Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 20 de febrero de 2017
Infinita Espera
Infinita
espera,
si no
me tienes,
si no
estás a mi lado,
mi
sonrisa es fría
y sólo
queda
un
abrazo triste.
Inútil
que te busque
y te
persiga
debajo de la piel de mis sentidos,
se
mueven tus distancias como alas,
¿por qué no vuelven
tus
labios a los míos?
Infinita
espera
de
amorosos recuerdos,
tristezas lejanas,
cariñosas
memorias
que
vibraban cual sones de un esperar.
Añoro
la presión de tus manos,
las
noches de fiesta
a tu
lado.
Infinita
espera,
¡cuán larga es esta desesperada nostalgia!
Días
que brotan
llenos de tu ausencia
en la
esencia de mi vida
pasando
a mi lado indiferente.
Infinita
espera
de luna
plateada
como
espada en cuyo filo
duerme
el amor,
me
duele el alma
donde
anida el trueno
cuando tu cuerpo
se va
como un
rayo
que no
hiere,
mata.
Mi
melancolía se llena
de
añoranzas de pensar
en tu
voz dulce y armoniosa.
Infinita
espera,
tu mirada que añoro
en mis
noches solitarias,
erizaba mi piel
de
claros reflejos
de
luces cálidas y tenues.
Me niego
a despertar
y no
tenerte a mi lado
detrás
de tu perfume
que se
negó a partir.
En
oleadas de vientos
y humos
renace
la esperanza
de que esta infinita espera
llegue
a su fin,
tú
vienes…
Y yo
sueño que Hoy…
tal vez
mañana…
quizás
un día
yo
estaré en tu destino,
abrazada
a ti
como tu
amada amante.
Infinita
espera,
llega de improviso
el idilio esperado
de vida
sonriente
al
sentir tus pasos
nuevamente.
Enséñale
a mi boca
que te
nombra
que has
escuchado mis llamados
para
apoyar mi amor
sobre
tus hombros
en la
luz matinal
que
brilla de claros surtidores
en la
espuma de la esperanza
de que
la espera
llegó a
su fin
y con
sus nubes
el
poniente fragua
y otro
cielo rosado
y verde
oscuro
en los
espejos trémulos
del
agua
nos reflejó a los dos.
El
pálido rocío de tus ojos
se
encendió por altísimas veredas
y al dar tu corazón
el
primer impulso
volcó
por mis sentidos
sangre
nueva.
Infinita
espera,
ya no
existe,
tu
estás apoyado
en la
mañana
llenándome
de luz,
de
primavera
mi alma
ascendiendo
la vida por tus hombros
y en
tus manos
temblando
una estrella,
un aire
estremecido de ternura
llena
mi mundo interior
con tu
presencia.
¡Vibrad
liras sonoras del espíritu!
La
infinita espera ha terminado.
¡Álzate
inspiración,
la mujer poeta canta!
Vehemente Amor
Vehemente
amor,
apasionado,
te amo
intensamente,
me
debía bastar con lo que ya me has dado
y pido
más y más,
cada
beso tuyo
me pide
otro para cumplirse a sí mismo
ya que
tú nunca podrás
dar
otra cosa de ti más perfecta.
Se
cierran mis ojos esperándote,
límpida,
impetuosa
como la voz primera
porque tu entrega es reconquista de ti,
vuelves a mí en cada momento
entusiasta,
fogoso,
buscando mis más íntimos secretos.
Vehemente
amor, efusivo,
totalmente
entregado
a este querer de dos,
por eso
no te expliques tu amor,
ni me lo expliques,
obedecerlo basta.
Me
hundo en tu querer,
llenándolo
de sí es de gozos,
de
pasiones, de deseos sin fin.
Tu forma de querer
es dejarme que te quiera.
El sí
con que te me rindes
en el
silencio.
Tus
besos
son
ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Vehemente
amor,
estoy
abrazada a tí
sin
preguntarte nada,
de
miedo a que no sea verdad
que tú
vives y quieres.
Estoy
abrazada a ti,
sin
mirar y sin tocarte,
no vaya
a ser que descubra
con
preguntas, con caricias,
ese
soledad inmensa
de
quererte sólo yo.
Vehemente
amor,
el
firmamento resplandece
cuando
me acunas en tus brazos
y me
llevas las manos a tu pecho,
amor, que desnudándote
caminas
sobre el muro
que
cerca mi silencio.
Mi piel
se enciende
con
rubores de deseo
y floto
sobre el agua
que
mana mis recónditos adentros.
Sacúdanse
las bases de mi sangre
para que aparezca tu nombre contra el cielo.
Vehemente
amor,
te necesito a mi lado,
cerca muy cerca,
mi
cuerpo enredado en el tuyo
en un aire estremecido de ternura
y
bajado de altísimas esferas.
Tú eres
para mí
viola
de amor que toca
con sus
notas
cada
fibra de mi cuerpo todo
cincelado
en nácar verde
y
perfil modelado en blanda cera.
Apoyada
en el calor de tus hombros,
enlazo
las cimas de lo cielos en la tierra.
Creces
hacia dentro de mis dedos
y al
roce y al llamado de tus ojos
se alza
de mi sangre
un efusivo abrazo
que te
cobija muy dentro mío.
Vehemente
amor,
no
quiero que te vuelvas recuerdo,
sombra
esquiva entre mis brazos,
quiero
tu ardiente cuerpo
que me
entregas entre tus brazos.
Eres mi
felicidad,
mi
dicha toda,
dentro
de mi te llevo
porque
digo tu nombre.
¡Ven y
tú llegas despacio y quedo!
¡Ven a
mis brazos abiertos!
¡Ven
con tu amor que me ata
y me
desata en cada lujuria
de tu
mirada errante
con tu
alas que me envuelven toda,
con tus
labios de amantes
ardorosos
y tiernos!
Seré tu
pasión,
tendrás que amarme
con tu
brazos redentores.
Vehemente
amor,
¡cómo decirte que te quiero mío
y me
quiero tuya
por
toda la eternidad!
Amor compartido
Amor
compartido
¿Cómo
podemos vivir compartiendo
nuestro
amor sin esperar nada a cambio?
¿O tan
solo instantes breves de felicidad
para
luego sumergirnos
en nuestra soledad íntima?
Amor
compartido
¿Podemos
recibir,
tan solo una pizca de ternura
en
fugaces instantes,
sin
sonrojarnos o sentir culpa?
¿Por qué, como una marca de la vida,
el amor traspasa mis umbrales,
hurgando
la raíz de mis sentidos?
Amor
compartido
¿Cómo
hacer para olvidar
que tu
amor no es todo mío,
que muchas de tus miradas
no se
encuentran con las mías,
que
parte de ti
se haya
en otro lar
y que
no llegas a encontrarte
con mi luz que te espera ansiosamente?
Amor
compartido
¿Por
qué llegar a sentir
que la
felicidad de haber sido dos
no se logra siendo uno?
¿Cómo
lo ha logrado alguien,
portador
de sueños mudos,
germinados
bajo el dulce sabor de besos húmedos
que ya no se acercan,
sólo
distantes llegan sus reflejos?
Amor
compartido
¿Aceptado
o no?
¿Cómo
soslayar la infelicidad
que nos
hace llegar
a libar
de la tortura
su crecida ira desatada
en la
corriente de la vida?
Amor
compartido
¿Cómo
ascender por los peldaños del deseo
hasta
alcanzar la cumbre
de tu
nombre en un grito sólo,
desgarrador
y único
sin
morir en el dolor y su agonía
logrando la paz y bonanza?
Amor
compartido
¿Podré
estar ya siempre
pensando en tus labios,
en tu
voz, en tu cuerpo,
que yo
misma te arranqué
para
poder, ya sin ellos quererte?
Amor
compartido
¿Por
qué este afán mío
de
hacer posible lo que tú no serás nunca:
mi amor
entero y único?
¿Podré
vivir sin tenerte a mi lado,
en tu cuerpo todo mío
o es
sólo el gran deseo inútil
de
tenerte conmigo, a mi lado,
en todo lo que haces, verdadero, visible?
Amor
compartido
¿Te
seguiré esperando por siempre,
con mi
corazón de poeta,
después
de volar por todo el universo,
regresando
con las flores inmortales
que
dejaré caer en tu regazo
en presencias de lo imposible,
de tu querer vivir conmigo, siempre?
Amor
compartido
¿Te
encontraré entre las dudas inciertas,
calando
en lo más hondo
para
ver si, al fin,
estabas
entre la angustia desgarradora,
hiriéndome sin dolor, sólo por señas
y
sentir que me perdiste
en las
últimas tinieblas del olvido?
Sé que
estarás en las cimas de mis besos,
sin
dudas y sin mañanas,
en el
vértice puro de la alegría alta,
entre
júbilos y risas,
por placeres y gozos,
apuntando el aire nuestro.