Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 4 de julio de 2017
Sigo siendo
Sigo siendo tuya,
cuanta falta me haces,
escúchame,
búscame para volver
a creer en el amor.
Tengo para ti
besos y caricias dulces.
Sigo siendo tuya
aunque tengo mis manos vacías
y vacío de tu amor
está mi corazón
aunque siempre en mi mente
estás presente
en cada lar que busco.
Sigo siendo
ese ser
que siempre buscaste,
libre, sensible,
pura y casta,
que escribe poemas de amor
que tú inspiras sin saberlo,
tú renaces al amante
y haces que sólo sepa hablar
con el corazón primero.
Sigo siendo
la luz que te ilumina,
los brazos que te arropan,
tu luz y tu paz,
la que vela por tus sueños
la que te guía
en tus momentos de duda.
Sigo siendo
la que sin condiciones
ni obsesiones
pinta en tu cara sonrisas
porque la mayor de mis pasiones
eres tú.
Sigo siendo
la que espera que me emociones
con tus vaivenes de sosiego
y arrumacos de gozo y felicidad
porque tu amor
me hace libre
y a tu amor me entrego.
Sigo siendo
un ser sin sombras
ya que desde que llegaste a mi
me has iluminado,
has colmado mis días
de risas y alegrías
y has alejado las tristes
melancolías de mi alma.
Tu amor impulsa mi pluma,
escribo para ti,
sigo estando cerca de ti
en cada milésimo
de mi segundo de vida
y por ti triunfa
lo cierto en mí.
Sigo siendo
como nube,
luna de misterio,
sin vaguedades indistintas,
sólo yo para ti,
sin inquietudes ni desapegos.
De virginidad me ceñí
para guardarme
para cuando me encuentres,
me cerqué de niebla
en mis sueños,
me quité mis formas
y voy y vengo,
ingrávida de blancura
en suspenso para esperarte
y seguir siendo tuya.
Esclava dulce
que acepta su entorno
porque el amor
es el que la apresó en su cautiverio
y quedó esperando para salir
entre los aires volando
cuando me encuentres.
No me digas no
No me digas no.
(necesito sentirte a mi lado,
desde allá muy lejos,
la música mágica de los violines
dibujan prodigios en el aire al sentirte llegar).
Quiéreme.
No me digas no.
(el tiempo es río que huye y perdida
me siento al no estar entre tus brazos,
desde que te fuiste mi alma está triste).
Quiéreme.
No me digas no.
(en claridades de luna y brizas de jardín
elevo tu nombre por aires en vuelos
y en oraciones dulces y melancólicas
que antes no sabía brotan cada día
de mi corazón enamorado palabras de amor).
Quiéreme.
No me digas no.
(en el fulgor de la alborada
mis sueños susurran
pensamientos invocándote siempre,
quiero tenerte en mis mañanas
como no te tuve en mis ayeres).
Quiéreme.
No me digas no.
(ven en mis noches de soledad,
no me abandones,
en silencio avanza pálido el dolor
por no tenerte y ante él
la esperanza deshoja una flor).
Quiéreme.
No me digas no.
(mis suspiros necesitan estar contigo,
abrazada a ti,
inmóvil,
sólo mi profunda respiración
moja el claro cristal de la quietud
que nos une en un imperceptible chal de espuma).
Quiéreme.
No me digas no.
(mi alama clama por ti,
ondea mi canto pleno de dulzuras
y sueños y mis prosas,
mis versos,
parece que llegan de la azul inmensidad)
Quiéreme.
No me digas no.
(te busco y no logro hallarte,
te siento en horizontes lejanos,
pero te aguardo ya que presiento
que el coro de las hadas del bosque te traerán a mí,
porque ellas encuentran lo que nunca se logra hallar).
Quiéreme.
No me digas no.
(percibo la sombra de la ilusión y la sed
de lo imposible como una braza llena de fiebres locas
mi corazón atormentado y deseoso
de gozo y placer).
Quiéreme.
No me digas no.
(riamos juntos en trémulos esplendores de amor,
ven a mí y las liras de cristal sonoro
tañarán las ondas de plata de las aguas
quietas y volarán entre ritmos
los aromas de dos almas que se aman).
Quiéreme.
No me digas no.
(tú eres y serás mi inspiración de mis poemas,
de mis versos,
de mis prosas,
porque sólo tú llenas de armonías
el viento y ardes como llama brillante en mi alma).
Quiéreme.
No me digas no.
Juntos viviremos amaneceres brillantes
entre alegres cantares de frescas notas
y en fantásticos pentagramas,
plenos de dicha y luz crearemos nuestro nido
entre un pasaje que canta y cantando
nos cuenta sus misterios
en un alado idioma sin palabras.
Pienso en ti
Pienso en ti
y no se si es cierto que te amo
o lo sé tanto que temo
que ese amor me traiga llanto.
Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.
Pienso en ti
y espero que te acerques,
quisiera sentirte cercano.
Todo hace el amor con el silencio
que puede ser como un fuego
o un templo de luces.
Pienso en ti,
quiero apretar tus manos
y me corre un secreto en la piel
que es feliz y ansiado.
Pienso en ti, te siento y miro,
lejanas,
mis palabras,
más que mías son tuyas
y de mis manos surgen
los poemas de amor que tú
inspiras
porque llenas mi alma
toda de sortilegios mágicos y
poéticos.
Quiero que los oigas,
que te lleguen proféticamente
puros
porque voy tejiendo
con todos los poemas
un collar infinito
para que te envuelvan
y no te alejen nunca más de mí.
Pienso en ti
y en el equilibrio cósmico de la
noche
mi voz interior me despierta,
me pregunto porqué busqué
en mi ser profundo
para saber lo que me
desconcierta.
Pienso en ti,
muchos afanes de días,
muchas noches sin estrellas,
pondré un manto de olvido
sobre este dolor que me aqueja.
Pienso en ti constantemente,
construiré este poco de vida
con lo poco que me queda,
pero aún tu voz no se calla,
me agita,
me apena.
La noche está terminando,
ya entra la luz primera,
es una noche que pasa
y ella se irá con el alba.
Si todas las noches pienso en ti
y sueño contigo
¿por qué no vivo en un sueño?
Pienso en ti,
imagino eres el viento,
rozas mi cara,
mis manos,
tocas todo mi cuerpo
y en su silbido apacible
puedo sentir tu aliento.
Cuanto estás tú callado,
pienso eres mi silencio.
Me tocas con tu mirada
y me recorres toda
y mi alma vuela apresurada
cruzando mares,
desiertos.
Pienso en ti,
en nosotros no existen fronteras,
tampoco tiempo,
quisiera tener alas para volar
y estar a tu lado acompañándote
y apoyándome en tus brazos.
Pienso en ti amor,
te pienso con ansias
de frenesíes y pasiones,
cuando me abrazas siento
que tuve contra el pecho
un palpitar sin tacto,
cerquísimo,
de estrella que viene
de otra vida.
Pienso en ti,
porque te alejaste
y siento sobre el alma
esa opresión enorme
de sombras que dejaste,
de palabras,
sin labios,
escritas en papeles
que vuelan con el viento,
dejándome tan solo
el hueco de tu cuerpo.