Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
domingo, 7 de mayo de 2017
Alma errante
Alma errante.
Volando en el horizonte
de la noche misteriosa y oscura,
acariciando el día luminoso,
va por los caminos solitarios,
va desasistida,
de puerta en puerta,
entrando por ventanas entreabiertas,
de ojo en ojos,
errabunda y frágil,
vagabunda,
profundizando abismos.
Alma errante.
Por inercia ella cruza lentamente,
sin ánimo el sendero,
con la esperanza de hallar un cuerpo que a
ella la habite.
Cualquier oreo la conmueve,
cualquier paja a ella la irrita,
está hecha de retazos,
de cicatrices,
de heridas punzantes.
Alma que anhela anhelos
que invisible te deslizas deseando
que
otros te mojen de miradas tus pupilas solitarias.
Alma errante.
Perdida en el sueño,
dormida vas por la vida,
fantaseando en tus míseras miserias
volando entre la neblina.
Barco naufragando siempre en mares
que
no la invitan por eso navegante
y
sola vas deshojando margaritas.
Alma errante.
Triste y meditabunda en el vaivén de las
horas,
en la brisa que musita en el canto del
silencio,
en la soledad del día.
Alma errante.
Buscas el círculo que incluye los lugares,
mares, estrellas,
cielos, árboles,
flores, puede ser pequeño,
grande
infinito según el alma que quieres habitarlo.
Alma errante.
En lo triste de la noche,
entre
la densa neblina,
golpeada por la lluvia interminable,
envuelta en el mar salado,
en lágrimas se destila.
Hasta que se vuelve un cauce,
un torbellino de brisa,
una nota en el vacío,
un
eco que no termina,
un silencio atormentado,
un pentagrama vacío.
Alma errante.
Anda entristecida con la esperanza
de
darle reposo a su travesía.
Un alma que anda buscando en otra alma
hallar vida.
Escala las altas montañas,
espera a que otras miradas surjan para verla
de cerca
y descubran qué oculta su interior que sólo
es amor y luz.
Alma errante.
Desgarrante e infeliz,
ten paciencia,
clama por la paz y la felicidad
y alguien con ligereza encontrará tu mensaje
en el bosque,
en el cielo,
en el este por donde sale el sol
y con delicadeza te cubrirá en tu tierra
herida
a fin
de que puedas renacer de prisa
y
encontrar por fin lo que tanto tiempo necesitaste para ser feliz.
Alma errante.
Distante,
ya casi la última,
sal de tu gran mundo a oscuras y trémula
y vacilante ve en un gran vuelo irreal en
búsqueda de la verdad,
labra tu vida,
camina deslizándote para renovarte y vivir
de vuelta a ti,
aumentada en tus dones sin fin.
Cierra las preguntas,
húndete en tu querer,
llenándolo de síes,
de
gozos,
de algarabías y no vueles por el aire
como
las mariposas o las nubes flotantes,
busca donde te espera el amor total de otra
alma errante.
Rencores de un adiós
Rencores
de un adiós
Por
qué aparecieron en silencio,
Doliéndome
el alma y el corazón
Esta
oscuridad distinta y los jardines
Sembrados
de légamos.
Que
vagos sonidos retornan si ecos.
Rencores
de un adiós
Veo
paredes al fondo del lago,
Sus
ventanales describen el tiempo,
No
soy el dolor golpeando muerte
Ni
la diferencia golpeando luz.
Ahora
que el aire me posee,
Debo
encontrar la verdad.
Rencores
de un adiós,
Quisiera
que atendieras todos mis sentidos nuevamente
Quisiera
sentir tu ser rodeándome en tus brazos,
Pero
ya es imposible,
Ya
que los rencores afloran y duelen
Hoy
quisiera que tus ojos me quemaran nuevamente
Me
mataran sin rencores con sus grises ausentes,
Con
su piel de viento, con pasión sin límites.
Rencores
de un adiós
Aquí
estoy bajo la desgarradora soledad
De
tu recuerdo consumiendo mis temores,
Devorándome
mis gritos bajo tu piel
Fantasmal
y traicionera
Que
me ahoga en rencores desde esa
Distancia
tan presente.
Rencores
de un adiós
Me
arrancaste la carne en cada abrazo
Con
rencores sufrientes y dolorosos
Yo
no sé definir en la distancia…
Si
estas presente y me matas
Con
tu ausencia desgarradora.
Rencores
de un adiós
Que
golpean en mi mente
Y
me dejan sin aliento
Más
por eso yo presiento
Que
nuestro amor está en suspenso
Rencores
de un adiós
Que
mi mente se niega
Y
mi corazón siente
Que
tú ya estas ausente.
Te amo en silencio
Te amo en silencio.
Salgo a la noche y me sorprendo,
pocas veces me había ocurrido,
extasiada la contemplaba
sin dar crédito.
Unos segundos más y
la duda comenzó a desvanecerse.
Quede sorprendida,
su brillo fue dejando ver tu rostro,
lucias en tu tez fuerte y viril,
espléndida,
el hombre más deseado para Amar.
¡Qué belleza!
¡Ah!
LUNA, LUNA, LUNA.
Gracias por este momento,
gracias por este numen,
gracias por verte e imaginar que estoy a tu
lado
y por tenerte abrazado en mi lecho,
estrechándonos con pasión.
Aun no has alcanzado
la gloria de tenerme,
perdiendo el sosiego cuando te alejas de mi.
Te amo en silencio.
Esta hoguera que hemos encendido,
que hemos gozado con pasión y fuego
por estar unidos en una sola carne.
Te amo en silencio.
Quiero tenerte a mi lado,
en nuestro nido de amor,
eres mi amado amante,
el único,
el verdadero,
el diáfano.
El amor sí se nutre jamás muere,
es inocente y puro.
Afanosamente te busco,
sin discreción,
eternamente,
no desesperes que algún día te hallaré.
Te amo en silencio,
sin ecos,
sin sombras,
sin misterios.
Soy tuya y quiero demostrártelo
con caricias, besos, mimos,
adaptando nuestros cuerpos como uno solo.
Te quiero tal cual eres,
trasuntas transparencia,
diafanidad,
sigilo.
Tu discreción aflora
cuando te vas acercando a mí,
la distancia se acorta y sin disimulo
nos miramos a los ojos profundamente
con deseos de estar muy juntos,
sin secretos,
en paz,
la paz del amor.
Te amo en silencio
y te pregunto ¿que sientes cuando me intuyes?
¿de quién eres?
Y abres los lazos y me enseñas
la alta imagen de ti y me dices que mía.
Te veo como un cóndor, aguerrido,
con tus garras afiladas
buscando llevarme entre tus alas
como una presa entregada
a los altos abismos del mundo, donde
la soledad nos hará sentir
que por fin estamos juntos.