Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
domingo, 19 de marzo de 2017
Enredadera de amor
Enredadera
de amor,
me envuelves en tu capullo
entre
hojas verdes y flores perfumadas,
me siento atrapada entre tus brazos
como
una hiedra estremecida
asciende
mi vida sobre tu cuerpo
y en
mis manos tiemblan las estrellas.
Enredadera
de amor,
tiene
forma de besos, de brazos,
hacia
mí,
nos
vamos juntos temblando de futuro,
a sentirla de prisa,
segundos,
siglos, siempres.
Enredadera
de amor,
gozo,
delicia lenta de gozar,
de
amar, de promesas vibrantes y tensas.
Suya me
siento antes de su llegada,
siempre
lo espero con mis ojos cerrados
ya que
franqueará su paso
abriendo
la enredadera que nos cubre,
su esperada llegada a lo imposible.
Te
espero entre verdes follajes
y
campanillas azules
que
como nido de amor cálido y tierno
nos
cobijará y te siento venir
por tus
sonidos tan tuyos,
viniendo
de tu ausencia
con ese
largo rodeo que das para venir.
Enredadera
de amor,
abrázame
con tus lazos,
déjame
sentir tus hojas verdes
acariciadas
por la brisa tenue
en
todas las madrugadas de nuestras vidas.
Enredadera
de amor,
no te
enredes en el temor,
que tus
tallos no se sequen
y sin
flor no dejes
que
lazos del dolor
quiebren
tus raíces tiernas ahogándolas.
No
permitas que tu vida se retuerza
y caiga
al vacío,
no
dejes que enredaderas del fracaso
agarren
fuerte tu destino.
Deja
que lazos de perdón
nazcan
y broten en tu interior,
sólo
así podrás treparte
como
enredadera de amor.
¡Vamos
enredadera de amor,
buscando
siempre más alto!
¡Préndete
con firmeza
para
florecer en el cielo
ante
sublime belleza!
No te
rindas nunca
llévame
contigo siempre
abrazada
a mi amor,
quiero
estar en tus ojos
como
llama de crepúsculo
y que
tus hojas caigan
en el
agua de tu alma.
Apegada
a tus brazos
como
una enredadera,
las hojas
secas de otoño
giran en tu alma,
recogen
tu voz lenta y en calma.
Hoguera
de estupor
que en
mi seno arde,
dulce
jacinto azul
durmiendo
sobre mi espíritu todo.
Enredadera
de amor,
eres mi existencia entera,
mi eterna pasión,
eres mi
libertad,
mi quimera, mi confusión,
mi
nota, mi guía, mi gran obsesión.
Descubrir
tu voz de enredadera,
anudarse a mis ojos
vueltos
hacia la noche
y sentir
el rastro de tu boca,
sombra
que se detiene
en el
misterio de mi cuerpo desnudo
entretejido
de hojas verdes.
Mi
corazón tiembla
como
canto de nadie,
soy
tuya hasta tus raíces,
soy
sangre sin hambre,
dolor
sin dolor.
Gajito
de enredadera,
déjame
estar entre tus ramas
y llegar a la cúspide de tu amor
enredada
entre tus brazos.
Secretos inconfesables
Secretos
inconfesables,
perdidos
entre mil pétalos
blancos,
amarillos y rojos
que
colman mi campo
como
manto entretejido
de “te
quiero y no te quiero”.
Son
conciertos
de
notas aterciopeladas
moviendo
a ratos el sauzal
y
después tornándose
a la
quietud hecha de amores perdidos
y
hallados sin saberlo
entre
cantos y sentires.
¡Oh,
vientos del jardín de los recuerdos!,
desde
el fondo soplad,
trayéndome
los secretos inconfesables
que los
quiero recordar.
Entre
albas transparentes
vestidas
de ilusión,
cuyos
llantos sin causa
derramaron
sobre las flores,
mi
inocencia pasó.
Secretos
inconfesables,
tengo
pétalos en los labios
y
palabras escarlatas
que
jamás he intentado pronunciar.
Tengo
secretos inconfesables,
que de
tanto guardarlos,
los he
perdido
entre
mil pétalos blancos
que mis
ojos viajeros del tiempo,
cansados
de pronosticar,
se
diluyen
entre
este mar de añoranzas perdidas.
Tengo
pétalos
pegados
en mis sienes,
en mi
pelo, en mis manos,
en mis
yemas,
como
plumillas
que
escriben sueños, nácares, tesoros…
Tengo
pétalos,
suaves
pétalos carnosos
de mis flores
preferidas,
debajo
de mis pies,
recorriendo
el gran sendero blanco,
amarillento,
de mi nido de amor.
Invierto
en el presente,
apuesto
a futuro, a poesía
y floraciones
perennes,
a todos
los secretos inconfesables
por
amor,
a los
pensamientos cárdenos de la vida.
Tengo
en suma
un chal
de pétalos tejidos
y
destejidos de flores deshojadas,
alegres,
coloridas,
al que
accedo una y otra vez
por
éste y otros poemas
inspirados
por ti, mi amor.
Secretos
inconfesables,
perdidos,
desperdigados
en el
manto de flores mágicas
de mi
lecho de ilusiones
de amor
por ti,
irradian
el fulgor que seca
las
fuentes de mi llanto.
En sus
pétalos te recuerdo
y
amorosa te exalto,
mientras
en la tarde
te inclinas
en tus largas manos
y te
envuelven como tules
que en
tu pecho se derraman.
Secretos
inconfesables,
manantial
de dicha
que
suave se extiende
entre
caminos y senderos
remontando
los sueños
a las
nubes altas
como
río de la música,
llovizna
de suaves pétalos,
que
serenamente,
por
dentro, nos abrazan.
La esencia de tu ser
La
esencia de tu ser bien oculta
en el rojo silencio de tus ríos interiores
duerme
tu espíritu en una fugaz luz,
estalla
en la mañana
como
amor retenida en pimpollo.
Mi
alma, cercada de tinieblas,
al
infinito se alarga
cuando tú como bálsamo tenue
me
haces perder el miedo
en tus
brazos que me estrechan
poderosos y frágiles
con la
fuerza de tu amor,
plena
magia
que
suena como dulce melodía.
La
esencia de tu ser me inunda
cual
hiedra de amor,
con tu
sangre vibrante
que forma
raíces profundas y enlazadas
en mi
mundo interior.
Naciste
como perfil modelado
en
blanda cera en los duros biseles del silencio,
estás
inmóvil como águila en espera,
con el
calor de tus hombros
enlazo
la cima de los cielos con la tierra.
No se
cuando empezamos a conocernos,
cada
mañana nos empezamos a encontrar,
cada
nuevo beso es para mí,
mi
primer beso,
mi
verso debía decirte
lo que
para mí has sido,
tú
tenías la palabra exacta
con
ternuras compartidas.
La
esencia de tu ser,
mi corazón palpita deseoso
de
poder llegar a tenerte en mis brazos,
sentir
tu sutil aroma,
con el
solo anhelo
de
llegar a reflejar tus ojos en lo míos
haciendo que mi alma se sumerja
en un
éxtasis infinito.
Así
esta pequeña ideología tuya
provoca
en mí los sentimientos más profundos
ideando
tu figura
mientras
nuestros corazones
siguen
bebiendo de la misma fuente
como en
la hora tiernísima del juego
y de la
leyenda,
regalándome
primaveras inagotables de tu alma.
La
esencia de tu ser,
esa
materia que se presenta
como un
himno favorito
entre
notas que suben en números acordes
de tu
pecho a mi oído
y
despiertan una viola celeste
llevándome al cielo como las alas de un ángel,
armonizando
su son con tus cantares y tus risas.
Siempre
amparándome en tu ser
y se asoman a mi pecho tus sentidos,
temblando
mi cuerpo
al
sentirte cerca de mí.
La
esencia de tu ser,
principio de un amor sin tregua,
así voy
por veredas de la tarde perdida
para
siempre en tu embeleso.
Mi
rostro feliz,
mis
brazos libres,
recorriendo
mis sentidos sin orillas,
vuelvo
a tu boca olorosa,
quedándome
en el deseo creciente de las aguas,
jugando con tus sueños y mis anhelos.
La
esencia de tu ser,
es mi
paz intacta
del
manantial de mi dicha.