Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 30 de mayo de 2017
Te estoy queriendo
Te estoy queriendo,
casi sin saber cómo
ni por qué.
Mi tierra estaba yerma,
resquebrajada,
seca,
sin vida,
muerta,
esperando torrentes de gotas simientes
y apareciste tú,
en silencio adormecedor,
con un atisbo de amor.
Te estoy queriendo,
antes era yo una mitad,
una sola, vacía,
restellante de luces,
con tan sólo medio abrazo apenas
y apenas medio beso
y sólo tú
eres quien puede completarme.
Te estoy queriendo,
tu risa como diablillo
que en mis venas pirueteas,
hace latir mi corazón a prisa
y en mi mente fluye y refluye tu voz
cantarina y risueña.
Te estoy queriendo
y soy feliz,
la alegría en mí
parece ser un remolino de sol
corriendo por los campos.
Y te aguardo,
sin magia y sin milagro
ya que un dorado vórtice
inundará el cauce de mis noches
que ya no serán solitarias.
Te estoy queriendo,
despacito,
sin apuros ni desgastes
sólo mi amor se va asomando en tu horizonte
ya no tan lejano.
Cuando el cielo se afina
al conjuro de un sutil cosquilleo de flautas
y la última estrella remisa
abandona su puesto de guardia,
me gusta perderme en mis pensamientos
teniéndote a mi lado
como un reportero del alba.
Te estoy queriendo,
naciste al son de mis deseos
viola de amor,
entre cánticos y risas
modelados en nácar verde.
En los duros biseles del silencio,
inmóvil y solitaria te esperaba a ti,
mi señor de la risa.
Crecías hacia adentro de mis dedos
cuando tocabas desde lejos mi piel
y al rose y al llamado de tu voz
se alza mi sangre con poemas.
Te estoy queriendo,
te imagino apoyado en la mañana
circuida de luz en primavera
ascendiendo la vida de tus hombros
y en tus manos
temblando una estrella.
Tu risa, ¡oh, tu risa!
Es eco de alegría desdibujada
desde la distancia.
Tu voz ¡ah, tu voz!
Suave,
tierna,
con inflexiones espléndidas de sabiduría.
Tú, el único.
Te estoy queriendo,
imagino el pálido rocío de tus ojos
y mi corazón impulsa por mis sentidos
sangre nueva,
¡loor a la risa y al amor!
Lo no esperado
Lo
no esperado,
la
sorpresa inexplicable que inunda mi piel,
todo
mi cuerpo haciéndolo volar
por
cielos altos y lejanos entre nubes flotantes
acercándome
a horizontes luminosos y cercanos.
¿Cuál
es el motivo de que en este presento intenso,
lo
no inesperado nos invada con brisas suaves,
toques
imperceptibles,
momentos
inolvidables,
horas,
minutos,
segundos,
con
una paz indescriptible pensando siempre en el vivir,
enamorada
de la vida?
Lo
no esperado,
en
un silencio calmo y persuasivo,
el
aire diáfano y puro se detiene un instante,
toda
la quietud del mundo
apareció
súbitamente y la humanidad toda,
alma
con alma,
se
unió en un abrazo fraterno
para
iniciar el gran cambio que poco a poco
se
inició para hacer desaparecer la violencia,
el
desdén,
el
desamor,
el
materialismo con tan sólo fines de lucro.
Lo
no esperado,
superando
los miedos,
los
fracasos,
las
decepciones,
surge
lo mejor del ser humano escondido
en
lo profundo del corazón,
la
indispensable solidaridad,
la
necesaria condolencia,
la
plena esperanza,
la
clamada ilusión,
para
que el existir sea una fuente de amor y paz.
Lo
no esperado,
no
lo dejes ir,
acógelo
en tus brazos,
en
tu mente,
disfrútalo,
saboréalo,
deléitate
con lo nuevo que te envuelve,
dejando
atrás el pasado
con
mantos de lluvia dulce y descansa
en
un pleno bienestar con bálsamos de amor
que
existen pero que sin darnos cuenta
por
la vorágine de la vida real
que
no nos deja percibir su aroma,
su
sabor,
su
dulzura.
Lo
no esperado irrumpe a veces despacio,
levemente,
otras
veces con rapidez nos cerca
y
nos hace sentir que el amor
nos
está esperando siempre,
juntas
las almas en la distancia,
en
caminos paralelos,
jamás
juntos en el mundo real
pero
sí con total comunicación interior
sin
dejar de pensar unos en los otros
en
cada momento especial de nuestro existir.
Nos
amamos en el ayer
y
nos amaremos en el Hoy
y en
el mañana,
porque
lo inesperado llega y nos une.
Lo
no esperado,
la
felicidad,
esa
mágica palabra,
que
siempre se esconde,
se
escurre,
se
evade,
apareció
en este lapso
como
una sorpresa indecisa.
Estoy
en paz,
me
siento libre,
completa
conmigo misma.
Mis
suspiros profundos y lentos
se
suceden uno tras otro
en
lentos y deliciosos respiros
de
amor a la vida.
Contigo soy feliz
Contigo soy feliz
(sueño día y noche
con estar a tu lado
y en mi duermevela
busco tu alma clara
y abierta
por caminos anchos
y altos muros
para guardarlo,
escondida sólo para
mí).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(siempre me pregunto
dónde estás,
si tú no estás
ausente
te siento conmigo,
veo tu cuerpo alto
que se termina,
voz como en humo la
llama,
en el aire
impalpable).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(me inspiras tropeles
de versos
que abren las alas
y vuelan levantando
un tembloroso remolino
de cadencias
que nacen de mi amor
por ti,
son frases nobles,
cláusulas marmóreas,
blancas
que lentas pasan
al pensar en ti).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(el silencio nos une,
el hondo que nos hace
llegar
a lo profundo en
nuestras almas
quebrando surtidores
delicados,
en la tierra de
lluvia recién mojada
llamándonos con su
húmeda voz
desde un mundo muy
remoto
a otro mundo muy
lejano
siempre unidos).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(cada amanecer las flores
acaban en rimas,
versos que empezaron
tallos
hasta el jardín más
quedo
van floreciendo por
el amor insólito
que acomete por los altos riscos azules del
aire).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(te siento tan cierto
y mío,
seguro que hoy,
que aquí,
que tu evidencia
es el filo con que me
hiere tu abrazo,
se gastarán tus
caricias en días
y noches blandas
y poco a poco
te voy queriendo más,
amor,
no quiero que te
vuelvas recuerdo,
sombra esquiva entre
mis brazos).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(en nuestro lenguaje
sutil
cuando los cristales
duplican el blanco
disco de marfil de la luna,
nos unimos
y nuestras voces
tiemblan plenas de ansiedad
y muchas veces,
misteriosas frases de
amor
vuelan como visiones
que se ocultan al
llegar la aurora).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(sin querer,
te quiero,
el estar juntos…
tiene saber a poco,
siempre que estoy a
tu lado
cada día quiero más
de ti,
eres mi silencio azul
en las etéreas alas
que descienden por
diáfanas escalas
a las aguas
turbulentas y profundas
que inundan nuestras
almas).
Mi felicidad es estar
a tu lado.
Contigo soy feliz
(nuestro paso
armonioso
nos lleva en plena
noche
por el campo abierto.
Los astros nos
observan
con tenue empeño
y las lomas echadas
de bruces
nos miran en
silencio).
Juntos somos uno,
aspiramos la calma
que nos une,
con perfume a trébol
mientras se alborozan
todos los recuerdos
de nuestra vida
juntos
y la luz nos ilumina
de puntillas,
en el alba,
lanzándonos a las
nubes
para amarnos siempre,
como voces.