Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 16 de agosto de 2017
Plenitud sublime
Plenitud
sublime,
integridad
insuperable es vivir amando
como la
única razón
y la
verdadera expresión
de ser
la misma Vida.
Amor
tan sublime que nada expresa,
tan
inmaculado que brilla por el infinito,
así es el amor que por ti siento,
teniendo en mi laúd cantares
y en el
rosal de mi cariño, flores.
Plenitud
sublime de vivir,
amor que llena mi ser
con
infinita alegría,
pon en
mis versos el tesoro
de las
alboradas de plata,
de los
mediodías de oro
y de las tardes de escarlata.
Dame a
beber la poesía
en el
raudal de inspiración
que es
fragor de lucha
en el
día y en la noche meditación.
Plenitud
sublime, plétora excelsa
que
como un himno todo lo ennoblece,
todo se agranda a sus clamores,
el
firmamento resplandece,
la tierra
se colma de flores.
El
amor, el verdadero,
nacido
de mi alma sonora
con la
armonía de flotantes alas,
desciende
por diáfanas escalas
a
bañarse en la fuente bullidora.
Plenitud
sublime,
que
hace que la inspiración
se
colme de recuerdos excelsos
de los
momentos en los que estuve
entre tus brazos,
riendo
entre vibrantes notas.
Siempre
hay estrellas
que
brillan en la noche de mi alma
cuando
pienso en ti.
El
deseo y el amor
en un
instante de semblanza
nos
conducen al espacio
con las
alas de todas nuestras canciones
para
llegar hasta altas nubes
plenas
de radiantes ilusiones.
Plenitud
sublime,
grandiosa
en su clamor,
dilata
el paisaje y un temblor
de
encaje pone en el follaje.
Amor,
luz que el cielo envía
como
poesía de la noche fría,
luz
toda dolor
por ser
toda sueño de blanca belleza.
Plenitud
sublime, inesperada,
sorprendente, apasionada,
con
instantes de gozo y de pasión,
nuestras
almas se buscan
por
nuestro diferir
como
por un camino
donde
no hay despedidas.
Y al
final, el hallazgo, el contacto,
la
unión pura brotando como río sin cauce
en un
agua quieta
y sólo
estaremos tú y yo,
uno y
uno,
en un
solo rostro, amor, que les sonríe.
Plenitud
sublime,
en
lenta y arrobada calma
buscamos la unidad, labio con labio,
acunándonos
unidos en una paz cierta y plena.
En mi
sueño de poeta
me
visto de estrellas para brillar para ti
y nos
abrazamos unidos
en carruaje de cristal
donde
nos amamos con pasión
en
nuestro Universo de amor
en el
que el silencio nos une.
Me entrego a ti mi amor
Me entrego a ti mi amor,
te busco y anhelo
tu presencia a mi lado.
Mi piel tiene el sabor de miel
de tus besos y mi cuerpo
clama excitante
que vengas a mí y me amas.
Me entro a ti,
con mi alma deseosa de amor,
ahora, en este instante, ya,
sin esperar en vano al vacío
absoluto
sin el encuentro de nuestros
cuerpos unidos
como uno solo,
entre besos,
caricias, ternuras,
mimos de ansiedad compartida
de llegar juntos a culminar
como si estuviéramos
en nuestro Paraíso terrenal.
Me entrego a ti,
mi amor,
con toda mi pasión,
mi ardor otoñal,
con mi cuerpo aún deseoso
de ser poseído por ti.
Cuando estamos juntos
volamos hacia la inmensidad del
horizonte
bajo la luz de las estrellas
que iluminan cada momento del
amor
que nos une, nos estruja,
nos hace explotar con dulzuras,
con besos profundos,
casi sin ruido algunos,
otros melodiosos que piden más,
mucho más.
Me entrego a ti,
mi amor,
avivas mis deseos de ser tuya,
enteramente tuya y mi virginidad
te entrego en cuerpo y alma.
En nuestro lecho de amor,
entre azahares,
rosas, amapolas,
verdes lotos recién nacidos
hicimos el amor con pujanza,
entre impulsos tanto esperados,
con vaivenes de entrelazos,
como con abrazos y suspiros
levemente
respirados entre besos
que nos llevan a nuestro mundo,
sólo nuestro.
Me entrego a ti,
somos dos en un cuerpo y dos
almas,
entregados al amor con
intensidad,
plenitud, alborozo, alegrías y
risas sin fin.
Bailo entre tus brazos,
mis caderas sin quererlo se
mueven solas,
bailando como si estuvieran
en las mil y una noches.
¡Qué felicidad!
¡Soy toda tuya!,
sólo tuya,
bajo el arco iridiscente
de la bóveda celeste que nos
acoge
secretamente en nuestra íntima
soledad.
Me entrego a ti con regocijo,
sin pudores, ni tabúes,
con toda mi ternura,
mi amor, mi dulzura,
enamorada de ti como de la vida.
¡Te amo!
Te esperé durante mucho tiempo
pero por fin me encontraste
con todo el arte de tu seducción,
tus palabras fueron sin saber
la caricia al interior de mi
mundo
haciendo remover en mi cuerpo lo
dormido,
lo que se había detenido en un
lapso de la nada.
Vivamos tan sólo el Hoy,
es el que no unirá por siempre.
Lujuria de amor
Lujuria
de amor
entre
dos seres que viven amándose,
entre
dos cuerpos desnudos
en
uno sólo,
enlazados
por enredaderas del amor.
se
buscan,
se
inundan de caricias aterciopeladas,
sensuales,
sus
bocas como aledaños de amor
no
dejan de buscarse.
Lujuria
de amor
éxtasis,
pasión, gozo, placer,
instantes
que se viven
como
almas encendidas
y
cuerpos en llamas.
Mi
sed de tí
me
ahoga,
reclamándote
a cada instante.
Te
necesito
junto
a mí.
Nuestra
pasión de locura,
nos
lleva al frenesí
del
placer procaz y ardiente.
Nos
enroscamos
entre
sábanas sedientas de amor
y tu
cuerpo,
viril
y fuerte
aprisiona
mis muslos
y
descubren el suelo
por
mi pie desnudo.
La
sangre corre veloz por las venas
en
una recorrida total
por
nuestros cuerpos
donde
los orgasmos
se
suceden unos tras otros.
Tu
lengua inquieta y veloz
va a
dejar su aliento
en
mi monte puro y virgen
que
lo espera ansioso.
Mis
pezones se excitan,
mi
cuerpo se balancea,
baila
al compás del amor sensual,
mis
senos son tuyos,
¡ámalos!
como
si fueran fuente de placer intenso.
Quiero
mi nombre recogido en tu boca
para
calmar la sed
de
mis labios que ansían tus besos.