Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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sábado, 15 de abril de 2017
Alba de amor
Alba de amor,
la noche cuajada de estrellas
envió desde todos sus astros
la más pura armonía
de reflejos como ofrenda
nupcial a mi tálamo.
¡Cómo suena en mi alma la
clara
vibración pasional de mi
amado,
que se abrió todo en círculos
inmensos
donde anduvo mi amor de su
brazo!
Alba de amor,
la luz áurea va inundando
nuestras almas y cuerpos,
la ternura de todos los
surcos
se ha quedado enredada en mis
pasos
y los dulces instantes
vividos
siguen tenues en mi alma
soñando.
La emoción que brotó de
nuestras
vidas ha tornado la ruta del
alba
y ahora vuela por todos los
prados.
Ya la noche se fue,
queda el velo que al recuerdo
se enlaza apretado
y nos mira en estrellas
dormidas
desde el cielo en nosotros
rondando.
Alba de amor,
ya la noche se fue
y las nuevas emociones del
alba se han atado.
Todo sabe a
canciones y frutos.
Se ha quedado tu vida en mi
vida
como el alba se queda en los
campos
y hay mil pájaros vivos
en mi alma
de esta noche
de amor entre cantos.
Quisiera guardar en secreto
esta noche larga
pero mi alma no puede
alcanzar
el silencio del poema sin
palabras
y saltan y juguetean entre
mis
labios los versos de amor
como vibraciones íntimas.
Alba de amor,
vivimos una noche colmada de
sueños,
lo saben nuestras almas
más allá de las islas
y más allá del sol.
El trópico, en sandalias de
luz, prestó
las alas y tu sueño y mi
sueño
se encendieron juntos.
Esta noche se ha ido, casi
aurora,
casi ronda de luna entre
montañas.
Alba de amor, noche rasgada
con claridades de esencias
altas
circundadas de emociones
intensas
y me surgen canciones con
palabras
y en mi pulso laten mis
poemas
andando trémula por los
astros
como si yo no fuese por la
tierra.
Alba de amor,
que noche de hojas suaves y
de sombras,
palpitante de aromas y gozos
con cántico de vientos
entre embelesos de luces
mágicas.
Noche larga con cantares
dulces
y poemas, frases, prosas de
amor
que cruzan y se van
a lo lejos a horizontes
lejanos,
vibrando con su eco las
palabras
temblorosas y ávidas
que tú, mi amado,
no me dejes ir de tu lado
y me tengas abrazada como
una cadena de flores
perfumadas.
Mi recuerdo eres tú
Mi recuerdo eres tú
(parece que flota…
es tan suave su ir y volver
bajo el fanal errante de la luna
confidente del bardo peregrino)
Mi última esperanza
(irradias en la sombra
todavía siguiendo un ideal
que no se alcanza,
merodeando en la sombra
la ilusión perdida que fue mi guía)
Mi recuerdo eres tú
(y hoy,
en este otoño que estoy viviendo
y que la vida empieza a declinar,
se encuentra mi corazón
solo y cansado,
sólo me hace feliz tu recuerdo
turbando el nocturno desasosiego)
Mi última esperanza
(tú, mi todo,
eres el que despiertas
con cada triste sonido,
lento toque de notas vagas
que el viento lleva
a flotar como doliente gemido
y de la noche en calma,
tú mi melancólico
me haces estremecer el alma
en vibraciones impredecibles)
Mi recuerdo eres tú
(fuiste mi mundo de venturanza
que me llevó a la plácida nota larga,
tu voz me sigue acariciando
y como un suave reproche
se desgrana en la calma noche
las perlas de las delicias vividas a tu lado)
Mi última esperanza
(¿es que acaso ya no estaremos más juntos?
Quiero flotar en el éter la aúrea nota
que nos unía en un bálsamo efluvio
de noche primaveral.
¡Ven a mí!)
Mi recuerdo eres tú
(¡qué instantes más frenéticos y voraces
vivimos tú y yo!
bajo cielos escarlatas
que se extendían inflamando mantos
sobre nuestros cuerpos)
Mi última esperanza
(no quiero que seas mi silencio total
en un viaje completo de la vida,
te quiero en su trayecto en bacanales,
algazaras, proezas musicales,
en una gesta al abordaje de la felicidad
y de la paz eterna)
Mi recuerdo eres tú
(por ti anduve en el mar,
altiva como una ola,
una ola desnuda y sola estallando
en cada cabriola y desgranándome
al recordarte en cada instante)
Mi última esperanza
(por ti,
un hondo estremecimiento
se aquerenció en mi interior
y destelló en derredor,
un símil del paraíso
al pensar en ti)
Mi recuerdo eres tú
(serás siempre
un horizonte plomizo en mi vida
quedando siempre
un goce en mi corazón
y en mis manos desoladas,
entristecidas, marcadas,
donde mi piel te recordará siempre)
De nada me arrepiento,
pues la verdad de un momento
se grita como absoluta
aunque al final de la ruta
otra verdad la reemplace.
Viví desde la cima a la cumbre,
ardida en ardientes lumbres,
en un eterno recomenzar.
Entre tú y mil mares
Entre
tú y mil mares
se alza
en el aire
nuestro
reencuentro irreal,
mágico,
como un
interminable túnel de amor.
¿Cómo
me vas a explicar
la
dicha de pensar que estamos juntos?,
si no
sabemos
cuándo
ni cómo,
dónde,
nos
veremos alguna vez
en un
instante mágico.
La
distancia nos idealiza,
nos
desdibuja,
nos
enaltece,
nos
une.
En
nuestros ojos,
visiones,
visiones
y no
miradas
nos
separan mil mares,
distancias
sin datos,
ni
signos.
No
percibíamos lugares,
colores,
tamaños,
sólo
percibíamos nuestra unión,
fusionada
con esa fuerza
estruendosa
que es
el amor.
Tan
sorprendida
y
anhelante,
estaba
yo,
sintiendo,
que mi
mirada
en el
aire,
al
vuelo,
te
soñaba
y me
soñaba la tuya.
Palabras
sueltas,
palabras,
deleite
en incoherencias,
no eran
nada más
que
signos de cosas,
voces
puras,
voces
para no ser olvidadas.
Entre
tú y mil mares,
naciste
al son de mis deseos,
te
necesito aún en la lejanía,
e
inquieta la vigilia de mis ojos
van en
busca de tu imagen
entre
los mil mares
que nos
separan.
Naciste
al son de mis deseos,
entre
la cima de los cielos
con la
tierra
y el
llamado de tu mente,
se
alzaba,
de mi
sangre
en este
poema.
Entre
tú y mil mares,
las
estrellas brillan
para
nosotros
y entre
temblores de ansias
nuestros
incorpóreos cuerpos
se
abrazan entre hálitos
de amor
completo
y total.
Te
siento llegar
en mis
solares,
entre
nubes altas y calmas,
te
conozco por tu aroma,
tu leve
presencia,
y te
proclamo
mi
único y verdadero amor.
Entre
tú y mil mares,
estoy
más unida a tí
que si
estuviéramos juntos.
Vive mi
mirada en tus ojos,
mi
inquietud primera,
recién
amanecida
en tus
pestañas cerradas
y poco
a poco
se
asoman a mi pecho,
tus
sentidos,
y
tiembla mi cuerpo
aunque
mil mares nos separen
porque
el secreto de nombrarte
en
silencio,
me da
amor y vida.