Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
lunes, 27 de marzo de 2017
Cuando ya no hay más palabras
Cuando ya no hay más palabras,
entre los dos, me siento nadie, me siento
nada,
solo un gran vacio.
sin palabras me he quedado,
en un tumulto de voluptuosas confrontaciones,
los sentimientos más profundos
y los deseos más enamorados,
pujan con afán para hallar la dulce salida,
de este laberinto iletrado.
Sin palabras me he quedado
y desesperadamente necesito explicar lo que
siento…
¡confesarte que te amo!
Cuando ya no hay más palabras,
aunque mi amor nunca obtenga,
el premio de tus besos,
yo lo mismo he de quererte,
los que lloran en silencio, porque te llevo,
en el alma como si fuera un sueño.
Y cuando estoy sola en mi cuarto,
sin mirarte yo te veo
y ese viaje inalcanzable que se llama
pensamiento me lleva a todas partes
y me dice que te quiero,
con los ojos del alma sin palabra
y en secreto.
No te tengo a mi lado y este tuyo es,
un dios extraño forjado en mis recuerdos,
reflejo de mi misma suave tersura,
grande por mis deseos,
máscara misteriosa,
estatuas sin palabras,
que he elegido a tu memoria.
Cuando ya no hay más palabras,
Sin palabras te digo adiós cuando te alejas,
cuando cierro la puerta de la noche
y contemplo sin un soplo de aire,
la estrella en que t
tú te alejas.
Pero todo súbitamente se rompe,
nuestras manos se desentrelazan,
en tiempo, polvo,
dejando solo vagos rastros fugaces,
recuerdos en las almas.
¿Sí, las almas finales?
¿Las ultimas, las siempre elegidas,
tan débiles para sostén, eterno
de los pesos grandes?
las almas, sin palabras,
como las alas,
sosteniéndose solas a fuerza de aleteos
desesperados,
a fuerza de no parase nunca,
de volar, portadoras por el aire,
de aquella que se salva.
Cuando ya no hay más palabras,
Nuestro mundo leve y frágil
se
desmorono,
sin palabras,
ya que el tiempo, un minuto era el siglo,
una vida,
un amor.
nos cobijaban nubes cielos, aire, nada,
atravesando mares hechos de lágrimas tuyas
y mías, todo por el silencio solemne y
vulnerable
en que las palabras no existían.
¡a este carta confió la pena de perderte!
He de lavar mis ojos de los azules tuyos,
faros que prolongaron mi naufragio silencioso.
He de coger mi vida deshecha ente tus manos,
leve girón de niebla que el viento
entre sus alas efímeras y dispersas,
hizo volver la noche con las palabras,
no mudas, ni en silencio quiero nuestro
dialogo,
privado de soñaros.
Acepto tu partida
Acepto tu partida,
en esta carta que sé que nunca leerás,
te digo que eres libre, este nuestro amor,
se ha marchitado,
lánzate y vuela con el viento,
no te molestes por estar a mi lado.
voy detrás tuyo borrando tu recuerdo en
olvido.
te dejo ir aun deseando tu regreso,
al igual que a tus besos, tu piel y mis
lágrimas de felicidad,
sobre tu pecho.
La pérdida de tu amor,
hoy te dejo ir porque de nada me sirve
retenerte,
si tú estarás lejos de mí
y aunque decidas quedarte es mejor decir adiós,
cuando se va el amor.
Hoy te dejo ir, no de mis manos ni de mi vida,
te dejo ir a la deriva quizás porque es un
poema,
que escribí hace minutos,
voy detrás de ti borrado este recuerdo en
olvido.
La pérdida de tu amor,
te dejo ir aun deseando el retrato del ayer,
tus besos tus caricias, tus manos sobre
mis senos y mis lágrimas de amor sobre tu
pecho.
te dejo ir pero algún día nos vamos a
encontrar,
juntos con el límite de este tiempo.
Te dejo ir, tu partida es inevitable,
pero no olvides todos los momentos
maravillosos que vivimos juntos.
Abrazados, muy juntos, en nuestro nido de
amor,
cuerpo contra cuerpo,
besos por doquier, caricias por toda nuestra
piel,
dejando como plumas doradas un corazón
brillante en instantes inolvidables.
Hoy te dejo ir con el calor de mi amor
en tu corazón,
vientos levemente soplaran,
mientras en mi interior tus recuerdos arderán.
La pérdida de tu amor,
hoy lo acepto sin olvidar lo que vivimos,
seco mis lágrimas y miro tu vuelo,
estrella fugaz en el límpido cielo.
Bendita libertad ya que me tenías atada a ti
siempre,
ahora soy libre y por eso te dejo ir como el
viento,
sin latitud fija, como el rio entre las rocas,
como las palabras al aire,
no te preocupes mas no te buscaré.
No se busca lo que ya se tiene
y aunque decidiste alejarte sé que me
recordarás de por vida.
No olvidarás mis apasionados besos, mis dulces
caricias,
de nuestras noches de amor y placer,
de nuestros encuentros en nuestro lecho,
que ya te extrañan,
me conformaré con tu olor impregnado en cada
lugar
y en cada sábana,
olvidarás tu retirada por un momento,
pero recordarás esta alma que has llevado
contigo.
Daño irreversible
Daño irreversible,
me hiciste sufrir, me heriste,
al irte si despedirte a buscar otro lar,
ya no me amas.
El amor que tú sentías por mí se ha muerto
lentamente.
Larga ha sido la agonía pero ahora mi vida es
diferente.
Lo que te regalé una mañana de noviembre,
estoy segura que nadie te lo volverá a dar,
esas dos rosas espero que en tu cuerpo
siembren la semilla.
Para que tú no me puedas olvidar.
Daño irreversible,
¿regalo, don, entrega?
Símbolo puro, definitivo, invariable,
signo de que me quiero dar.
¡qué dolor!
separarme de aquello que te entrego
y que te pertenece sin más destino
ya de ser tuyo, de ti,
mientras que yo me quedo en la otra orilla,
sola,
pero todavía te siento tan mío.
¡Cómo quisiera ser eso que yo te doy
Y no quien te lo da ahora!
Cuando te decía “Soy tuya,
Sólo tuya”
Tengo miedo a una nueva que te lleve,
en un minuto al amor entero y nuevo a ti
debido.
Daño irreversible,
un ayer no se olvida,
acunado ayer era amor.
No se olvida a una flor aunque cause una herida
y sin un adiós en partida.
causa inmenso dolor, pero es daño peor,
si no se acepta la huída
y con el alma abatida se va el mudo en rencor
y no hay salvación ni esperanza florida
y una idea indebida ve una puerta y salida
y yo con grito y clamores te pido que,
no me olvides jamás.
¡ah! Si fuera la rosa que te di,
la que estuvo en riesgo de ser otra y no para
tus manos,
mientras no llegue yo, tú la ascenderás al
irte,
deshojándola para que no recuerdes,
ya todo a salvo de otro amor u otra vida
que viviste conmigo.
Daño irreversible,
Y ahora te espero a ti, lo soñado,
flotantes marchando sobre el mudo, tratando de
encontrarme
y darme todo su amor, sus caricias, sus tibios
abrazos,
Sus besos sin fin
¡al fin desapareció el daño irreversible!
ahora puedo ser feliz, colmada de dicha,
enlazada en segundos en un cuerpo viril y
fuerte,
que me estrechara con pasión.