Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 18 de julio de 2017
Amante infiel
Amante
infiel
¿Por
qué abandonaste
tu
lecho de amor
que te
brindaba calor,
ternura,
pasión?
¿Cómo
cambiaron
sin
darme cuenta
tus
sentimientos
que
tanto me entregaron,
un
torrente de amor,
romanticismo,
sensualidad,
belleza de espíritu
y
entrega de corazón?
Amante
infiel
¿Cuándo
mi luz
dejó e
brillar para ti
y muy
despacio
te fuiste alejando
buscando
otros amores?
¿Por
qué fuiste
desleal
a nuestros proyectos
de amor
compartido
y total?
Amante
infiel
¿Cuándo
dejé de seducirte
con mis
besos apasionados
y caricias provocadoras?
¿en qué
momento
mis
palabras encendidas
de
amor,
mis
labios ardientes,
mi
excitante ansiedad
dejó de
encender tu fuego?
Amante
infiel
¿Cómo
no te diste cuenta
el hondo ardor
que me
provoca en el corazón
tu traición,
dejándome
en noches de hastío?
¿Será
posible
que no
te alcanzara
mi entrega
desnuda
y fogosa,
mí
perfume en tu piel,
mis
marcas ansiosas,
mi
pasión sin fronteras?
Amante
infiel
¿Soy yo
que
creí vivir un gran amor
en un
solo lecho
y no
era verdad?
¿Debo
despertarme
cada
día
tropezando
con el sol
y no
tener respuestas?
¿De qué
sirvió tanta entrega,
tantos proyectos
de un
existir juntos,
amándonos
por siempre?
Amante
infiel
¿Recuerdas
cuando
abrazados
escuchábamos
el ritmo del océano
dejando
que el deseo
se fuera desplegando
lentamente
hasta que tus manos
se
convertían
en
colibríes impacientes?
¿Y
aquel momento
cuando
me desnudaste
por vez primera
mientras
la marea
iba subiendo
y las
olas borraban
nuestros astros?
Amante
infiel
¿Cuándo
dejé
de ser
tu dueña
y se
dejó de reflejar
mi
mirada invisible
en tus
pupilas?
¿Y el
gran hervor
de
cuerpos
dejó de
proyectarse
en una llama viva
y
empañó los cristales
de
nuestro amor
deseoso
de disfrutarnos mutuamente?
Amante
infiel,
no soy
ya más la espera,
la que
te sueña,
la que
impaciente
aguarda tu llegada,
todo
eso quedó atrás.
Ahora
no espero más
verte
llegar,
mi
cuerpo no necesita
de tus
besos,
mi alma
no vive
de tus
recuerdos,
ya eres el pasado,
abro mi
alma
esperando
el roce de otros labios
y
promesas de otro amor
que no
hiera,
que
sólo ame.
Néctares y efluvios
Néctares
y efluvios
que
llegan a inundar
de maravillosos colores
mi mirada,
la de
los ojos inquietos
y
hienden el aire
con aromas tiernos
de
deseos ansiosos de degustar
con
amor
su
mezcla de sabores,
olores,
pinturas
de rojos,
amarillos,
verdes
que
entre brillantes compuestos
se unen para crear la belleza
perfecta
de la creación.
Como
tejidos por manos aladas
colmadas
de tesoros,
misterios
y luces
que
como débiles rayos de sol
son
para mi amado
como rosas y lirios
sembrados
para su deleite y goce.
¡Oh!
tus labios se endulzan con la miel
y la
canela
y el
aroma de la menta
nos
envuelven
como
copos de delicias
jamás
imaginadas.
Néctares
y efluvios
nos
llegan
porque nos amamos y vivimos
en el
sol de nuestros ojos novios,
como el
sol del verano,
del
goce perfecto
y entre
almíbares de agua de rosas
o de
azahar,
entre
el zumaque
y las
nueces,
manzanas
y limones,
nuestro
amor crece
y
sentimos en nuestra piel
el
rocío dulce de pasas
y
piñones
que nos hacen abrazarnos
y
besarnos en una total plenitud.
Néctares
y efluvios del comino,
del
cilantro,
la
pimienta,
la
cúrcuma amarillo naranja,
el azafrán de color vivo,
nos
atrapan
en
aromas de intenso poder
que nos
hacen vibrar
como ímpetus únicos
este
amor cobijado y total.
Y el
dulce sabor de la vainilla,
del
pistacho,
del
sésamo,
de la
azúcar,
nos
hacen desear arrumacos,
besos
en la frente,
abrazos
ligeros
y
tiernos a la vez.
Néctar
de albaricoques,
dulces
de color suave,
pistachos
finos
que
como red
nos
hechizan
en una macedonia de colores
con
agua de azahar
o agua
de flor de rosa
y en
este gran taller del gozo,
detrás de la luz incierta,
llegan
a nosotros
tibias por los ríos
las
nieves de la lejanía
para
unirnos como corriendo
en
crestas de amor
con
espumas deslumbrantes
que
rutilan por el agua
con
júbilos y festejos.
Néctares
y efluvios
que
hacen una plena consumación
de
nuestro amor
entre
jugos de uva,
leches
de coco
y
tierra plena de citrus acidulantes
flotamos sobre el agua,
hecha y
deshecha
por
luces sucesivas,
todo en un lecho de amor
entre
olas,
nubes,
horizontes
y orillas.
Néctares
y efluvios
que de
a poco,
espontáneamente
nos
transportaron a lugares secretos,
nuestros,
donde
nadie nos encontrará
ya que nos perdimos en fiestas nacarinas,
en
albores,
en
celajes,
sin
prisa,
pero
dispuestos a amarnos más.
Agobiante
Agobiante,
azotada
por fuerzas temibles,
me
siento zarandeada
como
marioneta al viento,
me
empujan,
me
arrastran,
me
hacen temblar,
me inclino
hacia la madre tierra
buscando
refugio
y la
invisibilidad.
Agobiante,
¿por qué los signos maléficos,
las sombras oscuras,
las envidias inevitables,
no me
abandonan
y me hacen dudar
de mis
actos,
los que
creo venturosos,
dignos,
necesarios?
Agobiante,
mi vida
serena
dejó de
serlo,
me
acosan sucesos siniestros
que mi
alma rechaza,
se cierra
como
pétalos de la flor
que no
alcanzó a ser fruto.
¿Dónde
está la humildad,
la solidaridad,
la ayuda mutua,
tan necesarias
para
crecer
y amar
hasta el infinito?
Agobiante,
es
vivir entre errores,
sin culpas,
en
equívocas ideas,
entre heridas
que
como saetas finitas
con
espinas de rosas
se clavan,
hundiéndose en mi alma
y dejándome exhausta,
triste,
solitaria,
sin mí
misma,
vacío
el espacio de mi mundo interior
pero
siempre,
defendiendo su verdad clara
y pura,
plena
de amor
aún
sangrante.
Agobiante,
quiero
volver al mundo
de las
sonrisas
que se
despiertan cada día
al
clarear el alba,
al
mundo mágico de las almas puras
y
plenas de amor
que me
rodeen
y giren
en vueltas eternas,
los Ángeles áureos
protegiéndome
del mal,
la traición,
la
mentira.
¡Bendita
es la vida con amor,
existencia
prodigiosa
sin
recuerdos dolorosos,
sin
memorias sufrientes!
¡Vivir
de frente
hacia
ese dónde
que nos
conduce a la paz de alma,
queriéndolo,
buscándolo!
Agobiante,
necesito
estar acompañada
por las
ansias de ese inmenso querer
de
estar conmigo,
riendo,
danzando,
cantando
en cada
segundo
de mi
vida.
Ir
hacia el paraíso
de los
tiempos del alma
y renacer
las palabras de amor escondidas
en la
memoria de tiempos ya idos,
frases,
poemas,
sílabas entrelazadas
que
corren hacia el papel
que las
espera dormido
en una
somnolencia de luces apagadas
que comienza a vibrar
al
recibirlas ansioso
y
expectante.
Mi
cielo se está
volviendo nítido,
todo
alado de olvido,
lleno de esperanzas en vuelo,
ahora
comienzo a vivir
el Hoy,
conmigo misma.
¡Qué
dicha vivir en la dicha,
plena,
del
estar sin vagar
y sin
rumbo,
sólo
vivir en gozosos instantes
que
nunca serán iguales!
¡Toda
la vida es única!
vivámosla en los días
y horas
en que
fuimos felices,
lejos
del agobiante dolor
que pudo rozarnos.