Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 26 de junio de 2017
La dicha de ser
Siempre se tiene que esperar
la dicha
con los ojos terriblemente
abiertos.
Escogida estoy ya para la
hazaña
del gran gozo del mundo:
de soportar la dicha,
entregar todo,
carne, vida, muerte,
resurrección;
de acostumbrarme a su caricia
indómita,
a su rostro dulce, a sus
cabellos desmelenados,
a la quemante lumbre, beso,
abrazo,
entrega total de mi cuerpo.
Dicha es lo fácil del alma,
es lo que se tiembla al
sentirla venir.
Para que llegue la dicha
Hay que irse separando uno
por uno,
de costumbre, capricho hasta
quedaros vacantes, sueltos.
Quedarse bien desnudos de
nuestros sueños,
tensas las fuerzas vírgenes
dormidas en el ser.
La dicha solo es el anuncio
de su ardiente inminencia
galopante.
convoca y pone en pie,
porque la dicha quiere también
la dicha.
Desgarrada en dos,
llega con el miedo de su
virginidad
inconquistable anhelante de
verse conquistada.
Me necesita para ser dichosa
lo mismo que a ella yo.
Lucha entre darse y no,
partida alma
su lidiar, lo sufrimos
nosotros al tenerla.
Los elegidos para ser felices
somos tan solo carne
donde la dicha libra su
combate.
Prefiere quedarse a irse,
se desgarra por sus heridas,
nuestra sangre brota, ella,
es inmortal.
Dicha que despierta mis
poemas
escondidos en el más allá,
los que busco en mi causada
fantasía.
Muchas veces misteriosa
poesía, para hallarte,
vuelo y vuelo bajo el cielo y
el mar.
Te vi llegar
en cada ola que golpea las
rocas.
Dicha cual caricia eres mí
espuma,
formas parte de mi vida.
Mi dicha con audacia
inquieta,
sin cesar, te has buscado la
poesía
en el rojo esplendor del
mediodía
y en la nocturna soledad
secreta.
Experiencia nueva
Experiencia nueva,
mi alma canta, brilla,
sutilmente expresa en esta noche
clara,
fresca, luminosa,
lo que me embarga al entrar
al mundo de la poesía mundial,
a la isla del verso.
Sí, hoy,
por fin llegó el momento de vivir
sumergida en el juego de palabras
de amor
que tienden a unir a todos los
seres humanos
para que con el arte de la
poesía,
el verso, el cuento, la prosa
narrativa,
el amor sea llevado en volandas
para que la humanidad se una
y se salve de caer en el submundo
del misterio,
del hundimiento a abismos
insalvables,
por la codicia,
la maldad de inescrupulosos seres
materialistas
que lo único que les importa
es el poder para manipular el
mundo.
¡Qué felicidad!,
poder comunicarme con mis
iguales,
con los que expresan el amor en
todas sus facetas,
enamorados de la vida
que unidos buscamos
para que el orbe se levante del
letargo
que se está iniciando desde
tiempo del ayer
para caer en el caos del vivir
sin amor,
paz, sosiego,
calma y pureza de almas.
Experiencia nueva,
única, inesperada, plena,
que conlleva a que la imaginación
nos conduzca
por senderos florecidos de lirios
blancos
, rojos, amarrillos,
danzando con el viento
con sus plumajes de pétalos
finos, leves,
como plumas de alas de pájaros
multicolores
alzando vuelo en el aire
perfumado
de cielos azules.
Experiencia nueva,
mágica, hadas,
duendes, gnomos, sirenas,
me conducen casi sin darme cuenta
apoyando su ternura en mi cuerpo
y llevándome a ese mundo
en el que todos queremos vivir,
amándonos en todo nuestro
existir,
juntos y solos a la vez
con la conciencia de que en
nuestro interior
reina la paz en una absoluta y
noble pureza blanca,
solidaria, comprensiva.
Experiencia nueva
en la que cada instante
se vive con intensidad total,
exuberante, exhaustiva,
creadora.
Experiencia nueva,
se acerca el mundo esperado
iniciado por la poesía,
verso de la paz y del amor,
el canto y el verbo que enamora y
sueña
en sutiles fragancias,
unidos todos hacemos
un mundo sin ingratitud,
violencia,
lágrimas y sangre.
El amor está allá arriba
entre las nubes,
en el Sol y en la Luna.
Lo importante es que lo sienta
dentro de mí,
dentro de ti,
entre los árboles,
en medio de la yerba
y de las flores.
Experiencia nueva,
la certeza de su presencia
nos debe hacer felices a todos
como símbolo de unión y de vida,
con una humanidad unida,
enlazada,
envuelta en redes de paz.
Experiencia nueva,
para que este mundo nuestro
encuentre su verdadero
equilibrio,
para que podamos vivir sin
temores,
sin inquietudes de que el género
humano
desaparezca hundido en la maldad,
el deshecho, el deshonor de
quienes
por deseos de poder maligno
intentan destruirlo en beneficio
propio.
¡Viva la vida plena
en un mundo de amor!
Anhelo frustrado
Anhelo
frustrado,
creí en
tus falsas palabras,
melodiosas,
seductoras
que acariciaban mi alma,
pero
eran tan sólo
palabras
vacías de amor.
Y llegó
el fin,
donde
no quiero ni nombrarte,
ni
pensar en ti.
Sólo,
ser humo en tus ojos
y del
mundo sin ti,
el
final.
Anhelo
frustrado,
no veré
más tus ojos
que me
quemaban hondo,
que me
mataban con su gris ausente
con tu
piel de vientos
y tu
pasión de locos.
Anhelo
frustrado,
tu amor
me ató
y me
desató
en cada
lujuria de tu mirada errante.
¡Basta
de seducción!
procaz
y sin verdades ardientes
y yo
quedo con el desgarrador recuerdo
de tus
ansiados besos.
Creaste
música blanca,
para
conquistarme en plenilunio,
consumiendo
mis temblores,
devorando
mis gritos
bajo tu
piel fantasmal
y
traicionera
que aún
me ahoga desde esta distancia
tan
presente.
Y aún
estás
rezagando
mi camino
con
cadenas y cerrojos en mi vida
para
que nadie pueda entrar.
¡Basta!
vete ya
de mis recuerdos
tu
nombre ya está guardado en mis joyeles.
No
leeré ni una letra tuya,
no me
escribas para que yo desborde
y me
consuma en fuego.
¡Déjame
en paz!
con mi
silencio flotando sobre el agua
que
mana de mis recónditos adentros,
Balanceándose
en mi frente una corona
por
donde el aire se escapa de mis dedos
y no
saben ya mis labios
la palabra
que una
tus
oídos a mi verso.
Anhelo
frustrado,
fueron
por momentos
anhelos
amados,
ilusionados,
vibrantes,
ahora
sacúdanse
de las
bases de mi sangre
y que
tu nombre desaparezca
contra
el cielo
y
desnudándote camina sobre el muro
que
cerca mi silencio.
Tú ya
no estás más en el verde
levantado
del árbol
donde
perdí mi albedrío,
ni en
el viento caliente del estío
ni en
la orilla del mar enamorado.
Amor
frustrado,
perdido
por siempre
sin
sentir ya más el cercado de tus ramas
amaneciendo,
ya renovada y sin fe en ti.