Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 29 de agosto de 2017
El espejo de agua
El espejo de agua,
allí donde me inclino
y veo mi rostro arrebolado
por el amor que por ti siento.
Mi espejo, corriente por las noches
se hace arroyo
y se aleja de mi cuarto.
Mi espejo más profundo que el orbe,
es un estanque verde en la muralla.
El espejo de agua refleja sobre sus
olas,
bajo cielos sonámbulos
mis ensueños que se alejan como
barcos.
De pie en la popa siempre te veré
cantando,
una rosa secreta nace en mi pecho
y un ruiseñor aletea en mi piel.
El espejo de agua
nos da signos que había en el aire,
había presagios en el cielo,
tenía que brotar la gracia de repente
con sus pasos de gloria.
El espejo de agua
traía la belleza de quien sabe dónde.
Venia hacia mis ojos
con su andar esbelto, seguro de su
tiempo…
Es la ley misteriosa que de pronto se
encarna
y se hace realidad en un instante.
El azar se presenta con
todas sus fuerzas invisibles.
El azar con sus constelaciones
desatadas
que súbito se anudan
para cumplir con un destino
en las piedras lentas.
El aire vibra con los sonidos
de la vieja flauta.
Un dulce amor ha nacido en el mundo
a través del espejo de agua.
Está por llegar, él, él único,
no está muy lejos, ahí viene
sobre dos pies alados, envuelto
en su música y en su canto
de nardos y de bosques.
Está cruzando el cielo, atravesando
mares,
volando envuelto en ilusiones.
Y al llegar por el espejo de agua
nuestras
miradas se cruzan,
canta una árbol nuevo,
dos manos se entrelazan,
dos anhelos se encuentran,
dos angustias se hablan en secreto.
¿Por qué razón?
Sólo los signos y el azar lo saben.
Dos corazones reconocen su impulso
ciego
y el camino que se abre al infinito.
Los ojos se adivinan,
se entornan suaves,
saben que juntos van a mirar el mundo.
Los labios se presienten,
palpitan como flores
que empiezan la jornada
¿Son besos?
¿Son palabras?
¿Es un cambio de ideas a través de los
años?
¿Por qué llegas tan tarde a mi jardín?
¿Por qué no apresuraste la marcha en
las tinieblas?
¿Con qué derecho el tiempo separa la
flor
del árbol que era suya?
¿Por qué poner distancia en los años?
No sabes acaso que esta mujer te
aguardaba
cansada de cantar y llamarte.
¿Serás mi estrella entre la vida
y la muerte sorprendida?
¡Ven hacia mí entre mirtos y
mármoles profundos!
Lluvia de pasión.
Lluvia de pasión,
empapada en
ti
beso tus
labios entre el agua que se desliza
por nuestros
cuerpos.
Manto de
agua dulce
que nos
envuelve en nuestros cuerpos,
nos enlaza,
nos
entrelaza,
entre
abrazos y besos empapados de pasión.
Lluvia de
pasión,
dejamos
correr el agua por nuestra piel
que acaricia
nuestro rostro y nuestro cuerpo
y embriagados
de pasión
dejamos
descubrir el tiempo
Vivimos en
un Hoy
un romance
insospechado
que nos
invade la razón
y nos
obnubila la mente.
Lluvia de pasión,
quiero vivir
entre tus brazos.
Di, ¿te
acuerdas de nuestros sueños
bajo un
manto de tul de lluvia fina y transparente?
Nuestras
miradas no se apartaban
entre
pestañas mojadas
y nuestros
cuerpos empapados se deslizaban uno con el otro.
Lluvia de pasión
nos
entregamos alma y cuerpo
y sin ayuda
del mundo,
de su
bronce,
de su arena,
de su oro
tendrá forma
en lo que ofrecen nuestros dos seres unidos:
La pareja
bajo la lluvia de pasión y de amor.
Dos vidas
viviendo abrazados
serán la dócil
materia eterna
con que se
labre el gran proyecto de alma
sintiendo la
vida un como un sueño trémulo, eterno.
Y los dos
con alas leves
bajo el
manto de lluvia
nos amamos
con gozo y pasión
entre besos
y abrazos.
Lo fácil en
el alma es lo que tiembla
al sentirla
venir.
La lluvia es
nuestro cómplice
para
mostrarnos en este amor único y verdadero.
Hoy las
gotas de lluvia
resbalan por
nuestros rostros dejándonos unidos para siempre
con amor en
el alma.
Tuya soy
Tuya soy,
tiéndeme tu abrazo,
¡ay!, ¡cómo te necesito,
apóyame, respírame,
grita que me amas!
Cascarón de hojas,
vahos de campo,
de vida, de viento,
de lluvia.
Hueles a cuerpo húmedo,
mi pasajero fugaz,
necesito tus besos apasionados
con sentimientos profundos y tiernos.
¿Cómo puedo pensar o decir esto?
¿Casi sin respirar o atontada?
Cada día quiero más de ti.
Tuya soy,
hoy y siempre,
no te pierdas en lo venidero,
a ti me acerco en tu presente.
Ser es estar siendo.
Prisa, apetito de las lejanías,
torpe atropello
de las largas dulzuras del minuto,
da tiempo al tiempo.
¿A qué darle palabras de amor
al poema si lo estoy siendo?
Tuya soy,
mi amor es lento.
El caudal de mi dicha eres tú
y como el del agua fluyen parejos,
lo que ellos hablan
y la espuma dice suenan de acuerdo.
Tuya soy,
tan sencillo es quererte
que a veces se me olvid
a que vivo de milagro el amor fabuloso
que al cargar sobre ti ingrávido se torna
y como lo redimes de sangre o de tormento,
por fuerza de tu pecho,
con corazón de magia,
siento la ilusión de que estás conmigo,
muy cerca,
a mi lado.
Tuya soy
encuentro la ternura
en que se injerta el color de tu piel
que me soborna y adoro tu palabra
que trastorna y apura mis sentidos
buscándote siempre.
Pienso en acariciar tu pecho al descubierto
y todo lo invisible que te rodea,
me complazco en la luz que te contorna,
muerta de amor en lecho enfebrecido,
pasto de celo en huerto clausurado,
corazón por tus flechas percutido.
Tuya soy,
hambrienta de amor
soy una llama que por ti clama.
Un agua no pausada sí cantada,
se allega por tus manos a mi pecho,
¡oh ríos sin espuma,
tan alzado,
que moja las puertas de mi cielo!
Tuya soy,
los signos de tu grave y dulce voz
me reclaman a cada instante
y despiertas mi ternura
y mis requiebros.
¡Qué umbría en verde valle,
qué collados!,
¡qué rama sumergida en niebla y cielo!
Tuya soy,
tú eres la música de mi vida
en todo mi tiempo.
¡Te ansío ya!