sedero de la fe y la esperanza.
Si
alguna vez la detracción me muerde
con
rampantes odios de culebra,
en
mi desprecio su ponzoña pierde su furia,
gasta
y sus colmillos se quiebran.
Quien
me hirió agote el arsenal de la impostura
y
multiplique sus proyectos ruines,
Mientras
las nubes vuelan en la altura,
Y
se visten de fiesta los jardines.
Todo
asciende.
Soñando
con las flores,
despiértese
la sabia milagrosa
y
sonríe en la gracia de la rosa.
Y
a fuerza de soñar la angustia se desvanece,
El
amor con fuerza y poderío se adentra en mi alma
y
soy feliz al tenerlo conteniendo mis dolores
y
mis decepciones que cobardes
y
falsas quisieron destruirme
pero
no pudieron
te
quiero siempre a mi lado mi amor,
te
necesito, no te alejes mas de mí.