Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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viernes, 14 de julio de 2017
Abandono sin motivo
Abandono sin motivo,
¿cuál es la razón de que la ilusión
que me acompañaba de que mi mensaje de amor,
llegara hasta
el último rincón desapareciera sin motivo?
Creí encontrar lealtad,
paz,
fidelidad en alguien
cuya alma
estaba vacía,
seca,
plena de
dureza,
sin ninguna
estrella que la iluminara.
Pido a la mensajera alada
que viene de los cielos a protegerme
que me dé otra vez la luz y calor
en mi corazón
entristecido
y que se lleve los pensamientos
que pueden
destruir con el tiempo
el sufrir por
falta de amor.
Quiero seguir teniendo mi motivo de vida,
transmitir
cariño,
fe,
ayuda a quien lo necesite.
Abandono sin motivo,
es como si me quisiera transformar en un ser invisible
para la persona en quien confié mi amistad,
sin ninguna razón concreta,
tan solo es que las diferencias del interior del alma
hizo que dejara
de existir para ella
a quien lo
único que le interesa es lo fútil,
lo material,
lo aparente y
no la dulzura de las palabras
que llegan con amor desde la lejanía.
Dentro de mí hay una llama
que no se enciende apagada
por la tristeza de haber descubierto
que aún en este mundo existen almas sin amor,
por eso debo
entregar mi corazón
desde lo más
profundo para que el amor
vuele hacia
todos los lugares
donde mundos interiores
no sientan la
pureza de la amistad,
el viaje puro que toda alma siente
en lo hondo de
su corazón.
Abandono sin motivo,
no deseo que éste oscurezca mis días,
no quiero que
en mi camino aparezcan
nunca más un alma que quiere destruir mi alegría,
mi fe en lo que motive mi existencia,
sin piedad,
con salvaje deseo de dejarme sola
no se dio cuenta
que me entregó
el regalo más grande del mundo,
seguir tendiendo mi puente de admirar la belleza,
los árboles en
movimiento,
el cielo
límpido y cálido,
las aves que
vuelan llevando el amor por doquier.
Abandono sin motivo,
¡qué lástima,
qué pena,
es una gran desilusión profunda
ya que sin
saber realmente el por qué,
creyendo dejar
mi soledad parecida al desierto,
se fue hacia lo desconocido,
lo ignoto,
donde la maldad,
la envidia,
el egoísmo,
reinan y se hunden en el vacío de la nada!
Busco ahora con más pasión y paz interior
y ser guiada por el Destino hacia la eternidad
para que las almas que nos amaron
puedan
encontrarse en las próximas vidas
y perfeccionar el amor que iniciaron con total paz
interior.
Cada vida representa un árbol y los árboles
son sagrados
porque
representan la vida del ser humano.
Deseo despertar en cada ser
un corazón
inteligente que sienta la misión
de salvar a la humanidad
con la firme convicción de que todo cambiará.
¡Qué la fe
y el símbolo del Poder Divino
lo logren!
Desilusión dolorosa
Desilusión
dolorosa,
de a
poco,
despacio,
sutilmente,
inundó
mi alma
y con
miles de saetas acrisoladas,
rompió
la paz
y el
sosiego
de mi
alma.
¿Dime tú,
por qué
debo sufrir
en cada
instante de mi vida
dando
sólo amor por doquier?
¿Cuál es el error
que surge de estos sentimientos
puros y profundos
que me
embargan
y me
desarman
en
flores deshojadas por la tristeza,
la
desilusión,
el
desespero?
Como
estrellas fugaces,
en períodos menos esperados
me golpean,
me hieren,
me lastiman.
¡No
quiero sentirlos más!
Mi vida
necesita del amor puro
y
límpido,
sin
mentiras ni falsedades.
Desilusión
dolorosa,
esos grises tonos oscuros
de tormentas menos esperadas,
los
rayos golpean mi alma
y me
dejan agonizante y temblorosa,
miedos
ocultos,
afloran a mi piel
y la verdad inconmensurable
y
execrable
surge
de improviso,
aquel a quien amamos
con
intensidad y pureza
nos
clavó una flecha envenenada
en
pleno corazón
y la
sangre dolorosa
junto
con la llovizna de lágrimas
que
inundó mi cuerpo
me
llevó a momentos de desasosiego
y
desorientación.
¿En qué
me equivoqué?
¿Por qué deposité mi fe,
mi esperanza,
mi amor
en
quien no lo merecía?
Éste mi
amor puro
se elevó tras el horizonte lejano,
dejando
tras de sí,
sólo
desilusión dolorosa.
Quiero
encontrar el camino recto,
verdadero,
duradero
y no
fugaz
y falso
donde
sea comprendida
en
estos mil sabores
amargos
y crueles.
Desilusión
dolorosa,
apenas en un segundo,
mi espíritu,
que libremente se elevaba
entre
las nubes de algodón
y campos de cipreses,
cayó,
llevándose
a su paso
marchitas
flores de azafrán
y
floridos vergeles
a la
tierra seca,
cenicienta,
rojiza
por la ira
y
oscura por el desamor.
Desilusión
dolorosa,
fueron
tras de mí
rumores falsos,
envidias oscuras,
intrigas
traicioneras,
buscando
hurgar en mi alma
para
que el sufrimiento aflorara.
¡No!,
¡no lo
permitiré jamás!
¡Soy
libre y feliz conmigo misma!
Mi
espíritu vibra
al
compás de música sincopada
y de
palabras,
frases
de amor
hilvanadas como perlas de rocío
en un collar sin fin
de caracoles enlazados
por la
espuma del mar.
Desilusión
dolorosa,
se que
como enigmas indescifrables
se irán
de mi vida,
afrontaré con actitudes enhiestas
y verdaderas
el
nuevo sendero abierto,
florecido,
en el
bienestar de un campo
de
amapolas,
abiertos sus pimpollos al cielo azul
y allí
te encontraré a ti,
mi amado nuevo,
que me
traerá
en sus manos cálidas
mi
nuevo destino.
Desilusión
dolorosa,
las
esperanzas renovadas
y límpidas
cerrarán
las heridas abiertas
y el olvido
que se
acerca sin ser llamado
golpeará
mi corazón
dejándolo
límpido
y claro
como agua que golpea
la tierra con desesperación,
a veces
o con
dulzura otras,
sin tristezas sin fin,
ni
fríos,
ni grises
golpes,
sólo
sueños
entre
luces de amor
bajo la
luz de luna
en el
agua
con
quietud y calma.
Desilusión
dolorosa
que no
impida mi vida intrépida,
de aventuras continuas,
rodeándome como un manto
de
aterciopelados pétalos las ideas,
las frases de amor,
las
prosas poéticas
que dan
sentido veraz
y feliz
a mi espíritu inquieto
y avasallante,
pleno de ansias
de ser
amado y querido,
sin
límites truncos,
ni
herrajes oxidados
por el
tiempo,
sólo aires tibios y dulces
donde
flota mi corazón
entre aromas de pitangas,
burucuyá
en flor,
azahares volando en el viento suave
llevando la buena nueva
de la
llegada a mi vida
emprendida sin sobresaltos
ni
fatigas.
Destello Azul
Destello
azul,
fulgor
del alma,
nace de
una fuerza extraña
de
asustar al miedo,
un agua
no pausada, sí cantada,
se
allega por tus manos a mi pecho.
Los
signos de tu voz que me reclaman,
despiertan
mis ternuras y mis requiebros.
Destello
azul,
luz que centellea en mi pecho,
te
siento y descubro
tu
resplandor en mis pupilas,
subiendo
a energizar nuestros deseos.
Pasa un
color alzado de laureles
desde tu mano ungida hasta mis dedos.
Destello
azul,
tus ojos que se abren en cielo infinitos
anegan
de esperanza mis deseos
mientras recorre un sol enamorado
las largas avenidas de tu cuerpo.
Me
enriqueces con tus estrellas
que me
guían por caminos de esplendor,
difundiendo
tu figura alta y enhiesta.
Destello
azul,
trasiego
la ternura de tus campos
por
acequias de celo a mi esperanza,
rocío amedrentado y puerta firma,
prados de libertad, hondos silencios.
Te
reflejas fiel con brillo propio,
dulce
boca que me transporta
a las
cumbres rojas del lucero
y a la
inmensidad verde y azul
de las
aguas mansas y tibias
que nos
guían por sueños nuevos.
Destello
azul,
que
vislumbra la sonrisa del amor
siempre sincero,
en las tardes pausadas
donde
las lluvias guían la barca de los cuentos.
Tú
iluminas mi claridad,
el
llamear de mis anhelos
y
percibo el perfume de tu ágil cuerpo.
Destello
azul,
esperan
procelosas las auroras,
las lumbres cenitales,
los
crepúsculos,
todo
ese mundo que se llama amor.
Crece
libre en las ramas perfumadas
y en mi
pecho
reflejan
mi pulso y mi deseo.
Destello
azul,
chispazos
de colores
que me
desnudan por dentro
llevándome a la inmensidad
de un
cosmos perfecto
donde
tú y yo vivimos los días, las horas,
en un hábitat escondido y sólo nuestro
donde
los astros con su luz fosforescente
marcan
el contorno de nuestros cuerpos.
Vivo en
el milagro del querernos
que
vigoriza con gracia,
con
corazón de magia, la dicha nuestra.
Destello
azul,
dame tu
luz,
para
seguir la travesía en la nave de mi sueño
y
llevarnos por las aguas sin cadenas,
cara al
viento
y que
la coraza de la inseguridad y del miedo
se rompa en mil cristales iridiscentes
y se
tornen radiantes los encuentros entre besos.